jueves, 30 de mayo de 2019

Ruego


La arena se vuelve hilos dorados bajo el paso lento de las tarántulas,
La noche del lobo(*) ha llegado,
La luna se refugia detrás de las nubes,
Procurando no mirar los horrores en la tierra
Las llamas de las velas flaquean ante la fuerza del viento,
Que como dardos la apuñala en todas direcciones,
El frío aúlla a lo lejos,
Rompiendo los templados nervios del silente invierno,
Todo se vuelve lúgubre y penoso,
Como un cementerio durante un entierro,
Como mis piernas desatendidas,
Como mis manos apolilladas,
Como mis labios garabateados por su ausencia,
La noche del lobo ha llegado,
Mis huesos pueden sentirlo aproximándose sigiloso,
Pero corriendo desesperado,
Rompiendo las ramas tiernas de los arbustos,
Como mi corazón en las manos de tantos amantes,
Como mi alma entre tantos gemidos y ningún te amo,
La noche del lobo ha llegado,
Como la primavera nevada de invierno,
Primero acechando, luego haciéndose presente,
Indómito, implacable,
Como una jauría rabiosa y hambrienta
Irrumpiendo en la paz de las madrigueras,
Bañando sus colmillos con sangre infectada de miedo,
La noche del lobo ha llegado,
Y quizás si corriese podría tener alguna esperanza,
Pero no puedo,
Mis piernas no responden como los dioses que se hacen los sordos,
Mis neuronas se rinden ahogadas en opioides,
La noche del lobo ha llegado,
Y sentiré sus fauces cerrarse y abrirse una y otra vez,
Mascando la piel, el musculo, el hueso y hasta la cordura,
No hay nada que pueda hacer, solo respirar profundo,
Acurrucarme en mi cama,
Y cerrar los ojos,
Y dejar que mis ojos lluevan y se vuelvan cascadas,
Y esperar que llegue la mañana,
Y me despierte con lengüetazos de misericordia,
Para que lo poco que queda de mi cuerpo,
Se regenere,
Se sienta vivo otra vez,
Al menos hasta que el lobo me encuentre otra vez,
Y disfrute masticando mi paciencia y mi cordura,
Hasta saciarse…
Sí el lobo volverá como lo hace siempre,
Romperá, rasgará, saqueará pero no matará,
Aun cuando a veces se lo suplique con tanto ahínco,
Que mi voz se pierda,
Y lo único que quede sea un miserable ruego.

(*) Fibromialgia

Uno


Aunque permanezcas estoico como un muro de alabastro,
Mis manos traviesas de hiedra
Reptarán sobre ti y sucumbirás a mis deseos,
Y cuando mi frescura arañe tu espalda,
Sonreirás como el sol durante primavera,
Y entonces seremos esa canción que las ninfas tararean con ahínco,
Seremos esa rima que hace eco entre las hojas frescas,
Y cuyo pulso se sincroniza con la tierra
Y viaje entre las raíces de las plantas,
Para que estas florezcan e inviten a las abejas,
Y entonces ellas lleven el polen a confines desconocidos,
A recovecos inocentes
A suelos más fértiles…
No importa que a veces me mires con esa frialdad de lápida recién tallada,
Pues tan pronto como mis dedos avanzan como hormigas
Marchando de par en par sobre tus piernas,
Sonríes con esa complicidad que nos une,
Como lo aire, el agua, la tierra, el fuego y el espíritu,
Como los Chakras que se abren cual amapolas maduras,
Sin pudor alguno,
Sabiéndose hermosos y llenos de vida…
No importa que a veces seas arisco como las playas de Lima,
Pues mi alma efervescente viene como olas,
Acariciando, provocando, y alejándose un poco
Para que te desesperes por unos segundos,
Y me mires y me pidas que no pare,
Que recorra tus curvas y planicies como se recorre el firmamento con los ojos,
Como se recorre la vida misma,
Con entusiasmo…con esperanza…
No importan nuestras marcadas diferencias
Como las del otoño y la primavera,
Pues el destino nos juntó en este sendero
Y sólo si caminamos juntos llegaremos a nuestro destino,
Como un solo río yendo a fundirse en el mar del infinito,
Tú en mí,
Y yo en ti,
Por siempre juntos,
Siendo uno…sólo uno.

