martes, 29 de octubre de 2019

Los Olvidados


Vengan y beban,
Su camino ha sido el más pesado,
Vengan y beban,
Han de estar sedientos,
Impacientes,
Tristes y acongojados viajeros,
Sé que a muchos los han olvidado,
Sé que muchos esperan que alguien los recuerde,
Que alguien siquiera los mencione entre dientes,
Yo no sé su nombre,
Pues son muchos,
Y hoy los honro…
Que esta vela blanquecina como las nubes del cielo les de paz,
Que el fuego de su llama siempre juguetona les de guía,
Que el agua en la copa de cristal aligere su cansado viaje,
Que este aceite y esta sal los unja,
Benditos sean,
Bienvenidos sean,
Vengan y descansen,
Vengan y beban,
Benditos sean,
El velo se está debilitando,
Sean bienvenidos en este círculo,
Susurren su nombre,
Dejen que sus voces se mezclen con los vapores de jazmín,
Vengan y beban,
Vengan y descansen,
Hoy mis velas se encienden para iluminar su camino
Que encuentre a quien andan buscando,
Hoy mis velas honran su existencia,
Yo aún les dedico esta pequeña ofrenda…
A ustedes los olvidados,
A ustedes los que se han desvanecido sin flores,
Yo los honro,
Yo los recuerdo.

lunes, 28 de octubre de 2019

Almas Solitarias


Las velas se han encendido
Y su luz se balancea como olas de un mar inquieto,
El incienso se deshace en blanquecino humo,
Que galopa hacia el cielo,
Zigzagueando como las oraciones de los que han partido,
Como los ruegos de los que quedaron para recordarlos,
Y mis versos se vuelven hechizos en esta hora,
Mis pensamientos se quedan quietos como agua estancada,
Mi mente ligera como pluma,
Mi alma lúcida como la de quien ya despertó,
Hoy ofrendo los latidos de mi corazón a veces mezquino,
Hoy ofrendo los salmos de mis labios a veces impíos,
Hoy ofrendo las intenciones de mi ser todo,
En este afán ondulante como el destino,
Hoy ofrendo estos minutos,
Esta hora, estas oraciones, esta luz tenue,
Y este aroma dulce…
A todo aquel que cruzo solitario el puente,
Aquellos que se fueron sin más que un grito,
Sin más que una súplica,
Sin más que el deseo de que sus pecados sean absueltos,
Hoy enciendo una vela por los que regresaron a la tierra,
Por los que comulgaron con Gaia sintiendo miedo,
Hoy ofrendo este incienso  en sus muchos nombres,
Hoy ofrendo esta flor blanca en sus miles de nombres,
Benditos sean,
Que encuentren a los suyos cuando el velo se levante,
Benditos sean,
Que encuentren la paz hoy y siempre…
Benditos sean,
Ustedes los primeros viajeros,
Benditos sean,
Ustedes las almas solitarias…
Que estas ofrendas les sean agradables,
Benditos sean!

martes, 22 de octubre de 2019

Designio

Mis rimas se elevaran como nubes sobre la luz de la mañana,
Entonaré salmos que alaben tu nombre,
Derramaré mis bendiciones todas sobre tu frente,
Ofrendaré el humo de mi incienso
La flama enclenque de mis velas,
El brillo liso de mis ágatas y cuarzos,
Las imágenes multicolores de mis cartas,
El brillo afilado de mi daga,
Y el calor negruzco de mi caldero,
Al viento, al agua, al aire y al fuego…
Usaré mi espíritu como lámpara en la noche más tenebrosa,
Y estas ganas de acariciarte las traduciré en fuerza a cada paso,
Descalzo cruzaré el puente tapizado de amapolas,
Y allí donde te halles te encontraré,
Devolveré el calor a tus labios con los míos,
Devolveré la frescura a tu piel con mis dedos…
Allí donde te retienen lejos de mí, yo te encontraré,
La “tilaka” sanguinolenta en mi frente confundirá a los guardias,
Y mis ropas de lobo me harán invisible entre los espectros,
Tocaré con ahínco mi tambor “lapón”, así sabrás que estoy en camino,
Donde sea que estés cautivo, yo te encontraré,
Cierra los ojos a los horrores vaporosos,
Ignora las voces tormentosas,
Ya pronto susurraré tu nombre y te besaré,
Ya pronto mi mirada se zambullirá en la tuya,
Ya pronto estaremos juntos nuevamente…
La vida nos unió,
No dejaré que la muerte contradiga su designio.

