domingo, 29 de diciembre de 2019

Big time sensuality


El dolor en tus brazos agoniza lentamente
Como el mismo sol en el oeste,
Allí se sofoca con tus besos,
Con tus dedos entretejiendo mis cabellos,
Prometiéndome que todo estará bien,
Y me hundo en este deseo,
En las ansias de zozobrar en la paz de tu voz serena,
En esa tibieza reconfortante de tus labios sobre mis hombros,
En el arrullo de tu respiración melódica rodando por mi espalda,
Y el dolor cede el territorio que ha reclamado para sí mismo,
Y me quedo quieto,
Esperando que los opioides se condensen en mi sangre,
Se vuelvan un rio caudaloso en cada una de mis venas y arterias,
Y que el sueño me reciba en sus brazos con la misma cordialidad que los tuyos,
Y que llegue la mañana donde la agonía solo sea un recuerdo escueto,
Pues no quiero regalarle más tiempo de mi vida a este mal que me aqueja,
Simplemente quiero volverme un mar infinito en tus besos y caricias,
Donde nuestros cuerpos sean olas yendo y viniendo,
Suave, fuerte, suave, mas fuerte aun,
Voraz y gentil, con cariño y con rudeza.

I wanna enjoy the delights of the hardcore and gentle love,
I wanna enjoy this big time sensuality.

Declaración


Opongo tanta resistencia como el césped al viento,
Abandonado al designio de tus caricias,
Así me tienes,  siempre dispuesto,
Suspirando cuando te acercas a mi piel desnuda,
Cuando tu calor invade mi atmosfera
Y mis mejillas se vuelven rojas como hojas en otoño,
Mis labios tiritan nerviosos
Como flores marchitas que pronto se precipitaran al olvido,
Siento tus labios buscando mi cuello como vampiro ansioso,
Y entonces mis piernas parecen fallar tanto o más que mi cordura,
Invado el viento con tu nombre santo,
Dibujado con mi aliento tibio y extasiado,
Mis manos se posan como mariposas sobre tus hombres,
Con cierta gracia ingenua,
Y la levedad del ser me consume por completo,
Siento que la gravedad de la tierra me arrastra de los tobillos,
Pero tus brazos enroscados como vid en mi cintura me mantienen en este plano,
Suspiro mientras tus dedos reptan a hemisferios diferentes,
Unos dibujan surcos en mi espalda de luna de invierno,
Otros halan mi pierna para enroscarla alrededor de tus caderas,
Entonces solo se oyen mis gemidos ahogados por tus labios,
Tu respiración agita aún más la mía,
Mis versos se evaporan como versos caducos,
Y mientras nos precipitamos como lluvia sobre el lecho frio y liso,
Me declaro completamente tuyo,
Si soy tuyo y lo sabes,
Te pertenezco y lo sabes,
Soy tuyo y siempre lo he sido,
E indudablemente siempre lo seré.

Primavera


La ninfa asoma su nariz por debajo del agua,
Y al ver como la observo se escurre y se vuelve una con las olas,
El viento que se arremolina como zumbido de alas de hadas,
Guardan en secreto el nombre sagrado de la tierra,
Y por más que intente escuchar solo escucho un chirrido
Mezclado con las chispas de la fogata,
De ese fuego que se estira y se contrae como una salamandra inquieta,
Presa del circulo de rocas,
Como gnomos pequeños pero obstinados,
Fieles y prestos a proteger el pasto verde,
Cierro los ojos, abro la mente,
Ato mi torso con mis brazos, dejo libre mi alma,
Que ella flote en el añil del cielo,
Que se vuelva viento y silbe en las grietas de las montañas,
Que se haga un eco y resuene en la matriz de la tierra,
Estoy aquí, buscando mi camino,
Estoy aquí, reconociéndome más de la tierra que de mi mismo,
Estoy aquí, dejándome llevar por el paso del tiempo,
Por la desesperanza del dolor que me ataca viciosamente,
Estoy aquí, porque quiero ser libre,
Recibe la ofrenda rojiza de mis venas,
Recibe a este viajero en tu seno santo,
Y acógelo en la posada del sueño eterno,
Permíteme quedarme aquí contigo,
Quieto, muy quieto.