Dicha


El atardecer se desintegra en naranjas y rojizos en el firmamento,
Mis brazos abiertos lo reciben con afecto sincero,
La pira funeraria se tambalea al ritmo del viento,
En su meneo sensual me pierdo
Y como el polen entre los aleteos de las abejas,
Me dejo ir en paz plena,
Pues no tengo miedos,
No tengo culpas,
Sonrío con un gesto tonto e ingenuo,
Cierro mis ojos sin que la oscuridad me inmute en absoluto,
Estoy tranquilo,
Me siento amado,
En sus besos me siento hermoso,
En sus manos me siento humano,
En la tibieza de su aliento rodando sobre mi espalda,
Yo me siento libre,
Me siento realmente vivo,
Me siento hasta dulce,
Y me entrego a él, como la vida se entrega en manos del tiempo,
Como los versos se entregan a la melodía que nace en las piernas,
Y que se disemina en el cuerpo,
Como una infección exquisita,
Como una gota de tinta en el agua limpia…
Cierro los ojos y me dejo ir en sus caricias,
En estas rimas azucaradas,
Como sus besos intensos como un grito de guerra,
Me dejo ir a la deriva,
A donde me lleven tus manos inquietas,
A ese edén para nosotros dos…sólo para los dos.

miércoles, 29 de mayo de 2019

Espera


Mis pasos están atados al suelo,
Como una barca encallada en la orilla,
Esperando a los apóstoles rebeldes,
Aquí me he quedado,
En este espacio vacío
Degradado como mi mente,
Vasto como mis pensamientos melancólicos,
Esperando a que regrese tu boca,
Esperando a que el viento traiga tu cabello desordenado,
A que el tiempo gire como trompo en sentido contrario,
Y volvamos a estar juntos,
Tomados de la mano,
Con nuestras piernas echando raíces las unas con las otras,
Perdiéndonos en la gloriosa eternidad de un te amo,
Aquí estoy atascado en este suelo aburrido,
Sin poder darle a mi piel la gracia benévola de tocar la tuya,
Aquí estoy esperando
A que las trompetas de los cuatro puntos cardinales
Resuenen como montañas quebrándose,
Y que el sol se caiga como una yema de huevo cuajada del cielo,
De ese celeste manto que lo sostiene enclenque,
Y el velo que nos separa
Se disuelva en el viento,
Aquí estoy esperando para verte nuevamente,
Para darte los besos que te he guardado todos estos años,
Y poder volver a encontrarme
En tus hermosos ojos verdosos…
Me haces tanta falta,
Te extraño,
Si alguna vez te aburres de nadar en la fuente de las almas,
Ven, aquí te espero,
Siempre te espero…y siempre lo haré.

Despacio

Y mis brazos se abren frescos y hermosos como el firmamento,
Y mis besos te han de pintar primaveras en el pecho,
Y en el tejeré un nido perenne, y mi alma se acurrucará serena,
La vida pasará, como pasan los minutos,
Como pasan los buenos momentos,
En tus manos, entre tus piernas, en tus ojos,
Y allí me quedaré como el césped más fresco,
Bailando al ritmo de tu voz, de tus gemidos,
Tócame despacio,
Que aquí el tiempo ha perdido su poder,
Tócame despacio,
Que aquí la alegría me hace reverdecer…
Tu eres mi mejor momento,
Un instante casi eterno,
Y si he de vivir que sea entre tus sábanas claras
Despertando cada mañana con un beso,
Con mi nombre columpiándose en tus labios,
Como un niño feliz en el parque,
Y si he de morir que sea entre tus sábanas frescas,
Mientras acaricias mis cabellos con tus dedos tiernos
Y rueden por mis mejillas lágrimas,
Zigzagueando en las fronteras de mis sonrisas…
Porque nada temo, si estoy a tu lado,
Así que tócame despacio.

