martes, 23 de octubre de 2018

Volar

Veo cómo se estrían las alas,
Me marea el viento,
Me muerde la locura,
Me acaricia el ímpetu de tus manos,
Mi cordura se disuelve como colorante en agua con cloro,
Y me doy cuento que si no me dejo caer,
Si no te dejo ir,
Entonces seguiré siendo alguien que no soy,
Seguiré siendo una pupa,
Y nunca encararé la verdadera metamorfosis,
Si me aferro a tus piernas inquietas,
Entonces jamás aprenderé a volar por cuenta propia,
Entonces no sabré si mis rimas
Lograrán atraer otras mariposas o sólo moscas,
Si no te dejo ir,
Jamás seré la libélula frenética que soné,
Jamás sabré si esto que me calentaba entre tus sábanas
Era más que la pasión de una primavera dilatada como vulva ansiosa,
Si no me dejo ir,
Entonces nunca sabré si este era mi hogar,
Entonces nunca sabré que tan lejos puedo volar,
Se estrían mis alas,
Y las veo avejentarse como mis manos y mis mejillas,
Y antes de que la muerte me saboree con ahínco,
Quiero volar,
Quiero probar que estas enclenques alas mías,
Aún baten lo suficiente como para ver el amanecer en otros pueblos,
Para dar unas cuantas volteretas en otros jardines,
Quiero volar,
Quiero saborear otras flores,
Empañarme en ese polen de placer mezquino que extraño febrilmente,
Con la fuerza de mis piernas, con la turgencia de mi ingle,
Quiero volar…
Oh, dios mío, estos anhelos de libélula vuelven a caldearme los ánimos,
Estos sueños de libélula vuelven a rasparme las entrañas,

Quiero volar.

Migración

Ha pasado tanto tiempo,
El hollín se ha acumulado en las ventanas,
Cual costra sobre una herida empeñada en sanar…
Y si miro a través de los vidrios tan llenos de huellas dactilares,
Solo puedo ver un mundo que se desmorona,
Una lluvia que corta como hojillas de afeitar recién manufacturadas,
Ha pasado tanto tiempo,
Desde la última vez que me anime a asomarme a ver el cielo,
Desde la última vez que escribí tu nombre en el aire,
Con palabras entrecortadas,
Que me recordaban a esos sueños de mi infancia,
Ha pasado tanto tiempo,
Que mi piel se ha cuarteado y se ha vuelto foto-fóbica,
Soy un poema de versos invernales,
De símiles fríos…de un corazón que se ha hecho lento
Precavido como el mismo tiempo,
Y con ese temor innato de las criaturas de la tierra,
Me asomo a ver si este mundo me acogerá nuevamente,
Si mis pies encontraran un sendero nuevo,
Si mi poesía cual semilla aletargada lograra germinar nuevamente,
Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que me sentía vivo,
Que me asusto,
Tiemblo como siendo azotado por el recuerdo de su adiós,
Y solo una minúscula parte de mí me dice que siga adelante,
Que es tiempo de liberar mis emociones más íntimas,
Como un concierto acapela en medio de la nada,
Que es tiempo de saltar a lo desconocido de sus brazos,
Que es tiempo de besarlo,
Aun cuando el miedo me tenga entumecido,
Es tiempo de emprender nuevo vuelo hacia dónde sus jóvenes alas aleteen…

Es tiempo de ver si mi amor no se secó cuando el murió.

Caricias

Quédate en silencio,
Muy muy quieto,
Cierra los ojos,
Hazlo ya…
Y podrás oír como mis rimas crujen en el firmamento,
Como se aglutinan mis versos como truenos en el oscuro cielo,
Como mis palabras resuenan como tambores en esta noche,
Como mis latidos retumban como un mundo quebrándose a la voluntad del clima,
Quédate en silencio,
Muy muy quiero,
Cierra los ojos,
Y acaríciame ya,
Y podrás sentir como mi piel se mueve en dirección de tus dedos,
Como césped crecido,
Y si me besas podrás sentir que me entrego como tierra húmeda,
Dispuesta a producir lo que tú necesites,
Y verás que mis rodillas se debilitan y se enredan entre las ruyas,
Quédate en silencio,
Muy muy quieto,
Cierra los ojos,
Y bésame ya,
Y te darás cuenta que mis labios aún tienen historias que contarte,
Y si me dejas susurrar tu nombre con calma y dulzura,
No querrás que nadie más lo dibuje en su boca,
Si te quedas muy quieto escucharás el susurro de mi piel toda,
Suplicándote que te quedes esta noche conmigo,
Y que me ames para siempre…
Quédate en silencio,
Muy muy quieto,
Cierra los ojos,
Y abrázame ya,
Y sentirás que los latidos de mi pecho son como un suspiro,
Y mientras más fuerte me sujetes, ese suspiro se volverá una palabra,
Y la palabra una letanía,
Y luego un salmo que alabará tu presencia,
Así que quédate en silencio

Y simplemente acaríciame.

Tormenta

Y todo tiembla en el cielo,
Las nubes se quiebran como vidrio,
La tormenta anuncia su dominio con truenos,
Sonidos portentosos como tambores de guerras pasadas,
Y el rayo, cual mensajero de la furia de Dios,
Prende los árboles como anticipadas piras funerarias,
Entonces aquí, en este refugio que es nuestra cama,
Nos acurrucamos,
Como rezando en un altar improvisado,
La tormenta aullará como coyote cazando en nuestros predios,
La lluvia garabateara las ventanas,
Y nuestras manos el cuerpo de otro,
Como jeroglíficos que sólo entendemos tú y yo…
Y soplará el viento como una tonada melancólica,
Y las hojas desprendidas de los árboles se precipitaran al suelo,
Como teclas de un piano destartalándose mientras da a luz su última sinfonía,
Y nosotros nos enredaremos en estas sábanas
Como los hilos de la vida,
En un nudo perfectamente imperfecto,
Y allí nos quedaremos, hasta que el mundo se calme,
Hasta que el sol destierre la noche orgullosa que merodea
Como cuidando una celda llena de los males del mundo,
La tormenta seguirá golpeteando la tierra hasta que esta pida clemencia,
Y mi ser hará lo mismo entre tus piernas,
Hasta que tus gemidos opaquen el ruido del mundo,
Y mi nombre sea la única palabra de tu credo.



jueves, 11 de octubre de 2018

Entonces

Vienes cálido como la primavera,
A despertarme de este letargo somnoliento de opioides legales,
Me besas sin disimulo alguno,
Con esa urgencia con que se respira,
Y me tocas como repasando los acordes de una vieja melodía,
Que sólo conocen tus dedos,
Y entonces despierto,
Veo el mundo moverse con normalidad, con ahínco,
No como en cámara lenta,
No como siluetas borrosas dibujadas con carboncillo,
Avejentadas como mis sonrisas…
De pronto despierto y todo tiene color como la vida que de niño disfrutaba,
Los árboles se mecen serenos, como versos en tus labios,
Entonces despierto, estoy vivo, estoy limpio,
Y el cuerpo ya no duele, las piernas se vuelven más elásticas
Y serpentean alrededor de tu cintura,
Como una luna en su órbita alrededor de la tierra,
Entonces me besas y despierto,
Y quiero que este momento que bambolea como las olas de un mar travieso,
Se vuelva eterno, se alargue como las vocales de tu nombre,
Entre los gemidos que se escabullen de mis garabateados labios,
Me besas, me tocas…me llenas, me sacias,

Y la vida que creí perdida me la devuelves.

It's time

I've lived and loved, I've hugged and kissed, I've done my duty, I've paid my dues, I've erred and also made amendments,...