Ruego

Solo quedan retoños secos del árbol de la cordura,
Muchos de los pensamientos lógicos se han secado,
Y otros simplemente los ha arrancado el viento,
Entonces todo se ve como una fotografía vieja,
Como una toma en blanco y negro,
Con esa sombra que recuerda a la muerte anticipada
Al otoño que quiebra la espalda de los más rudos,
Al tiempo iracundo que pasa con arrebatos,
A esa vida que se desgasta como la lana vieja,
Y entonces me siento así, vacío,
Como días de ayuno,
Como una flor sin néctar, sin polen, sin abejas,
Como el nido donde sólo yacen cascarones rancios,
Como la tumba donde solo asoman fragmentos óseos,
Sí, la cordura se me fue detrás de tus caderas,
Detrás de esa sonrisa ligera que se balanceaba en tus labios,
Detrás de esa primavera que se aferraba a tus hombros,
Detrás de esa dulzura que eran tus piernas,
Detrás del calor purificador de tu ingle inquieta,
Detrás de tu voz fresca como salmo recitado al alba,
Detrás de la historia que garabatee en tu pecho y en tu espalda,
Con mis uñas, con mis gemidos,
Se me fue la cordura y hoy se vuelve compost en tu tumba,
Acurrucada con los gusanos,
Con esos gusanos que nunca se volverán mariposas,
Con estas rimas estúpidas que nunca se convertirán en más nada
Que un rancio ruego…
Sólo un ruego.

martes, 26 de noviembre de 2019

Seguridad


Cuando el aire se negó a entrar a mis pulmones,
Cuando los ojos se inundó de desesperanza,
Cuando mi cuerpo temblaba como una hoja seca,
Me tomaste de la mano,
Acariciaste mi cabello,
Susurraste mi nombre,
Tu calor calmó el frío que reclamaba mi cuerpo,
Cerré mis ojos,
Procurando que no se convirtiesen en cataratas,
Y fallé,
Me dejé ir la angustia del momento,
Y sólo tu voz, susurrando mi nombre me mantuvo a salvo,
Sabiéndote a mi lado arañe la poca calma que pude,
Y respiré lenta y profundamente,
Sosegué el terror que me corroía las entrañas,
Apacigüé el temor que me quebraba las piernas,
Y acurrucado sobre tus piernas,
Me quedé dormido,
Con tus labios imprimiendo tu nombre en mi frente,
Me quedé dormido,
Con tu aliento suave y tibio,
Susurrando mi nombre,
Me quedé dormido,
Sabiendo que tu amor me protegería,
Sabiendo que tú me cuidabas,
Cuando la vida parecía escapárseme por la garganta,
Tu voz serenándome me permitió darle la espalda a la luz,
Y quedarme contigo,
En tu regazo, en tus caricias que alejan los malos presagios,
En tus besos que dibujan amaneceres,
En tus ojos que me ven hermoso,
En este pedacito de cielo en el que hemos anidado juntos,
Cuando el aire se puso intransigente,
Y evitaba fluir en mí ser más íntimo,
Me mantuviste seguro…
Como desde hace tantos años,
Como de seguro, muchos más.

Fuerza


Me has abrazado con todos mis defectos,
Me has acariciado aun con todos mis pecados,
Y como al rayo del primer día soleado,
Me he ofrecido por completo como girasol,
Te he abierto el laberinto de mis pensamientos,
Y entre ellos has caminado sin temor alguno,
Me has hecho sentirme hermoso,
Me has hecho sentirme digno,
Tú si has sabido quererme,
Tú si has sabido llegar a conocerme,
Tú has descifrado los misterios de mi piel toda,
Y la has hecho tu nación, tu credo y tu tierra…
Y así tuyo, quiero seguir siéndolo,
Escogiéndote por encima del dolor que se me ha impuesto,
Escogiéndote por encima de la desesperanza que me reclama
Por encima del abandono que susurra mi nombre,
Que me seduce con inclemente encanto,
Me has amado con todos mis defectos,
Con todos mis miedos,
Con mis aciertos y mis absurdos,
Y me has hecho sentir vivo y dichoso
En las noches en que mis labios no podían articular más rimas que de muerte,
Así que aquí estoy, aquí me quedo…
Sintiendo que este pecho aún puede latir con ahínco,
Que mi boca aún puede susurrar versos enamorados,
Que mi cuerpo aún puede seguir…aunque sea un poco más,
Sólo un poco más,
Y mirar hacia delante, hacia mis sueños,
Y mirar hacia mis lados, hacia ti, hacia los míos,
Y mirar hacia arriba, a esas nubes acolchadas,
A esas nubes cargadas con lluvias,
A esas nubes que han absorbido las plegarias del mundo,
Si, esta es una declaración de guerra,
No importa el dolor, o que la energía se evapore como neblina,
Yo seguiré en pie,
Yo seguiré aquí con mis labios listos para besarte,
Con mis manos impacientes por tocarte,
Con esta calidez que en mi pecho que susurra tu nombre y un te amo,
Como si fuese un mantra que me devuelve la serenidad,
Como si fuese ese rezo que me devuelve la felicidad…
Sí, a tu lado soy feliz y soy pleno,
Y eso, esta enfermedad invisible jamás podrá robarme.

