miércoles, 27 de agosto de 2014

Ayúdame

Abro los ojos para recibir una nueva mañana,
Con la misma ansiedad que demuestra un condenado a muerte,
Forcejeo con las sábanas que más parecen una camisa de fuerza,
Y procuro desvincularme de mi instinto suicida,
Gesticulo una sonrisa morbosa,
Otra vez he resbalado en el charco somnoliento de la tristeza,
Me siento sucio como la fachada de esta casa,
Azotado por la lluvia que latiguea con efectividad envuelta en disimulo,
Enfrentarme al mundo con una mirada tranquila,
Es quizás el acto más difícil de mi arsenal de tretas sociales,
Enjuago la noche bajo el rocío de la ducha,
Cubro mi desnudez tan hambrienta de ti con lo primero que encuentro,
Y salgo a desgastar mis zapatos sobre las veredas ásperas,
Miro sin mirar, oigo sin oír, mis sentidos están entumecidos,
Rígidos como mi entrepierna…estoy electrificado,
Siento esa urgencia de ti,
De tus piernas entre las mías,
De una noche más…
A quién engaño? Deseo toda la eternidad contigo,
Pero te has ido a ser el sustento de un césped,
Que nunca agradecerá la dulzura de tu piel tanto como yo
Te has ido para hacer brotar de tu cuerpo flores,
Una perpetua primavera,
Una infecciosa sinfonía de colores transgénicos...
Y me has dejado ataviado con la misma noche,
Con mi culto solitario,
Invocandote con cánticos, con salmos, con conjuros,
Acidificando el humo del incienso al contacto de mi acuosa desdicha,
Rodando por mis mejillas como rueda el mismo tiempo,
Sin piedad, sin pausa alguna…
Te has ido a un reino al que no tengo acceso libre como lo tenía a tu lecho,
Te has ido y me has dejado para infundir pena entre familiares y penas…
El viudo veinteañero…sollozando con disimulo,
Usando tu ropa para sentir tu aroma,
Evaporándose bajo el roce de mi nariz de gesto lascivo,
Te extraño,
Ya no me visitas, te niegas a mover la copa sobre el tablero que pintaste,
Quizás porque las letras se han desgastados bajo el corrosivo diluvio de lágrimas,
O quizás ya me has olvidado,
Si ese es el caso…dime que hago para hacer lo mismo,
Por favor ayúdame a repudiar mis pensamientos que se ramifican entorno a tu nombre,
Ayúdame a continuar viviendo sin la necesidad de abrazarme a tu lápida los domingos,
Sin la necesidad de cocinar tu comida favorita todos los días,
Ayúdame a olvidarte…pues yo solo, no puedo.

lunes, 25 de agosto de 2014

La promesa

Esta noche como todas, mis pensamientos tienen tu nombre,
El color de tu piel y hasta tu aroma…
No puedo evitar que se desprendan de mis labios suspiros que pensé olvidados,
Rimas que asumí retozaban en los campos Eliseos…
Me inundan unas ganas locas de llorar,
Al saberme tan solo y con frío,
Lo único que atino a hacer es abrazarme a mí mismo,
Frotando mis brazos con mis propias manos,
Tratando de buscar consuelo en esta noche que se presenta con fauces fieras,
Con la saliva espesa escurriendo entre sus dientes afilados,
Y su aliento de almas errantes disueltas en nubes de invierno,
Nada es lo mismo,
Los árboles me parecen tétricos,
Los que alguna vez percibí como salmos recitados por pajarillos trinando,
Hoy solo emulan una marcha fúnebre al principio de cada día,
De estos día opacos y de paso lento,
De transeúntes empapados no descifro si sólo de lluvia
O como yo también de llanto,
De esos ríos que parecen fluir con mayor facilidad que la bondad en el ser humano,
Estoy deambulando en la idea de la pena de muerte autoimpuesta,
En la poesía melcochuda de un suicidio escuetamente digno,
Barajando opciones ponzoñosas y soluciones punzocortantes,
Entre cada uno de los versos que aún soy capaz de producir,
Interrumpiendo el fluir de mis lágrimas…
Invoco a la muerte casi con tanta fuerza como invoco el tuyo,
¿Me oyes?
¿Me recuerdas?
¿Me esperaras cuando este cruzando?
¿Me tomarás de la mano como solías hacerlos?
¿Seguirás amándome?
¿Podremos tener el tiempo que se nos negó en esta vida?

¿Seremos tú, yo y el infinito como lo prometiste?

Te extraño

Tu recuerdo, aunque vago aun se percibe tibio,
Me acaricia la piel desde dentro,
Me llena de esa sensación incómoda que inunda mis ojos,
Y hace que se desborden como presagiando un nuevo diluvio,
Te extraño,
A veces me envuelvo en mi propia voz,
Leyendo tus cartas envejecidas…
Y por un instante te siento en esta habitación tan vacía de ti,
Y tan llena de soledad que resulta incómodo el moverme
Y toparme con ella a cada paso,
Respirando su perfume,
Sintiendo su presencia iracunda y blasfema,
Te extraño,
Si tan solo pudiese sentir tus labios presionando los míos,
Tu voz desollando mis lamentos,
Si tan sólo pudieses rasgar las entrañas de la tierra y volver a mí,
Por un beso más, por un abrazo más, por una noche más,
Te extraño,
No es lo mismo hablar con tu pulida lápida sin recibir respuesta,
No es lo mismo arrodillarme sobre el césped,
Sin tener tus ojos clavados en los míos,
Susurrando con tu mirada picara que me amas…
Te extraño,
Por favor, espérame, allí donde estés, yo te encontraré,
Sólo no me olvides, sólo no te vayas de mis pensamientos,
Como lo hiciste de mis brazos, de mi lecho,

De mi lado…de nuestro pedacito de cielo en este desdichado mundo.

It's time

I've lived and loved, I've hugged and kissed, I've done my duty, I've paid my dues, I've erred and also made amendments,...