Mi tierra


Mi tierra

¿Mi tierra?
Mi tierra es un vergel que huele a fresco,
Con césped terso y ligero,
Con flores que se abren acariciadas por el sol,
Con árboles que crecen libres,
Amasando, con sus ramas, las nubes,
Arañando el alma de la madre tierra con sus raíces.

¿Mi tierra?
Mi tierra es tibia como una mañana de primavera,
Que barre las tristezas de este a oeste,
Con un suave soplido que sabe a polen y madreselva,
E hincha mis pulmones con la vida que creí perdida,
Con rimas que se cuelan por mis poros,
Y ese himno solemne que es tu nombre…

¿Mi tierra?
Mi tierra eres tú.

¿Mi tierra?
Mi tierra serás siempre tú.

lunes, 21 de octubre de 2019

Promesa


Deberíamos sentarnos muy juntos,
Dejar que nuestros hombros le den sostén al otro,
Que nuestros cabellos se enreden todos,
Como el polen arrancado por el viento,
Como los sueños cuando se levanta el velo de los reinos,
Deberíamos quedarnos muy juntos,
En un silencio cómplice, como el de los árboles,
Como el del césped crecido,
Y movernos disimuladamente como plumas tiernas,
Dejando que nuestras manos se reúnan como la luna y el firmamento,
Que nuestros dedos se cuenten los porqués, los dóndes y los cuándos,
Quizás deberíamos sentarnos muy juntos,
Dejar que el calor que escapa de nuestros cuerpos,
Se amalgame como la letra y la melodía de una canción hermosa,
Aquí, en este jardín que se mece de lado a lado,
En esta historia que hemos escrito juntos,
En este cuento al que le hemos tejido un cuerpo
Con la grácil bondad de nuestros cuerpos volviéndose uno…
Quedémonos en silencio esta noche tibia,
Deja que la luna pálida se embriague con nuestras lágrimas…
Quedémonos en silencio, velando un día oscuro y lastimero,
Que mañana la vida volverá a sonreírnos,
Mañana de esta pena solo quedará un cadáver seco,
Arrojado con desprecio sobre la tierra húmeda,
Mañana el sol volverá a resplandecer sobre nuestras cabezas,
Y sus rayos se colaran como fibras etéreas entre nuestros cabellos,
Mañana toda esta pena no será más nada que un recuerdo,
Ligero como el humo del incienso…
Quedémonos en silencio,
Juntitos los dos,
No digamos nada,
Cerremos los ojos, y dejemos que las horas se esfumen rápido…
Quedémonos en silencio,
Todo estará bien…lo prometo

Estaciones


Si vinieses tan suave como el otoño,
Como el mismísimo viento que se cuela entre los árboles,
Como hilos traslúcidos de telas de araña,
Podrías caminar a mi lado,
Ver el mundo extenderse como un poema enamorado.

Si vinieses tan ligero como la primavera,
Como la mismísima lluvia que escurre por las hojas más jóvenes,
Como lágrimas llenas de dicha sobre unas mejillas arrugadas,
Adornadas por una sonrisa serena,
Entonces te tomará entre mis brazos y mis labios,
Sin pedirte nada,
Sin siquiera robar una pizca de tu esencia,
Aun así serías mío.

Si hoy vinieses a mi...
Me quedaría contigo por siempre.

Si vinieses sigiloso como el invierno,
Como la noche tenue reclamando todo para ella,
Como el sueño que revolotea entre mis latidos,
Podrías sentir como tu nombre echa raíces en mi alma,
Podrías saberte seguro a mi lado.