Seguir


Sí, he renegado de todo y de nada,
Sí, he maldecido y enfurecido enajenadamente,
He visto a las nubes del cielo disiparse en hilos blanquecinos,
Como un tejido mal hecho que se desbarata sin piedad alguna,
Sí, he blasfemado cuando las fuerzas de mis piernas me han abandonado,
Cuando la fe, la poesía y la poca alegría empacaron  y fugaron juntas,
Y el ánimo no tardó mucho en seguirlas,
Me enrosqué en mi cama, en sus sábanas arme un capullo,
Y allí me quise quedar para siempre,
Odiando todo, disfrutando nada,
Sintiendo como me mirabas con dulzura y simpatía,
Pero no podía sentir más que rabia,
No podía sentir más que mi vida escurriéndose entre cada suspiro,
Saliendo de mí por entre la piel que se sentía desgarrada desde dentro,
Con esa precisión quirúrgica y con ese ahínco carnicero,
Al que quisiera ya haberme acostumbrado,
Sí, he querido quedarme inmóvil como presagiando el día de mi partida,
Dejar que el dolor se lleve de una vez mi alma,
Que devore lo que se le antoje,
Que al igual que mis recuerdos se están borrando lentamente,
Así se vaya el dolor y no me importaría acompañarlo,
Cualquier destino sería mejor que este donde hasta respirar duele,
Donde la luz te corta las retinas,
Donde las flores te cierran el pecho,
Donde las entrañas se contraen como barro seco,
Donde la piel se tensa como una cuerda de violín y luego se rompe,
Donde las articulaciones se solidifican como cemento dejado a la intemperie,
Donde las ganas de llorar le ganan la batalla a mis sonrisas bobas,
Sí, he querido rendirme,
Te he visto a los ojos y sin remordimiento alguno,
Te lo he dicho, te lo he suplicado,
Y tú sólo me han besado, con esa calidez de primavera,
Tú sólo me has abrazado con la delicadeza propia de la seda,
Tú me has mirado de vuelta y me has dicho te amo,
Y entonces he respirado con una bocanada de aire que me rompe por dentro,
Y me he puesto de pie como caminando sobre vidrio roto,
Me he tambaleado como una hoja que se aferra al tallo quebrado,
Y entonces me has mirado y he seguido por mí, por ti, por nosotros,
He sonreído con sutileza,
He llenado mi ser de opioides sintéticos,
Me he acercado a besarte,
Procurando robar un poquito de ese sabor de tus labios,
Y llevarlo conmigo todo el día,
Como un tatuaje,
Como un amuleto,
Uno que me protege, uno que me hace reverdecer aun cuando parecía imposible,
Si, como el pasto, he de regresar a ser verde, a ser fresco y provocativo,
He de volver a sonreír concienzudamente,
He de seguir avanzando, aun cuando sea lento, aun cuando duela,
No voy a detenerme,
No lo haré si tú sigues tomando mi mano.