Caida libre


Tus palabras me han atravesado como balas
A toda velocidad, y certeza única,
Tus palabras me han desarmado,
Dejándome tan solo como en mi mente,
Derrumbado apilando rimas estúpidas,
Y aquí sentado en el suelo,
Juntando los pedazos caídos y astillados de mi corazón,
Haciendo un montículo amorfo,
Dejo que tu nombre fluya en mis lágrimas,
Mientras mi alma se precipita
Como en caída libre,
Como desbarrancada,
Como suicida animosa,
Con los brazos extendidos como obsoletas alas,
Y me impacto en la realidad, cruda y mezquina,
De que ya no eres mío,
De que esto es un adiós definitivo,
De que esta caída me romperá todo
Y aun cuando tengo miedo,
Lo anhelo,
Anhelo dejar de sentir, dejar tu nombre irse con el viento,
Dejar que mi necesidad de ti, se la lleve la muerte,
Anhelo la tranquilidad prometida a los justos,
A los que amaron con el corazón limpio,
Anhelo abrazar la paz del otro mundo,
La que siempre es un sereno silencio,
Reconfortante,
Eso dicen, y eso quiero creer…yo creo,
Te vas,
Está bien…vete ya,
Quizás sólo necesitaba que reabrieras las heridas
Con tu adiós,
Quizás sólo necesita ese dolor que motiva al coraje,
Quizás sólo necesitaba ese empujoncito bondadoso,
Ya estoy cansado,
Por fin descansaré,
Oh mi niña hermosa,
Oh mi pequeña hermana,
Oh dulce muerte…
Toma mi mano,
Volemos juntos al ocaso.

Leyenda


Tus piernas se enredan con dulzura entre las mías,
Como ramas de un nido perenne,
En la copa de un cerezo florido,
Y aquí en mi pecho ese latido como de sismógrafo excitado,
Parece dibujar tu nombre,
Alabándote…endiosándote,
Pues eres ese fresco riachuelo de esperanza que recorre mi espalda,
Eres ese aterciopelado viento que me serena,
Eres esa caricia tibia que me reconforta cuando el dolor me parte por dentro,
Cuando los músculos se quiebran como perlas de hielo,
Y aun en la fresca quietud de mis sabanas lisas,
El fuego se expande y me consume,
Como si me remojase en ácido sulfúrico,
Y me derrito en lágrimas y quejas,
En esa sensación de deshecho humano,
De muerto en vida,
De preso en la propia carcasa roída en que se ha convertido de mi cuerpo,
Y allí estas tú acomodando mi cabello,
Alisando mis piernas con tus dedos,
Rozando mi frente con tus labios,
Y acurrucándote a mi lado para evitar que el silencio me devore,
Espantando mis pensamientos suicidas con tu voz tierna,
Y prometiéndome un amanecer en que el dolor solo sea una leyenda.

martes, 28 de mayo de 2019

Tiempo


Has entrado en mi alma,
Como coneja que escaba su madriguera,
Sin retroceder nunca,
Siempre entrando más a fondo,
Allí has anidado,
Y has parido tus caprichos,
Y todo mi ser lo has llenado de tu voluntad recia,
Mi poesía se ha vuelto solo la arena asentada
En los túneles que conducen a la soledad extrema,
Pues aun cuando me acaricias,
Me siento sólo y desamparado,
Me siento vacío como el estómago sin bocado,
Conociendo la negrura de la desesperación en tu mirada,
Y lo liviana que puede ser mi cordura entre tus dedos,
Entre tus piernas inquietas,
Entre los trazos maquiavélicos de tus caderas…
Esta es mi historia impresa en garabatos
De tus dedos en mi piel de primavera,
Y mi voz metamorfoseando tu nombre en gemidos y letanías,
Alquimia de intercambio,
Mi ser todo por un poco de tu cariño,
Mi ser todo por un poco de tu tiempo.