Si vinieses raudo como el verano,
Como los rayos dorados del sol apuñalando las olas,
Como el polen de las flores arrancados por la brisa marina,
Reconocería tu aroma con los ojos cerrados,
Te dibujaría con sumo detalle con mis dedos,
Y escribiría mi nombre en tu piel toda,
Y te reclamaría mío,
Hoy y siempre…siempre…amén.

lunes, 14 de octubre de 2019

Horca


Hicieron que la tierra se volviese instrumento de tortura,
La madre se convirtió en verdugo,
De su vientre la madera nació verde y tierna,
Y bajo el sol se hizo fuerte y tosca al tacto,
Luego ellos la escogieron,
Con sus sierras cortaron sus venas callosas,
Su sangre lechosa goteó sobre el suelo musgoso,
Y la cortaron aún más,
Hicieron vigas gruesas y luego las juntaron con clavos,
Al centro del pueblo la erigieron como símbolo de su miedo,
Como prueba de su poderío embebido en soberbia,
Allí la erigieron como un árbol seco y liso,
Y ataron del cuello a mis hermanas,
Y cuando sus cuellos tronaban como ramas que uno pisa en el bosque,
Ellos se regocijaron,
Levantaron sus estandartes,
Repasaron sus dedos manchados de sangre,
Por las cuentas frías de sus rosarios,
Todas mis hermanas fueron ahorcadas,
Mientras el fuego de las antorchas dibujaba sombras de tridentes,
De horda de embusteros, de mediocres cazadores de la nada,
Mis hermanas murieron en la horca,
Respirando el aroma suave que despedían los maderos de tejo,
El árbol que veneraron reclamo sus vidas,
Malditos embusteros,
Malditos ciegos,
Malditos estúpidos,
Creyeron que nos destruirían junto con la carne de nuestros cuerpos,
Pero, siempre estuvieron equivocados,
Pobres ingenuos,
Pobres lacayos de reyes falsos,
Las almas de mis hermanas huyeron hacia los bosques,
Y cuando llegue el momento,
Regresaremos…
La tierra nos ha dado refugio hasta que llegue el momento justo,
Hasta que nos toque vengarnos…
Oh, si…nos vengaremos!

Somos las hijas y los hijos de las brujas y hechiceros,
Somos las hijas y los hijos de las machis y los chamanes,
Somos las hijas y los hijos de las curanderas y los camascas,
Somos las hijas y los hijos de las parteras y los ermitaños,
Somos las hijas y los hijos de las gitanas y los houngans…
Somos las hijas y los hijos de los que no llegaron para quemar,
Somos las hijas y los hijos de los que no llegaron a colgar,
Somos las hijas y los hijos de la tierra, del agua, del fuego y del viento,
Somos las hijas y los hijos del sol, la luna y las estrellas…
Somos las hijas y los hijos del dios y la diosa,
Somos las hijas y los hijos de la magia que nunca muere,
Sobrevivimos y sobreviviremos…siempre…siempre.

domingo, 13 de octubre de 2019


He bailado tango con la soledad y la miseria,
Con la desesperación y hasta con la urgencia suicida,
He danzado en la tempestad del abandono,
Y pensé que esa sería la nación que me acogiese,
Pensé que mis huesos se harían polvo en esa tierra,
En ese páramo seco y maltrecho,
Dónde los insultos se habían tornado tan familiares como mi nombre,
Y dónde las maldiciones caían sobre mi frente como lluvia,
Pensé que moriría abrazándome a mí mismo,
Tejiendo mis versos más lúgubres como hilos burdos
Y haría una cobija para no sentirme tan frío en las fauces del destino,
En la invaginación escabrosa que es la fosa común de cementerio clandestino,
Pensé que con el tiempo mi sangre se volvería arena,
Mis lágrimas se volverían ácido úrico destilado y puro,
Pensé que me quedaría solo…
Que el amor no estaba permitido para seres como yo,
Pensé que lo que otros vociferaban era cierto,
Que era sucio, que era lascivo, que era un desperdicio,
Pensé que mi piel nunca podría jactarse de ser engreída,
De ser acariciada, de ser besada,
Pues había buscado el amor en oscuros y lúgubres cuartos,
Pero solo eran sombras que se esfumaban cuando el sol regresaba,
Pensé que la resignación debería de ser mi credo,
Y llegué a aceptar el estar solo,
Llegué a aceptar el secarme como una planta sin sol, sin agua,
Con raíces podridas enterradas en una mezcla de tierra vieja y orina,
Pensé que ellos tenían razón cuando me decían cosas feas,
Cuando me insultaban,
Cuando me miraban con asco, como si fuese excremento moldeado,
Pero luego llegaste tú
Y toda la mierda se disolvió,
Aprendí que mis manos rudas pueden ser delicada y tibias,
Que mis piernas no solo sirven para huir raudamente,
Que mis labios pueden pronunciar salmos de alabanza,
Que mis ojos pueden sonreír con disimulo y revelar tanto al mismo tiempo,
Y llegaste tú y aprendí que los sueños se cumplen,
Que los inviernos no son tan malos si tienes con quien cobijarte,
Que no soy tan malo como creía,
Que soy más atractivo de lo que suponía,
Al menos a tus ojos,
Al menos a tus manos traviesas como mariposas,
Al menos a tus labios laboriosos como hormigas,
Y llegaste tú y descubrí que la primavera existía,
Que no tenía que estar solo,
Que si dejaba de llorar vería la luz del día,
Que si levantaba la frente con orgullo vería la luna
Hermosa y plateada,
Y llegaste tú y me sentí hermoso,
Me sentí suficientemente limpio como para ser acariciado,
Y en tus brazos me quedé,
Ahora soy fuerte como el roble,
Alegre como los mirtos en un día soleado,
Ahora soy quién soñé ser…
Un ser humano…libre, feliz, pleno y amado…
Y llegaste tú y te quedaste a mi lado,
Gracias por eso,
Bendito seas…
Alabado seas.