domingo, 24 de noviembre de 2019

Tozudez

Liso y blanco…
Frío, solitario
Así esta la habitación con luz tenue,
Y allí yace mi cuerpo tendido,
Ofrecido al dolor como en un altar de metal y algodón crudo,
Las venas se ramifican por fuera de mi cuerpo como serpientes traslúcidas,
Su sangre cristalina es bombeada desde un cuenco que las conecta,
Y se convierte en narcótico donde sus afilados dientes se clavan en mis muñecas y brazos,
El seco y frío fuego carcome mis músculos desde dentro,
Entonces me dejo ir a esa sensación que me eleva,
A esa sensación que me invita a perderme,
En escenas variopintas,
Donde las voces de alrededor se deforman como el alma en pecado,
Donde las luces se van apagando como estrellas en un firmamento de nubes espesas,
Densas como las flemas que ciegan los pulmones,
Que lo privan de todo oxígeno,
Y le regalan desesperanza…
Blanco y liso,
Solitario, frío,
Así yace mi cuerpo,
Luchando en silencio contra la infección que carcome la carne más íntima,
Luchando contra la perversa urgencia de rendirse sin mayor remordimiento,
Aquí yace mi cuerpo tendido,
Dejando que mi alma se vuelva un vapor obsoleto,
Esperando que la medicina haga efecto,
Dejando rodar mis miedos por mis mejillas,
Sacudiendo mis culpas como perro mojado que tiembla asustado,
Y allí me quedaré viendo pasar el mundo por la ventana,
Mimetizando mi piel con las sábanas,
Cambiando mi sangre por fármacos trasparentes,
Rogando recuperar al yo que perdí hace años,
Suplicando que el dolor se esfume como el calor de mis piernas,
Aquí yace mi cuerpo tendido y desnudo,
Procurando no descomponerse como fruto muy maduro,
Uno que busca regresar a la tierra y repetir su ciclo,
Una vez más, solo una vez más…
Heme aquí,
Quebrado y maltrecho,
Heme aquí,
Quebrado y vencido,
Pero esperando levantarme y seguir mi camino,
Con esa terquedad boba que se revela en mi sonrisa,
Con esa obstinación innata en mi mirada. 

jueves, 21 de noviembre de 2019

Hogar


La suave melodía de la noche,
Sigilosa avanza en el horizonte,
Adueñándose del mundo aun cuando este ostente resistencia,
Es como una caricia que se vuelve poesía por sí misma,
Y aquí sin miedo alguno,
Con sueños enredados como madejas de hilo crudo,
Con la vida haciéndoseme pesada,
Con las sonrisas haciéndoseme ligeras,
Susurro tu nombre mientras duermes,
Susurro un te amo ligero como el éter del otro mundo,
Y lo tejo entre tus cabellos con mis dedos siempre traviesos,
Esta noche que ha venido silenciosa y tibia,
Bamboleándose como una barca a la deriva,
Así nos hemos quedado los dos juntos,
Con esa paz como cuando el amor se ha resuelto,
Y las arrugas de la seda de estas sábanas,
Guardan celosas los gemidos,
Aquí y ahora,
Cuando el silencio se interrumpe solo por nuestra respiración y nuestros latidos,
Somos libres, siempre lo hemos sido,
Y aun así nos escogemos el uno al otro a cada instante,
Como se escoge la vida aun cuando el dolor magulle las piernas, los brazos o la espalda,
Te escojo a ti, escojo la vida aun cuando cada bocanada de aire se sienta como una estocada,
Aquí estoy y aquí me quedo,
Como este invierno remanente,
Como esa sensación húmeda en los labios que me recuerda que aún hay camino,
Que aún hay días y noches que quiero presenciar sujetando tu mano,
Te escojo a ti, y tú me escoges a mí,
Escojo la vida aunque la carne se sienta rebanada por navajas,
Aún mi mente se sienta revolcada por olas iracundas…
Sí, escojo la vida,
Escojo esta paz que tengo cuando yaces a mi lado,
Tibio como la primavera,
Seguro como el hogar con que soñé de niño,
Y que logré construir a tu lado.

martes, 29 de octubre de 2019

Los Olvidados


Vengan y beban,
Su camino ha sido el más pesado,
Vengan y beban,
Han de estar sedientos,
Impacientes,
Tristes y acongojados viajeros,
Sé que a muchos los han olvidado,
Sé que muchos esperan que alguien los recuerde,
Que alguien siquiera los mencione entre dientes,
Yo no sé su nombre,
Pues son muchos,
Y hoy los honro…
Que esta vela blanquecina como las nubes del cielo les de paz,
Que el fuego de su llama siempre juguetona les de guía,
Que el agua en la copa de cristal aligere su cansado viaje,
Que este aceite y esta sal los unja,
Benditos sean,
Bienvenidos sean,
Vengan y descansen,
Vengan y beban,
Benditos sean,
El velo se está debilitando,
Sean bienvenidos en este círculo,
Susurren su nombre,
Dejen que sus voces se mezclen con los vapores de jazmín,
Vengan y beban,
Vengan y descansen,
Hoy mis velas se encienden para iluminar su camino
Que encuentre a quien andan buscando,
Hoy mis velas honran su existencia,
Yo aún les dedico esta pequeña ofrenda…
A ustedes los olvidados,
A ustedes los que se han desvanecido sin flores,
Yo los honro,
Yo los recuerdo.