Olvido


Su nombre aún permanece en mi piel toda,
Sin embargo su calor se ha colado por el hueco de mi memoria,
Haciéndose frío como el mismo invierno,
Árido como los salares de Uyuni,
Y trato de recordarlo,
Trato de dibujarlo con la punta de mis dedos,
Recorriendo mis muslos
Con los ojos cerrados,
Mordisqueando mis labios,
Deteniendo el aire en mis pulmones lo más posible,
Recreando su mano ruda haciéndose un nudo en mi cuello,
Y luego dejándolo huir con la noche,
De aquí a la eternidad,
Llenando de esperanza toda fibra muscular sana que aún me queda,
Y de añoranza cada neurona que aún sobrevive
A las olas de antiepilépticos y opioides,
Luego me acurruco en esta cama estéril como un nido perpetuo
Que ha visto miles de gorriones morir antes de salir probar el sabor del viento,
Heme aquí Señor…
Heme aquí para adorar su vago recuerdo,
Heme aquí anhelando otra caricia suya, aunque sea una mustia,
Un beso, un revolcón y luego un adiós,
Uno de esos que cortan el cordón umbilical con la vida misma,
Uno de esos que me recuerdan lo poco que valgo,
Y lo poco que merezco,
Heme aquí Señor…
Deseándolo, sabiéndolo en otro lecho,
Sabiéndolo feliz y sin siquiera un recuerdo de mi.

Bien


El silencio me enseño a oír la voz de mis latidos,
La desesperanza me enseño la fuerza de mis ideales,
El dolor me enseño el valor de mi propia alma,
La soledad me enseño la ternura de mis piernas,
Y la noche me enseño a ser paciente,
A caminar despacio entre mi pesadillas,
A ser amable con mis propios demonios,
A abrazarlos afectuosamente,
A no creer en sus palabras y murmullos,
El tiempo me enseño que su paso aunque veloz siempre es recio,
Firme como mi ingle cuando la luna se enfunda en el cielo,
Y la mañana recoge sus enaguas arrugadas y grisáceas,
Intentando seducirme por enésima vez
Pero al saberse ignorada volverá a irse sintiéndose derrotada…
He aprendido tanto de este mundo,
Al tocarlo, al caminar descalzo, al mirar con detenimiento,
Al reconocer que el dolor no me define,
Y su amor le enseño a mi cuerpo garabateado por tantos nombres
Que puede ser grácil y digno,
Y su voz me enseño que mi nombre rima con un te amo,
Y ahora solo reconoce el calor de sus piernas como marca indeleble,
Como credo santísimo,
Como lo único que me pertenece
Y me hace bien…
Oh Dios…me hace tanto bien!

lunes, 27 de mayo de 2019

Vida


La vida se aprende respirando,
La tierra caminando descalzo,
La paz haciendo el bien sólo porque sí,
El amor acariciando,
El éxtasis desnudándose,
La fragilidad del ser arriesgándose,
El dolor enterrando a tus muertos,
Y la fuerza de tu alma sonriendo
Aun cuando tus ojos lo único que quieren hacer es ahogarse,
Desprenderse como nidos abandonados
Y estrellarse en el piso,
Y volver a ser solo un manojo de ramas secas,
Una nada desordenada…
El agua se aprende sintiendo la lluvia sobre las mejillas,
El calor acariciando el cuerpo de tu amante,
Y el vértigo parándote en una cornisa cuando él ha huido,
Dejando las ventanas abiertas,
Las luces encendidas,
El alma un insondable y negruzco agujero…
La vida se aprende día a día,
Paso a paso,
Verso a verso,
Con un hola, un hasta luego y muchas veces un adiós.