Aquí


Todo el mundo era caos,
Todo estaba de cabeza…
El mar había confundido su camino,
Y en lugar de albergar ríos,
Fluía a ellos para morir tranquilo,
La noche comenzaba con el canto del gallo,
El sol se zambulló en el este,
Danzando con animas descaradas que alababan el invierno,
Las hojas secas trepaban de nuevo a las ramas,
Y aferrándose a las hojas nuevas,
Se hacían de una segunda vida,
Todo el mundo era caos,
El viento se arremolinaba,
Succionaba el oxígeno y todo moría a su paso,
Se secaba como mis versos,
Como mis esperanzas aguerridas,
Y todo el mundo se sumía en la negrura del desprecio,
Todo estaba dañado,
Todo lo que tocaba se moría,
La libertad se había quedado dormida y en silencio,
Dios había huido de un cielo,
Negro por las plegarias que se calcinan antes de alcanzar sus oídos,
Mohoso por tantas lágrimas retenidas entre las nubes,
Yo estaba roto, yo estaba maldito,
Aun así te acercaste a mí, me miraste con dulzura,
Sostuviste mi mano temblorosa,
Y secaste mis lágrimas con tus dedos,
Tus labios me devolvieron la vida que pensé había tirado por la orilla de mi cama,
Te acurrucaste muy cerca de mí,
Y sin dejar de mirarme, de verme, de observarme dijiste mi nombre,
Y este resonó como una explosión en un bosque dormido,
El tiempo se detuvo y echo marcha nuevamente,
Entonces todo se reinició, todo volvía a estar en curso,
Como un barco en un mar de olas sigilosas,
Como semilla plantada en suelo generoso…
Y desde entonces soy tuyo,
Como el credo es a los dioses,
Como la fe es a los hombres,
Como la vida es a la tierra toda…
Y entonces te bese,
Y entonces encontré el hogar anhelado,
Y allí anidé,
Allí me nutrí y me volví fuerte,
Allí renací, allí supe lo hermoso que puede ser la vida,
Y decidí sembrar mis rimas…
Y juntos cosechamos poemas,
Los dos…aquí y ahora,
Los dos…aquí y siempre aquí.