lunes, 28 de octubre de 2019

Almas Solitarias


Las velas se han encendido
Y su luz se balancea como olas de un mar inquieto,
El incienso se deshace en blanquecino humo,
Que galopa hacia el cielo,
Zigzagueando como las oraciones de los que han partido,
Como los ruegos de los que quedaron para recordarlos,
Y mis versos se vuelven hechizos en esta hora,
Mis pensamientos se quedan quietos como agua estancada,
Mi mente ligera como pluma,
Mi alma lúcida como la de quien ya despertó,
Hoy ofrendo los latidos de mi corazón a veces mezquino,
Hoy ofrendo los salmos de mis labios a veces impíos,
Hoy ofrendo las intenciones de mi ser todo,
En este afán ondulante como el destino,
Hoy ofrendo estos minutos,
Esta hora, estas oraciones, esta luz tenue,
Y este aroma dulce…
A todo aquel que cruzo solitario el puente,
Aquellos que se fueron sin más que un grito,
Sin más que una súplica,
Sin más que el deseo de que sus pecados sean absueltos,
Hoy enciendo una vela por los que regresaron a la tierra,
Por los que comulgaron con Gaia sintiendo miedo,
Hoy ofrendo este incienso  en sus muchos nombres,
Hoy ofrendo esta flor blanca en sus miles de nombres,
Benditos sean,
Que encuentren a los suyos cuando el velo se levante,
Benditos sean,
Que encuentren la paz hoy y siempre…
Benditos sean,
Ustedes los primeros viajeros,
Benditos sean,
Ustedes las almas solitarias…
Que estas ofrendas les sean agradables,
Benditos sean!

martes, 22 de octubre de 2019

Designio

Mis rimas se elevaran como nubes sobre la luz de la mañana,
Entonaré salmos que alaben tu nombre,
Derramaré mis bendiciones todas sobre tu frente,
Ofrendaré el humo de mi incienso
La flama enclenque de mis velas,
El brillo liso de mis ágatas y cuarzos,
Las imágenes multicolores de mis cartas,
El brillo afilado de mi daga,
Y el calor negruzco de mi caldero,
Al viento, al agua, al aire y al fuego…
Usaré mi espíritu como lámpara en la noche más tenebrosa,
Y estas ganas de acariciarte las traduciré en fuerza a cada paso,
Descalzo cruzaré el puente tapizado de amapolas,
Y allí donde te halles te encontraré,
Devolveré el calor a tus labios con los míos,
Devolveré la frescura a tu piel con mis dedos…
Allí donde te retienen lejos de mí, yo te encontraré,
La “tilaka” sanguinolenta en mi frente confundirá a los guardias,
Y mis ropas de lobo me harán invisible entre los espectros,
Tocaré con ahínco mi tambor “lapón”, así sabrás que estoy en camino,
Donde sea que estés cautivo, yo te encontraré,
Cierra los ojos a los horrores vaporosos,
Ignora las voces tormentosas,
Ya pronto susurraré tu nombre y te besaré,
Ya pronto mi mirada se zambullirá en la tuya,
Ya pronto estaremos juntos nuevamente…
La vida nos unió,
No dejaré que la muerte contradiga su designio.

Mi tierra


Mi tierra

¿Mi tierra?
Mi tierra es un vergel que huele a fresco,
Con césped terso y ligero,
Con flores que se abren acariciadas por el sol,
Con árboles que crecen libres,
Amasando, con sus ramas, las nubes,
Arañando el alma de la madre tierra con sus raíces.

¿Mi tierra?
Mi tierra es tibia como una mañana de primavera,
Que barre las tristezas de este a oeste,
Con un suave soplido que sabe a polen y madreselva,
E hincha mis pulmones con la vida que creí perdida,
Con rimas que se cuelan por mis poros,
Y ese himno solemne que es tu nombre…

¿Mi tierra?
Mi tierra eres tú.

