Dejo aquí mis pensamientos adormilados como un prado seco,
Esperando que el sueño los arrope con la tibieza de abrazos familiares ,
Dejo que mis ojos suspiren rimas,
Como lágrimas acuñadas en nubes deformes desparramadas en el firmamento,
Un llanto que ha esperado paciente por este momento to silente,
Este instante en que la cordura se evapora de mis sienes…
Respiro profundo,
Respiro lento,
Dándole una pausa a mis latidos,
A la búsqueda exhaustiva de mi yo pasado,
De esa harapienta imagen ahora tan distante,
Prófugo de mis miedos,
Que seguro regresará algún día,
Cuando el mundo sea menos caótico,
Cuando por fin mis pies den pasos firmes,
Cuando mis rodillas no crujan como ramas resecas,
Cuando mis palabras no se tropiezan con mi lengua,
Cuando mi saliva no sepa a opioides sintéticos,
Y mis ideas fluyan armoniosas como las notas dulces de tu voz,
Susurrando en mi nunca,
Prometiéndome que por cada noche de fiera tortura
Tendré una mañana aun más hermosa invadiendo asolapada el horizonte,
Y una sonrisa tuya elevando me como si no pesara nada…
Hasta el cielo, hasta el infinito…
Y si es contigo, sé que así será,
Así que no sueltes mi mano,
Sigue siendo esa primavera obstinada que destierra el otoño de mi lomo,
Sigue siendo esa felicidad con que soñé por tantos años
Sigue siendo mío y yo seguiré siendo tuyo.