miércoles, 27 de junio de 2018

Pronto

A estas alturas del partido me resulta sumamente normal fingir una sonrisa,
Estirar las comisuras de mis labios hacia lados opuestos,
Intentando iluminar lo sombrío que hay en mi propio mundo,
Los senderos inciertos que son mis pensamientos,
Los recovecos cuasi espeluznantes que son mis culpas pasadas,
Los cañones mortales que son mis miedos más enraizados,
A veces, hasta yo me trago la idea de que sonrío sinceramente,
Me creo esa imagen impostada imposible de resquebrajar,
Y hasta he aprendido a manipular el brillo escueto de mi mirada,
Para que las lágrimas reflejen la luz de tal manera que parezca alegría estancada,
A estas alturas del partido es fácil manipular mis gestos,
El aparentar que soy un lienzo de la época alegre de Van Gogh,
Aun cuando no sea más que un remedo del azul de Monet…
Es sencillo columpiarme de recuerdos menos agrios macerándose en mi memoria,
Y usarlos como un antifaz pintoresco,
De embustero seductor, con mirada lujuriosa,
Con palabras que reptan como serpientes exudando lascivia,
A estas alturas de mi vida he aprendido a caminar procurando cordura,
Moverme como una cortina de seda ondulando suavemente,
Invitando a ser acariciada, palpada sinuosamente, olfateada con ahínco,
Aun cuando mi piel toda se estremezca ante la idea de un abrazo,
Que prefiera enfriarse como una lápida de mármol pulido,
Dibujada con el viento del tiempo que añeja los sentimientos más loables…
A estas alturas de mi vida, me resulta más que sencillo,
El decir que todo estará bien, que el mundo no es una mierda pudriendo nuestras almas,
Aun cuando sé que la bondad del ser humano es invento filosófico,
Y que cualquiera te mataría por el precio justo…
Relamiéndose los labios con la sola idea de poder acariciar a su dios dinero,
A estas alturas de mi vida sólo creo en que respiro por inercia,
Aun cuando quisiera que cada bocanada de aire me cortase por dentro,
Como las hojillas metálicas que escondo en la mesa noche…
Que la saliva se espese como el engrudo seco y cerrase mi garganta,
Para ver mi piel sedienta de sol, ponerse azul como cielo despejado,
Y sentir esta vida que me pesa alivianarse mientras me abandona….
A estas alturas de mi vida,
Acaricio con pasión la idea de morirme,
La idea de que mis extremidades se pongan rígidas como hojas secas,
Y que el tiempo haga crujir bajo su látigo furioso…
A estas alturas de mi vida, sonreír cuesta y cuesta mucho,
Todo el mundo es una mierda,
Mis ideas se han estancado como agua en un pantano hediondo,
Mis rimas burbujean somnolientas como masa con levadura,
Y aquí estoy aún robando tiempo, espacio y oxígeno a los que lo merecen,
Aquí estoy aún vivo sintiendo como los químicos proliferan en mi sangre
Como mis sueños, alguna vez lo hicieron…
Aquí estoy enjugando valor para lanzarme del balcón,
De cara al pavimento y sin siquiera cerrar los ojos,
Con una breve nota de despedida y una disculpa mediocre como mis versos,
Aquí estoy, oyendo el replicar del segundero,
Esperando que la muerte se digne visitarme pronto…muy pronto.


Juntos

A veces me miro y no me reconozco,
No soy más el niño revoltoso que jugaba con carritos,
El que corría contra el viento…
No soy más el adolescente en conflicto con sus propios afectos,
A veces me miro y no me reconozco,
De aquel adolescente que leía a Bécquer no queda nada,
Ni la sutil manía de mirar por la ventana procurando convertir el aire en rima,
Del alguna vez temeroso ser humano,
Sólo quedan escuetos recuerdos aglutinados en los calabozos de mi memoria,
A veces me miro y sonrío,
Pues no soy más ese muchacho que tenía miedo de lo que era,
Que se había abandonado a la idea de ser rechazado,
A veces me miro y sonrío,
Veo a alguien que se emociona cuando su cara es garabateada por la lluvia,
Que aun después de tantos años le brillan los ojos cuando llega la primavera,
A veces me miro y sonrío,
Ya no me molesta mi sobrepeso,
Y a veces ni me peino, pero aún así me siento atractivo,
Sonrió, río, me carcajeo, hago muecas,
No me da miedo el mundo,
Lo he abrazado, he dejado que me mire, que me juzgue si así lo prefiere,
He dejado que el mundo me señale, y muchas veces me agreda….
Y no me importa lo que tenga que decir de mí o de mis maneras,
Soy feliz,
A veces me miro y no sé ni cómo, ni cuándo me convertí en lo que miro en el espejo,
Soy feliz,
Y no sé si lo merezca, no sé qué hice para lograrlo,
Sólo lo hice,
A veces me miro y sonrío,
A veces me miro en una foto antigua y no me reconozco…
No soy más aquel muchachito inseguro y de rimas de quinceañera dolida,
Hoy soy una nueva versión de mí mismo,
Ahora soy yo más que nunca antes lo había sido,
Vacío de secretos, vacío de miedos,
Y tan lleno de esa sensación burbujeante como champagne que es la vida,
Hoy me miro y soy feliz,
Encontré a alguien con quien columpiarme en la niebla limeña,
Encontré a quien tomaría mi mano para llegar al otro lado del rio,
Encontré el amor, y con él me encontré a mí mismo…
En su voz susurrando mi nombre,
En sus manos acariciando los kilómetros de piel de mi cuerpo,
En sus piernas echando raíces junto a las mías,
En su mirada que me desnuda con ternura,
En este pedacito del mundo que llamamos casa,

En ese cuento de hadas que seguimos escribiendo juntos.

Reencuentro

Esta piel alguna vez fue risueña,
Brillante como un poema empapado de lujuria,
Y hoy, la desconozco,
Su geografía me es extraña,
Es sólo un cascarón aun sin grietas,
Pero no hay alma, no hay rima, no hay dulzura…
Estoy vacío a niveles moleculares,
Vacío de quien alguna vez fui,
Y duele,
Duele el no reconocerse,
El que mi mente se sienta encadenada como un remedo de Houdini,
Forcejeando las cadenas y los candados,
Sin lograr salir,
Ahogándose en su propia saliva espesa,
Enredándose más y más en esta telaraña de pensamientos suicidas,
En esta negrura que cobre todo como hollín sobre una olla vieja y obsoleta,
Ya no reconozco mi propia sonrisa,
Y mi voz es sólo un eco ácido en mi cabeza,
Constante como una melodía fúnebre,
Hiriente como el llanto de un animal herido,
¿A dónde se fue aquel ser de miradas coquetas?
¿Dónde quedo mi alma de aire?
¿En qué momento mi alma se infectó con los males del mundo?
¿Cuándo columpiarme en tus labios dejó de ahuyentar mis miedos?
Si, tengo miedo, estoy temblando,
Así que abrázame fuerte,
Y susurra mi nombre como un rezo,
Besa mi frente,
Deja que me acurruque en tu pecho,
Enreda mi cabello con tus manos,
Que tus dedos deslizándose sobre mi cabeza barran esta tristeza que me mordisquea,
Que tu voz sea mi brújula,
Y que regrese de donde me encuentre a perderme únicamente en ti,

En ti…siempre en ti.

It's time

I've lived and loved, I've hugged and kissed, I've done my duty, I've paid my dues, I've erred and also made amendments,...