¿Mi tierra?
Mi tierra serás siempre tú.

lunes, 21 de octubre de 2019

Promesa


Deberíamos sentarnos muy juntos,
Dejar que nuestros hombros le den sostén al otro,
Que nuestros cabellos se enreden todos,
Como el polen arrancado por el viento,
Como los sueños cuando se levanta el velo de los reinos,
Deberíamos quedarnos muy juntos,
En un silencio cómplice, como el de los árboles,
Como el del césped crecido,
Y movernos disimuladamente como plumas tiernas,
Dejando que nuestras manos se reúnan como la luna y el firmamento,
Que nuestros dedos se cuenten los porqués, los dóndes y los cuándos,
Quizás deberíamos sentarnos muy juntos,
Dejar que el calor que escapa de nuestros cuerpos,
Se amalgame como la letra y la melodía de una canción hermosa,
Aquí, en este jardín que se mece de lado a lado,
En esta historia que hemos escrito juntos,
En este cuento al que le hemos tejido un cuerpo
Con la grácil bondad de nuestros cuerpos volviéndose uno…
Quedémonos en silencio esta noche tibia,
Deja que la luna pálida se embriague con nuestras lágrimas…
Quedémonos en silencio, velando un día oscuro y lastimero,
Que mañana la vida volverá a sonreírnos,
Mañana de esta pena solo quedará un cadáver seco,
Arrojado con desprecio sobre la tierra húmeda,
Mañana el sol volverá a resplandecer sobre nuestras cabezas,
Y sus rayos se colaran como fibras etéreas entre nuestros cabellos,
Mañana toda esta pena no será más nada que un recuerdo,
Ligero como el humo del incienso…
Quedémonos en silencio,
Juntitos los dos,
No digamos nada,
Cerremos los ojos, y dejemos que las horas se esfumen rápido…
Quedémonos en silencio,
Todo estará bien…lo prometo

Estaciones


Si vinieses tan suave como el otoño,
Como el mismísimo viento que se cuela entre los árboles,
Como hilos traslúcidos de telas de araña,
Podrías caminar a mi lado,
Ver el mundo extenderse como un poema enamorado.

Si vinieses tan ligero como la primavera,
Como la mismísima lluvia que escurre por las hojas más jóvenes,
Como lágrimas llenas de dicha sobre unas mejillas arrugadas,
Adornadas por una sonrisa serena,
Entonces te tomará entre mis brazos y mis labios,
Sin pedirte nada,
Sin siquiera robar una pizca de tu esencia,
Aun así serías mío.

Si hoy vinieses a mi...
Me quedaría contigo por siempre.

Si vinieses sigiloso como el invierno,
Como la noche tenue reclamando todo para ella,
Como el sueño que revolotea entre mis latidos,
Podrías sentir como tu nombre echa raíces en mi alma,
Podrías saberte seguro a mi lado.

Si vinieses raudo como el verano,
Como los rayos dorados del sol apuñalando las olas,
Como el polen de las flores arrancados por la brisa marina,
Reconocería tu aroma con los ojos cerrados,
Te dibujaría con sumo detalle con mis dedos,
Y escribiría mi nombre en tu piel toda,
Y te reclamaría mío,
Hoy y siempre…siempre…amén.

lunes, 14 de octubre de 2019

Horca


Hicieron que la tierra se volviese instrumento de tortura,
La madre se convirtió en verdugo,
De su vientre la madera nació verde y tierna,
Y bajo el sol se hizo fuerte y tosca al tacto,
Luego ellos la escogieron,
Con sus sierras cortaron sus venas callosas,
Su sangre lechosa goteó sobre el suelo musgoso,
Y la cortaron aún más,
Hicieron vigas gruesas y luego las juntaron con clavos,
Al centro del pueblo la erigieron como símbolo de su miedo,
Como prueba de su poderío embebido en soberbia,
Allí la erigieron como un árbol seco y liso,
Y ataron del cuello a mis hermanas,
Y cuando sus cuellos tronaban como ramas que uno pisa en el bosque,
Ellos se regocijaron,
Levantaron sus estandartes,
Repasaron sus dedos manchados de sangre,
Por las cuentas frías de sus rosarios,
Todas mis hermanas fueron ahorcadas,
Mientras el fuego de las antorchas dibujaba sombras de tridentes,
De horda de embusteros, de mediocres cazadores de la nada,
Mis hermanas murieron en la horca,
Respirando el aroma suave que despedían los maderos de tejo,
El árbol que veneraron reclamo sus vidas,
Malditos embusteros,
Malditos ciegos,
Malditos estúpidos,
Creyeron que nos destruirían junto con la carne de nuestros cuerpos,
Pero, siempre estuvieron equivocados,
Pobres ingenuos,
Pobres lacayos de reyes falsos,
Las almas de mis hermanas huyeron hacia los bosques,
Y cuando llegue el momento,
Regresaremos…
La tierra nos ha dado refugio hasta que llegue el momento justo,
Hasta que nos toque vengarnos…
Oh, si…nos vengaremos!

