jueves, 28 de febrero de 2019

A mi lado

Vienes como un canto alegre de tierras lejanas,
Donde la magia se filtra entre las notas de un violín envejecido,
Y te enraízas obstinado en mis pensamientos
Como hiedra…apretando suavemente mi ser todo,
Entonces me siento con vida,
Como la misma tierra húmeda después de la lluvia,
Esperando que los mastuerzos florezcan como el ocaso,
Y todo sea naranja rojizo y brillante como el fuego de las velas,
Que se contonean con la suave brisa,
Como dibujando nuestros destinos mientras me pierdo en tus ojos,
Oh, tus hermosos ojos marrones, con una veta verde,
Oh, esos ojos en los que sigo siendo joven y apetecible,
Como los duraznos maduros del huerto,
Que te gusta mordisquear con lujuria sentado en la puerta de la casa,
Viendo como el día se recoge en el horizonte eterno,
Con esa ternura palpable con que me acaricias,
Cuando mi cuerpo yace adolorido y encogido como oruga en nuestra cama,
Protegiéndose del sol y del ruido,
Con la piel áspera como hecha de hojas secas,
Murmurando suplicas para que el dolor se aleje,
Con ojos lluviosos en los que tú te pierdes sin saber qué hacer, cómo acariciarme,
Aun así, te quedas a mi lado y cuando ya puedo moverme
Tus manos acomodando mi cabello desordenado son como una respuesta a mi ruego,
Luego me miras y sonríes como niño que encuentra a su mejor amigo,
Me besas y sé que puedo continuar un día más…
Si es contigo, si es de tu mano,
Seguiré en ese mundo desordenado
Un día a la vez, sólo un día a la vez…

Así que gracias por estar a mi lado.

miércoles, 20 de febrero de 2019

Ska de la tierra

Resuena como un cascabel en mi cabeza,
El viento se arremolina en mis oídos y lo perfora hasta el cerebro,
De pronto todo es solo un zumbido extraño y seco,
Como la voz de la tierra llamándome,
Como la voz de los arboles susurrando entre su follaje,
Como la lluvia cayendo discretamente sobre mi rostro,
Todo tiene un sonido particular y único,
Todo resuena con su eco propio,
El río, la piedra, los juncos quebrados y pudriéndose en la orilla,
Las raíces nuevas creciendo lentamente,
Entrelazándose como tejidos a crochet debajo de la tierra fofa,
La serpiente y la lombriz arrastrándose,
El escarabajo procurando mirar al cielo,
El ave cayendo en picada por su presa…
Oh pobre gusano,
No importa, pronto habrán miles naciendo en mi carne,
Y mientras ésta se descompone, también crujirá,
También cantará,
La sinfonía de la vida, la de la muerte, todo resuena
Todo cascabelea…
Sólo tienes que oír con atención y sin recato alguno,
Sólo tienes que callar tus propios pensamientos,
Cerrar los ojos sin apretarlos,
Sincronizar tus latidos con tu respiración y hacerlos lentos,
Pesados como los pecados del mundo,
Entonces la escucharás…esa rapsodia quejumbrosa y risueña,
Esa canción del mundo
Que se traduce en aromas de hojas frescas y otras mustias,
De flores que se abren y otras que colapsan sin energía,
De vida que se abre camino por el umbral materno,
Y de muertos que se despiden como sombras sigilosas…
Si oyes con atención entenderás la letra,
La tierra está viva y todo aquel que de ella se nutre,
Volverá a sus entrañas como un envase reciclado,
Para ser usado nuevamente,
Como una muñeca de carne, esperando a que se le implante un alma,
Si escuchas atentamente…
Oirás tu nombre, quizás el mío, quizás…sólo quizás,
Lograrás entender, que la tierra no te pertenece,
Tú le perteneces a ella…
A ella, sólo a ella,
Y cuando la zanja este abierta y sus fauces hambrientas,

Tu cuerpo le dará sustento, para que sobreviva otro invierno.