martes, 7 de mayo de 2019

Dolor


El dolor me estrangulo las costillas,
Las quiso quebrar, moler como sal gruesa en un mortero,
Pero no lo logro, aún respiro,
Y aunque lo hago con dificultad, no me quejo,
Es más sonrío,
Aún estoy entero,
Mis piernas siguen siendo traviesas,
Mis manos siguen siendo aventureras,
Mis miradas siguen siendo como flores color chocolate,
Anunciando la primavera,
El dolor quiso aniquilar la voz de mis rimas,
Quiso desintegrar mis versos, y no lo logró,
Sólo me hizo me más fuerte,
Me hizo echar raíces más profundas,
Encontrar el rayo plateado que recorre mis Chakras,
Me hizo encontrar el vigoroso resonar de mi pecho,
Como tambor de guerra,
El dolor me quiso consumir como incienso encendido,
Pero no lo logró,
Sólo hizo que mi esencia se volviera más densa,
Como la sangre que fluye por mis venas
Como mis pensamientos más lascivos,
Solo me hizo encontrar la música en el crujir de mis codos y rodillas,
Me hizo oír con más tensión a las cuerdas tensas de mis músculos,
Me ayudo a volver esas fibras punzantes y dolorosas,
En cuerdas de un estradivarios que suena a Primavera,
Cuando él me acaricia y me da aliento,
El dolor me quiso destruir como una aldea invadida por bárbaros,
Incendiando todo con fuego y fiebre, pero no lo logró,
Y no lo logrará,
Hoy lo recibo en este templo quejumbroso que es mi cuerpo,
Y lo dejo andar libre,
Pues no importa cuánto intente saquear mis arcas de esperanza,
Siempre abundará como amapolas en un prado fértil y tibio,
El dolor me susurre al oído intrincados planes suicidas,
Pero ninguno de ellos me sonó tan dulce o convincente
Como la voz de mi novio diciendo: Te amo.

Nadie


Yacen las sombras con los cráneos perforados,
Mi tranquilidad se volvió una bala justiciera,
Y allí tendidas en el suelo han quedado,
Tapizando el camino de retorno al pasado,
Ese estrecho tramo que conecta con el dolor que he vivido,
Pero no más,
No más guerrillas en mi mente,
No más bombas molotov de depresión y angustia,
No más lluvia de afiladas cuchillas bañadas en ponzoñosa culpa,
No más,
Todo eso ha quedado atrás,
Como la guerra en las fronteras de mi cordura,
Y yacen allí los restos de fusiles descargados con ira,
De carros blindados en los que me oculte para no ser lastimado,
Allí yacen tendidas las sombras tormentosas,
Y por fin mis versos se columpian en sonrisas,
Que embellecen mis mejillas regordetas,
Por fin mis ojos están suficientemente secos como para ver el sol y la luna,
Con claridad plena,
Si…ya han muerto las sombras,
Y no hay quién las llore,
No hay velorios quejumbrosos,
No hay gaitas y medallas,
Nadie las extrañará,
Nadie…nadie.

Paz


Con el puño al cielo,
Grito de libertad y decisión férrea,
Yo puedo,
Aun con este calor que me corroe desde dentro,
Con este vértigo que marea mis neuronas,
Batiéndolas como claras de huevo,
Enérgicamente y con cierta lascivia,
Con el puño al cielo,
Con un gesto regio de insurrección socialista,
Así me levanto,
Acalambrado,
Con los cartílagos de todo mi cuerpo…enjutos,
Raídos,
Como pan, como queso,
Como el aroma de marihuana líquida embadurnada en mi piel toda,
Con el puño al cielo,
La templanza se levanta
Entre los lacerantes cortes invisibles en mis músculos,
Y mis lágrimas ocres se vuelven una barricada,
Hoy me levanto,
Junto con este puño iracundo,
Apuntando al cielo,
Pero no renegando de mi destino,
Sino abrazándolo con la misma ternura que mi novio me abraza,
Cada noche en que me tuerzo adolorido,
Con el puño al cielo,
Y con sus dedos enredándose dulcemente en mi cabello,
Yo seguiré caminando,
Seguiré sonriendo,
Seguiré hilvanando melodías con el crujir de hojas secas,
Y mis versos los atare como bouquets de lirios rosas y lilas,
Y se los ofrendare a él, pues si ha secado mis lágrimas,
Merece todas y cada una de mis sonrisas,
Mis miradas enamoradas,
Y mis piernas indómitas como el mar añejo,
Con el puño al cielo,
Yo seguiré respirando,
Viviendo,
Y sobretodo amándolo,
Porque sé que es lo mejor en mi vida,
Porque sé que en sus besos mis pesares se vuelven primaveras.

