Amantes

La noche ya casi se acaba,

Su largo paseo por el firmamento está a punto de culminar en el este,

Y los cuerpos a punto de colapsar sobre las sabanas

Ligeras pero arrugadas como destinos ajetreados,

La paz pronto se acurrucará en silencio pétreo a las gargantas de los amantes…

Y el amor estará resuelto,

La noche casi acaba,

Y el sudor florece sobre la piel como perlas brillantes

Que pronto se deslizan como en un trance de humo de opio,

La noche ya casi acaba,

Y las almohadas yacen en montículos dispersos como una zona de guerra,

Atestiguando como quienes se amaron con frenesí carnívoro,

Laten como una sinfonía que se apaga lentamente,

La noche ya casi acaba,

Y el amor parece ya resuelto,

Cuando los dedos reptan perezosos y se entrelazan cómplices,

Y mientras el silencio adormece los párpados,

Y el sueño viene como olas que muerden la consciencia,

Atrayendo a su reino a los que combatieron con ahínco sobre la cama desordenada…

El día se asoma por la ventana, fisgón, curioso, pervertido,

Y mordisquea la piel desnuda de los cuerpos inertes sobre la cama,

Amalgamados en un abrazo…

La noche ha muerto en el firmamento

Su reinado esquivo acabó,

La energía se consumió toda,

Ahora solo hay silencio, al menos por unas horas,

Al menos hasta que la vida vuelva a fluir libremente,

Y la urgencia epitelial se vuelva a apoderar de aquellos amantes,

De aquellos que se proclamaron pertenencia el uno del otro.