Mis pensamientos de ti
aletean tan rápido que parecen estáticos,
Eres la constante en
el aire exhalado de mis pulmones
Te amo…lo pienso, y lo
susurro como si fuera el proceso cognitivo adecuado,
Eres la pizca de
ternura que albergo en esta agria vida que nos ha tocado transitar,
Dibujas mis
redondeados contornos, con esa paciencia,
Con que el agua
esculpe la roca y la doblega a su antojo,
Ese es el poder que
tienes sobre mí, sobre mis impulsos más basales…
Y es que cuando tu voz
se desliza sobre mi espalda toda,
Susurrando tu nombre y
una declaración de posesión extrema,
Cada hebra de fibra
muscular se contrae y estira como el tiempo en manos de un niño,
Bajo el embrujo de tu
voz mis oídos gorgojean como caracoles en la baja mar,
Volteo y me adentro en
esa mirada verdosa que me enamoró desde el primer día,
Me zambullo tratando
de no ahogarme en la lujuriosa marejada que inunda tu sonrisa,
Pero fallo en el
intento, soy sólo un maniquí
En el escaparate de
tus dedos…
Y mis gemidos el
combustible del voraz fuego entre tus piernas.
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