Mañana

Llueve y no puedes ocultar más tu presencia,
Tu figura lánguida y escurrida apoyada en la ventana,
Me pregunto desde cuándo me espías,
Desde cuándo apoyas tu nariz sobre el liso vidrio,
Pero sobretodo me pregunto,
Por qué no entras y me visitas,
Por qué no entras y te acurrucas a mi lado,
Después de todo, la cama es grande y tibia,
Después de todo, me caería bien la compañía…
Ay dulce muerte,
Me pregunto si abriendo la ventana,
Entenderías que ya estoy listo,
Que te espero con los brazos abiertos,
Y sin miedo en el rostro,
Es más con una leve sonrisa en mis labios harapientos,
Con una rima de agradecimiento en mis pensamientos,
Me pregunto qué te detiene,
Acaso es ese vidrio manchado con mis huellas,
Pulido por el escaso sol que le cae por las mañanas,
O es que esa lluvia es de agua bendita,
Si ese es el caso,
Despreocúpate, puedo prestarte una toalla para que seques tu cabello,
Y puedes refugiarte en mi cama para que se te pase el frío…
Ay dulce muerte,
Quisiera tener fuerzas suficientes para acercarme a la ventana,
Abrirla, abrazarte y decirte, si, si a todo…
A mis culpas, a mis pocos aciertos, a mis amores perdidos,
A mis pecados, a mis enclenques virtudes, a mis maniáticos actos,
Quisiera abrir la ventana,
Sentarme a tu lado,
Juntar nuestras cabezas y que nos diésemos confort mutuo,
Y desvanecerme en tus negruzcos ropajes
Como un cigarrillo consumido en un cenicero,
Que se golpea lentamente y se deshace por completo…
¿Alguien me ayudaría a abrir esa ventana?
Ay dulce muerte…
Espero no te resfríes en la lluvia,

Y esperes a que pueda abrirte la ventana mañana.

sábado, 9 de febrero de 2019

Hoy

Hoy amanecí ligero como un verso,
Como una hoja que se balancea en el aire mientras se precipita al suelo,
Hoy amanecí radiante como el sol del verano más pío,
Fresco como un prado después de una noche de serena lluvia,
Hoy amanecí con ganas de estirarme como mis pensamientos,
Hoy amanecí con ganas de camina descalzo sobre el césped recién cortado,
Amanecí con mis venas llenas de vida,
Con ese entusiasmo del agua rodando cuesta abajo por la cascada,
Con ideas revoloteando como esporas de diente de león sopladas por algún enamorado,
Hoy amanecí con la piel fresca como la primavera
Con las manos ligeras como aleteos de mariposa,
Con la piel fresca como la arena que dibuja la playa,
Hoy amanecí con mis pensamientos despabilándose como una madeja de lana,
Que rueda libre sobre la pendiente,
Y me sentí vivo,
Sin resaca como un mar en plena tormenta,
Sin que mis piernas se doblasen como tallos tiernos al salir de la cama,
Hoy camine con holgura sin arrastrarme de las paredes,
Hoy estas me parecieron lisas y no ondulantes como las luces boreales…
Hoy desperté con vida,
Hoy desperté con ese entusiasmo con el que se cocina, con el que se ama,
Con el que se besa al ser amado,
Hoy desperté con ganas de que me abrazaras, de que me tocaras,
Hoy desperté con ganas de sentir tus manos recorriéndome como senderos conocidos,
Que tu voz rodase por mi espalda como un salmo,
Que tus piernas se enredasen en las mías como el destino que te puso en mi camino,
Hoy amanecí con ganas de saborear la vida,
Con esa ingenuidad tan pueril y que creía perdida,
Hoy mis medicamentos hicieron su trabajo sin costarme la dicha con que se tejió mi alma,
Hoy mis medicamentos funcionaron lo suyo…
Y puedo ver el azul entre los grises perpetuos del cielo limeño,
Hoy, solo por hoy, quiero abrazar al mundo,
Sentarme en el balcón con los ojos cerrados y oír como canta el viento,
Hoy, quizás solo sea hoy, así que no quiero desperdiciar ni un minuto…
Ven, bésame, acaríciame, acurrúcate a mi lado.