domingo, 5 de mayo de 2019

Fibromialgia: Crisis


Otra vez ha tocado mi puerta el verdugo despiadado,
La fibromialgia se ha liberado de sus cadenas de opioides,
Y arremete con ira contra todo lo que soy y no puedo hacer nada al respecto,
La luz se vuelve dardos afilados,
Se clavan en los ojos,
Estampidas de dolor pisotean mis pensamientos,
Mis reflejos se vuelven tontos,
Mis músculos se tensan todos,
Mis ojos parecen ser tirados como corceles indomables
Hacia adentro, con furia,
Mantener los párpados abiertos es tortuoso,
El ruido se filtra de frente a mi alma
Como un canto psicópata de sirenas desquiciadas,
Todo da vueltas como el mismo planeta,
Y aun estando quieto como momificado,
Acurrucado en la cama,
Apretujando las almohadas como duraznos maduros,
Todo se menea, de derecha a izquierda,
De delante hacia atrás como olas de un mar esquivo,
Alérgico a la arena, que cuando la toca se asquea y huye raudo,
Las puerta esta sellada como la de una celda
La ventana ataviada por cortinas oscuras como mi alma,
Y aun así el ruido se cuela, un zumbido como de abejas excitadas,
Dejo que mis pensamientos se derritan con el calor corporal,
Y se dispersen en el viento como granos de polen invisible,
Aun así no puedo aligerar el peso de mi cabeza,
Ni soltar los músculos del cuello y hombro que parecen tejidos a croché,
Las piernas empiezan a temblar,
Las pantorrillas arden como si alguien me estuviera despellejando,
Las acaricio lastimeramente para comprobar que aún están completas,
Aun cuando se sientan quebradas,
La sensación de desgarro sube por los muslos,
Todo quema como si me estuviesen friendo en aceite caliente,
Los nervios se contraen como agazapándose,
Respiro lento y profundo,
Procuro concentrarme solo en el aire fresco del ventilador encendido,
Pero nada funciona,
Las articulaciones crujen sin que mi cuerpo se mueva,
Mi estómago parece estar goteando ácido muriático en mi abdomen hinchado,
Mi garganta seca y amarga solo anticipa la llegada de las arcadas,
Me rindo al dolor que me agota como un amante exigente,
Y me quedo en cama hasta que se aburra, se vista y se vaya,
Luego continúo con mi vida,
Mareado, con sueño, lleno de analgésicos y antidepresivos,
Pero sonriendo lo más que puedo,
Disfrutando de las mañanas en que me levanto en una,
De los días en que subir escaleras no se siente como caminar sobre vidrio,
Sigo mi vida, mirando al cielo, esperando que llueva,
Y procurando que mi depresión no consuma todo lo bueno que aún me queda,
Sigo con mi vida, procurando mantenerla tan sedada como mis neuronas,
Procurando que se vuelva más olvidadiza que yo,
Pero sabiendo que dará un zarpazo atrevido en el momento menos esperado,
No la aborrezco por hacerme sentir menos yo día con día,
Pero tampoco la abrazo con ternura,
Esto es solo una batalla a tiempo completo,
Espero poder pelearla cada día con mayor entusiasmo,
Y algún día lograr decirle:
Te derrote, te vencí bitch,
Back off and watch me live!!!

It's time

I've lived and loved, I've hugged and kissed, I've done my duty, I've paid my dues, I've erred and also made amendments,...