Llévame


Los gritos se abultan,
Se enquistan debajo de la grasa y el músculo,
Y allí como vapor se expande libre,
Entonces el vientre se abulta,
Se hincha como el de un muerto descomponiéndose,
Y los nervios zigzaguean como gusanos devorando la carne,
Todo duele,
Todo quema desde dentro,
En este vientre que permanecerá seco como el otoño,
Y me revuelco en agonía,
Doy volteretas en la rabia que me mordisquea por dentro,
Quisiera abrir la piel,
Extirpar esas punzadas que se sienten como un ser vivo,
Pateando, estirando la piel toda,
Implantando un rigor pétreo en mis intestinos,
Quisiera abrirme las entrañas con las uñas,
Escarbar todo lo que hay dentro,
Y sentirme vacío…
Nublado como mi juicio bajo los efectos del opio sintético,
Me siento lleno como de rocas,
Pesado,
Tratando de mantenerme a flote,
Pataleando,
Fingiendo una sonrisa,
Disimulando un llanto desesperado,
Me hundo en esta cama,
En esta dejadez que conoce mi nombre,
Y me llama dulcemente…ven, ven…
Quédate aquí, quedémonos juntos,
Tengo los intestinos llenos de desesperanza,
Esa que se disemina como polen por entre mi sangre,
Y todo lo rasguña,
El botín de mi estómago es fuego,
Que regresa a la boca,
E incinera mi garganta…
He botado mi alma pues ya no hay un hogar aquí para ella,
Me he deshecho de mis rimas, pues sólo estorban,
Apiádate de mí, oh espíritu eterno,
Apiádate de mí, bondadosa tierra,
Y reclámame para ti, como se reclama un tesoro hermoso,
Acógeme en tu vientre y déjame dormir allí…mira que ya estoy cansado,
Mira que ya no puedo batallar con este dolor que me tritura,
Oh benévola Gaia…llévame a descansar en tu lecho de raíces y tierra humeda,
Llévame contigo,
Llévame ya.

domingo, 6 de octubre de 2019

Totalidad


Te llevaba buscando en el sendero de la eternidad,
Un arduo camino que llego a su final cuando me besaste,
Y desde entonces el cielo nos bendijo con días soleados,
Con lluvia fresca cayendo sobre nuestras mejillas,
Con sonrisas que hacen eco en las flores,
Junto a ti, la vida ha sido un paseo en un mar sereno,
Una noche de delicias,
Un sueño encarnado,
Y no importan las tempestades que el mundo amase,
No importa que el viento me desgaste como óxido,
Que la vida se evapore de mi piel como rocío matutino,
Mientras sea por el calor de tus manos,
Aquí estoy, mírame,
Oye como resuena tu nombre bendito en mis labios,
Ve como tu sonrisa anida entre mi piel y mi alma,
Como mis piernas siempre corren hacía ti,
Como mis manos florecen si recorren tu pecho,
Te encontré y me enamoré,
Y cada día lo hago más,
Como repitiendo la escena de mi película favorita,
Sabiendo a dónde voy, pero con las mismas ansias,
Mírame, aquí estoy…mírame,
Ve como acuno mi alma pensando en ti,
Como paso el día pensando en ti,
Ve como estás en mí,
Como yo siempre estoy en ti…
Ay vida mía,
Ay caro cuore…
Como te amo,
Que feliz me hace amanecer a tu lado…
Diecisiete años se nos han pasado como un suspiro,
Y aún tenemos muchos más por delante.

martes, 1 de octubre de 2019

Uno


Si me ves sonriendo es porque te encontré la felicidad,
Dentro de mí y ahora puedo compartirla contigo,
Así que ven y bésame,
Hazme un sitio entre tu piel y tu alma,
Déjame reinar en tu corazón como tú en el mío,
Se la melodía de mis rimas,
Camina conmigo en este sendero chueco y destartalado que es la vida,
Juguetea con mi cabello,
Acaricia mi cuello,
Ve tu reflejo en mi mirada,
Mira como se dibuja tu ser todo en ella,
Como fuente de los deseos,
Como espejo que revela cuanto te amo,
Si me ves sonriendo es porque soy dichoso,
Así que no dudes en tocarme,
No dudes en acariciarme
Suave, lento, pausado como un bolero,
Acércate a las orillas de mi cuerpo
Y piérdete explorando la geografía epitelial de mi ser todo,
Dibuja tu nombre con tus dedos en mi pecho en mi espalda,
Dame esa tibieza de tus besos,
Y te los devolveré hechos flor,
Veme, tócame, di mi nombre,
Con esa dulzura innata de tu voz,
Soy feliz conmigo mismo,
Y por eso me puedo entregar como hostia,
Sin miedo, sin remordimiento alguno,
Sabiéndome libre y al mismo tiempo sólo tuyo,
Sabiéndote libre y al mismo tiempo sólo mío,
Nos escogimos el uno al otro,
Y así juntitos los dos,
En un rinconcito cerca de Dios,
Nos escogeremos mutuamente día con día,
Y nos volveremos ese cuento de hadas que muchos han soñado.