FM

Y un día llegó sin avisar, sin razón y sin motivo alguno,
Y decidió anidar en mi cuerpo,
Como un vagabundo obstinado y con síndrome de emperador suburbano,
Y desde ese día va y viene como un amante ingrato y egocentrista,
Y se expande como un murmullo de grillos por entre mis venas,
Como un golpeteo de gotas de agua cayendo sobre un estanque,
Y en cada articulación echa raíces gruesas
De modo que si me muevo con holgura me hace sentir tu presencia,
Con un hincón como una afilada espina,
Y me posee por completo,
Me acaricia a su antojo con esa malicia que se ha vuelto parásita,
Con sus dedos invisibles y fríos como garfios afilados,
Me daña, me drena de energía,
Tensa cada músculo de mi cuerpo como cuerdas desgastadas de una guitarra,
Un acorde más, un día más, 
Un verso más y quizás colapse, quizás me rompa,
Ha venido con ese hormigueo zigzagueante que sube por mis pies y mis manos,
Y que en su recorrido se hace más intenso,
Como si tejiese un macramé con mis nervios,
Y luego los lamiese con su lengua rasposa de gato endemoniado,
Entonces me encojo, abrazo mis piernas,
Y procuro morder mis ganas de gritar, de llorar hasta quedarme seco,
Quizás así deje de venir a buscarme,
Quizás así podría dejar de sentir su aliento que todo lo rasga
Como pedacitos de vidrio frotado con ahínco sobre una herida abierta,
Y es cuando esa sensación nauseabunda de repudio por el mundo
Me envuelve como placenta chamuscada y acidificada,
Y me falta el aire, y me siento preso en mi propio cuerpo,
Es cuando quiero irme lejos,
Cuando quiero callar mis propios versos,
Cuando intento ocultarme, pero es inútil, nunca lo logro,
Siempre me alcanza,
Siempre me encuentra,
Como una fiera rabiosa de sentidos súper desarrollados,
Oliendo el miedo, sintiendo el sudor narcótico exudado con premura,
A veces lo siento llegar y quiero huir, marcharme lejos,
Quedarme tan quieto que me confunda con una de las tantas almohadas en mi cama,
Y pase de largo como la primavera en Lima,
A veces le siento llegar oh maldito emisario del dolor y el silencio,
Y quisiera lanzarme de un tejado cubierto de buganvilias,
Tan solo para no darle el gusto de que me vea agonizar bajo su yugo,
Bajo esa influencia maligna que es su existencia,
Y es que lo odio con toda la fuerza que aún me queda,
Odio lo que le ha hecho a mi cuerpo,
Odio el sentirme tan a merced suya,
Odio el que me haya escogido a mí de entre tantos en el mundo,
Odio el sentirme tan vulnerable cuando llega,
Pero odio aún más el que nadie pueda ver las huellas de su trato despiadado,
Odio el no poder mostrarle a otros como se sienten mis músculos
Como cortados y embadurnados en sal gruesa,
Como se sienten las articulaciones como taladradas y rellenadas de cemento,
Como se siente la cabeza como martillada y rociada con ardiente cera,
Como se sienten la piel como salpicada con lejía,
Como se siente el alma…como una piedra pesada,
Como con lepra, desprendiéndose a pedazos,
Como se desea la muerte aun cuando uno procure una sonrisa.