Somos las hijas y los hijos de las brujas y hechiceros,
Somos las hijas y los hijos de las machis y los chamanes,
Somos las hijas y los hijos de las curanderas y los camascas,
Somos las hijas y los hijos de las parteras y los ermitaños,
Somos las hijas y los hijos de las gitanas y los houngans…
Somos las hijas y los hijos de los que no llegaron para quemar,
Somos las hijas y los hijos de los que no llegaron a colgar,
Somos las hijas y los hijos de la tierra, del agua, del fuego y del viento,
Somos las hijas y los hijos del sol, la luna y las estrellas…
Somos las hijas y los hijos del dios y la diosa,
Somos las hijas y los hijos de la magia que nunca muere,
Sobrevivimos y sobreviviremos…siempre…siempre.

domingo, 13 de octubre de 2019


He bailado tango con la soledad y la miseria,
Con la desesperación y hasta con la urgencia suicida,
He danzado en la tempestad del abandono,
Y pensé que esa sería la nación que me acogiese,
Pensé que mis huesos se harían polvo en esa tierra,
En ese páramo seco y maltrecho,
Dónde los insultos se habían tornado tan familiares como mi nombre,
Y dónde las maldiciones caían sobre mi frente como lluvia,
Pensé que moriría abrazándome a mí mismo,
Tejiendo mis versos más lúgubres como hilos burdos
Y haría una cobija para no sentirme tan frío en las fauces del destino,
En la invaginación escabrosa que es la fosa común de cementerio clandestino,
Pensé que con el tiempo mi sangre se volvería arena,
Mis lágrimas se volverían ácido úrico destilado y puro,
Pensé que me quedaría solo…
Que el amor no estaba permitido para seres como yo,
Pensé que lo que otros vociferaban era cierto,
Que era sucio, que era lascivo, que era un desperdicio,
Pensé que mi piel nunca podría jactarse de ser engreída,
De ser acariciada, de ser besada,
Pues había buscado el amor en oscuros y lúgubres cuartos,
Pero solo eran sombras que se esfumaban cuando el sol regresaba,
Pensé que la resignación debería de ser mi credo,
Y llegué a aceptar el estar solo,
Llegué a aceptar el secarme como una planta sin sol, sin agua,
Con raíces podridas enterradas en una mezcla de tierra vieja y orina,
Pensé que ellos tenían razón cuando me decían cosas feas,
Cuando me insultaban,
Cuando me miraban con asco, como si fuese excremento moldeado,
Pero luego llegaste tú
Y toda la mierda se disolvió,
Aprendí que mis manos rudas pueden ser delicada y tibias,
Que mis piernas no solo sirven para huir raudamente,
Que mis labios pueden pronunciar salmos de alabanza,
Que mis ojos pueden sonreír con disimulo y revelar tanto al mismo tiempo,
Y llegaste tú y aprendí que los sueños se cumplen,
Que los inviernos no son tan malos si tienes con quien cobijarte,
Que no soy tan malo como creía,
Que soy más atractivo de lo que suponía,
Al menos a tus ojos,
Al menos a tus manos traviesas como mariposas,
Al menos a tus labios laboriosos como hormigas,
Y llegaste tú y descubrí que la primavera existía,
Que no tenía que estar solo,
Que si dejaba de llorar vería la luz del día,
Que si levantaba la frente con orgullo vería la luna
Hermosa y plateada,
Y llegaste tú y me sentí hermoso,
Me sentí suficientemente limpio como para ser acariciado,
Y en tus brazos me quedé,
Ahora soy fuerte como el roble,
Alegre como los mirtos en un día soleado,
Ahora soy quién soñé ser…
Un ser humano…libre, feliz, pleno y amado…
Y llegaste tú y te quedaste a mi lado,
Gracias por eso,
Bendito seas…
Alabado seas.

It's time

I've lived and loved, I've hugged and kissed, I've done my duty, I've paid my dues, I've erred and also made amendments,...