Vive


Siente la lluvia besarte con frescura,
Siente las flores susurrar rimas a tu paso,
Abraza el viento que revolotea a tu lado,
Siente el fuego de tus entrañas,
Estás vivo,
Así que canta,
Así que ríe,
Así que camina,
Avanza como el río por un caudal viejo y sinuoso,
Sin miedo,
Sin dudas,
Avanza como el viajero perdido,
Encuentra tu propio sendero,
Descubre la música de tus latidos,
La ligereza de tus pasos,
La luz tenue y poderosa de tu mirada,
La potencia de tu voz cuando dices te quiero, te amo,
Siente la vida galopando en tus venas,
Como tu pulso hormiguea,
Siente la vida que se te ha dado,
Y bendícela, alábala, gózala,
Cántala, sílbala,
Arroja tus zapatos y camina descalzo,
Siente la tierra, a tu madre,
Ella nunca miente, ella nunca lastima, ella nunca traiciona,
Alaba la vida,
Ríe con ahínco,
Llora sin remordimiento,
Besa, abraza, ama,
Alza tu voz ante lo injusto,
Ayuda a tu prójimo,
Se tan bueno como te sea posible,
Perdona a quien te lastima, perdona a ti mismo,
Vive…vive.

Firmeza


Hay días en que la desesperanza se pega a la piel,
Como polvo nocivo,
Como mal karma,
Y el mundo se queda en silencio,
En un trance melancólico,
Donde las risas de las flores cesan intempestivamente,
Y el dolor que estaba contenido,
Se desata como fiera clamando libertad,
Entonces el cuerpo cruje,
El alma se quiebra,
Los ojos no aguantas y se desangran en llanto,
La sonrisa se esfuma,
Y la voz se desmorona como estatua de arena,
Y me abrazo a mí mismo buscando consuelo,
Procurando un aliciente a esta pena cruda como el invierno,
A esta impotencia que me somete como esclavo,
Que me azota la piel toda,
Desde dentro,
Que malluga mis rimas,
Y las vuelve un quejumbroso salmo,
Allí inmóvil y escurriendo lástima sobre mi cama desordenada,
Procuro encontrar el eco que mi conciencia,
El arrullo de mi espíritu guerrero,
Cuando el dolor me consume como fuego,
Me ahoga como mar embravecido,
Me deja sin aliento como si el oxígeno del mundo fuese succionado,
Y la vida se desprende como hoja seca,
Procuro encontrar mi centro,
Procuro recordar tu voz susurrando mi nombre,
Procuro recrear el eco de mis sonrisas cuando la lluvia cae,
Procuro ponerme de pie,
Y avanzar, dar siquiera un paso y luego otro y otro más,
Como cuentas de un rosario desteñido,
Que se recorre lentamente,
Cuando el dolor me atrapa en sus fauces y me mastica como chicle barato,
Procuro recordar lo bueno que me ha dado esta vida,
Y sigo avanzando,
Cojeando, arrastrando los pies, apoyándome en las paredes,
Tomando aire con más ahínco,
Pero no me detengo y nunca lo haré.