domingo, 3 de febrero de 2019

Valor

La noche se desliza en cámara lenta,
Como abanicada con una rama quebrada,
Ahuyentada por mi ánimo regio de esperanza,
Con ese gesto de repudio y miedo, solapado en una sonrisa…
La noche se va lenta,
Como los malos augurios en el humo del palo santo,
Y en el calor residual de las velas desgastadas,
En este rincón limpio y suave como algodón recién segado,
Donde rueda el viento arrastrando mis rimas,
Está el yo tratando de levantar vuelo aun con el sobrepeso,
Aún con las alas arrugadas como hojas en otoño,
Aquí yace el yo con esa urgencia de hacerse carne como el Verbo Divino,
Aquí yace el yo, mancillado, deformado por tus caricias lascivas,
Agrietado por tus insultos,
Pero aun en pie queriendo ser libre…
Y es que acaso deseo libre,
¿Pero para qué?
¿Para seguir amándote?
¿Para empezar a amarme?
¿Pero cómo?
Si te llevo grabado en mi piel como las huellas sobre la arena húmeda,
Como una melodía estancada en el corazón de una quena,
Esperando a ser descubierta,
Esperando a tomar posesión de la mente de quien la entone,
Esperando a volverse locura,
Esperando a consumirme desde dentro
Como los genios desterrados por los versos del Coran,
Esos que ciegan, duelen, queman, corroen como ácido, pero no matan…
Esperando, como tú, a que te elija una vez más,
Por encima de mi cordura,
Por encima de pacto con el dios y la diosa,
Por encima de la vida que he dejado brotar a borbotones de mis muñecas,
Una, dos, tres, cuatro y hasta cinco veces…y seguro una vez más…
Aquí yace el yo, maltrecho, desfigurado, queriendo parecerse a su verdugo,
Aquí yace el yo, de pie, pero enclenque,
Con esos arrebatos esquizofrénicos y voluntariosos,
Declarándose libre…
Si, libre, aunque te suene ridículo,
Libre para acurrucarme en la “dama de hierro” que es tu cariño,
Libre para declararme feliz con tu trato áspero…
Después de todo me lo merezco,
Después de todo…es lo único que merezco.

Saltar

Y caen los versos como hojas secas,
Sobre el estanque tranquilo de mis pensamientos,
Te pienso,
Y ondulas como agua,
Te vas haciendo más extraño a mis sentidos,
Tu imagen se decolora como los cielos en invierno,
Te pienso,
Y si me quedo en silencio,
Puedo sentir como el césped cascabelea mientras me asomo al barranco,
Como el viento gimotea con una melancolía densa,
Una que rivaliza con la que llevo en las entrañas,
Estoy preparado para dar el salto,
Cierro los ojos,
Me rodeo con mis brazos,
En un pueril intento de revivir tus abrazos,
Y entonces me siento como una canción incompleta,
Como un poema insulso…
Te pienso,
Y me dueles como la vida misma,
Como el hambre en las entrañas,
Te pienso y susurro tu nombre,
Y si me quedo quieto puedo oír tu voz en el eco del escabroso acantilado,
Ven a mí, ven a mí…me susurra, malicioso, engreído, egocentrista,
Tan dulce, tan engañoso, tan tú…
Si mis pies dejasen de temblar avanzaría,
Con esta mustia intención de besarte,
Con esta urgencia de callar las voces bochincheras
Hazlo, salta, hazlo, salta…salta…muere, él te espera…aquí te esperamos.

viernes, 1 de febrero de 2019

A mi lado

¿Qué sucederá…
Cuando tus besos me parezcan extraños?
Cuando me toques y no sepa quién eres?
Cuando tu nombre no signifique más que un grupo de sílabas?
Cuando camine sin saber mi destino?
Cuando me encuentres deambulando por las calles y no te reconozca?
¿Qué sucederá…
Cuando no recuerde quien soy yo?
Cuando no pueda ni salir de la casa para no perderme?
Cuando crea que los recuerdos de mi niñez son actuales?
Cuando olvidé las cosas que me hacen yo mismo?
Cuando me den arrebatos y te desconozca?
¿Qué sucederá…
Cuando el que yace en tu cama no recuerde su nombre?
Cuando el que amas no recuerde el tuyo?
Cuando te ruegue que me lleves a casa estando en ella?
Cuando llore porque todo duele y olvide tomar mis pastillas?
Cuando estos versos sean ecos de palabras lejanas?
¿Me seguirás amando?
¿Me seguirás mirando con dulzura?
¿Me seguirás abrazando con fuerza?
¿Seguirás a mi lado?

It's time

I've lived and loved, I've hugged and kissed, I've done my duty, I've paid my dues, I've erred and also made amendments,...