Esta noche


Cierra tus ojos al mundo,
Deja que tus oídos se vuelvan sordos al mundo,
Basta ya de angustias,
Deja que mis manos despejen tus dudas,
Deja ya los problemas,
Acoge mis labios sobre los tuyos,
Entrégate sin miedo a la noche,
Que su manto terso y pulido como alabastro,
Nos cubra y nos envuelva como orugas mutando,
Cierra tus ojos al caos que pulula en las calles,
Que tus oídos se vuelvan sordos al mundanal ruido,
Al concierto de balaceras y sirenas,
De gritos iracundos y de cláxones en conciertos,
Deja que esta noche sean mis rimas las que te guíen en el reino de los sueños,
Que mis piernas se enreden entre las tuyas como palabras en una estrofa,
Cierra los ojos,
Olvida las penas que se han asentado en tus hombros,
Deja que mis mejillas las asfixien,
Acurrúcate y olvida todo menos mi nombre,
Descansa,
Deja que el mundo siga frenético su paso,
Que se consuma así mismo,
Deja que esta noche cuide de tus sueños,
Que conjure el viento tibio del norte,
Y la lluvia fresca del sur,
Y los mezcle en mis besos,
Que ellos escudriñen tu piel toda,
Olvida todo lo malo que se enjuga en el mundo,
Deja ya los problemas,
Basta ya de angustias
Olvida las penas,
Deja que te arrope con mis brazos,
Que mis latidos sean murmullos en tu espalda,
Déjate ir sin miedo alguno en la noche,
Que estoy aquí para cuidarte,
Que estoy aquí para acariciar tus cabellos,
Estoy aquí para dibujar hechizos y bendiciones en tus caderas,
Con mis manos limpias,
Con mi voz suave y calmada,
Con esa seguridad que me da el amarte,
Con esa fuerza que me da el saberme amado…
Agazapémonos en la noche,
Y perdámonos juntos,
Hasta que llegué el amanecer,
Y cuando el sol se corone en el cielo,
Exploremos las fronteras epiteliales de nuestros cuerpos,
Seamos uno,
Pero está noche quédate quieto,
Mientras duermas yo te cuidaré,
Y atizaré el calor de mi piel y te mantendré tibio,
Mientras duermas yo te cuidaré,
De las penas y el dolor que perturban tu calma,
Déjame ser yo quien te cuide esta noche,
Quédate quieto,
Cierra tus ojos,
Vuelve sordos tus oídos,
Mañana será un nuevo día,
Pero yo siempre estaré a tu lado.

Siempre


De aquí a la eternidad,
Volarán mis rimas,
Como polen arrancado con el viento,
Como recuerdos atizados con cariño,
Versos que entrelazan tu nombre y el mío,
Como la fe los corazones,
De aquí a la eternidad,
Como estrellas fugaces,
Se liberan mis ideas,
Mis rimas más genuinas,
Estas ganas de besarte todo,
De acariciarte siempre,
Como el viento al mar,
Como el tiempo al espacio,
De aquí a la eternidad,
Somos ese cuento escueto,
Un breve cántico en la noche del cosmos,
Pero eternos el uno en el otro,
Y así tomados de la mano,
Con cada paso que damos el camino se revela
Como misterio en un libro,
Como la melodía cuando uno está inspirado,
Tú y yo, eternidad,
Oh, futilidad…
Oh, serenidad…
Y es que hemos acuñado tanto amor en nuestros besos,
Tanta tibieza en nuestras caricias,
Y aún queremos más…
Eternidad,
No importa que mi barba y tu cabello se tiñan de grises,
No importa que miremos como se arrugan nuestras manos,
Que olvidemos que día es,
Mientras recordemos que nuestro hogar es donde estemos los dos,
Juntos, acurrucados,
Mirando las plantas del jardín,
Observando las luces amarillentas de la ciudad,
Oh si, eternidad,
Quizás perdamos agilidad en nuestras piernas inquietas,
Quizás caminemos más lento,
Pero lo haremos junto,
Y en las noches en el frio sea inclemente,
Y que las penas nos comiencen a arañar las espaldas,
Nos abrazaremos y estas se suicidarán lanzándose por el borde de la cama,
Allí estaremos juntos…
Oh eternidad, oh enclenque sueño terrícola,
La muerte nos ha tendido una emboscada con la más irresistible carnada,
Una vida para compartir,
Un sueño compartido,
Un horizonte que nos ha visto hilvanar una historia,
Un cuento hermoso,
Uno que se arropa en el otro,
Hoy me siento viejo, cansado y hasta adolorido,
Pero feliz, dichoso como la primavera,
Sereno como el césped después de una noche de lluvia,
Bendecido a tu lado…
Y no importa si la vida se nos está escurriendo de los dedos como arena,
Pues los años o segundos que me queden los pasaré contigo,
Oh si, eternidad,
Eso se nos ha ofrecido,
Como semilla presta a germinar…
Y la hemos cultivado juntos,
Estos diecisiete años han parecido sólo unos meses,
Y estoy listo para muchos más,
Muchos más besos,
Muchas más noches a tu lado
Muchos más días junto a ti…
Siempre juntos…siempre…siempre.

It's time

I've lived and loved, I've hugged and kissed, I've done my duty, I've paid my dues, I've erred and also made amendments,...