En tus dedos me siento
un libro escrito en Morse,
Deslizas tus dedos y
luego los haces repicar sobre mi piel trémula,
Me tocas como acordes
de una sinfonía sencilla y magnifica,
Mis pensamientos giran
como juegos mecánicos,
Elipses una dentro de
otras tantas,
Rimas que se confunden
en círculos,
En electrificadas ondas
epiteliales…
Me besas, te beso,
Todo mi ser parece
cobrar sentido en ti,
Sólo en ti,
En ese eco gutural de
tus latidos y los míos retumbando sincopados
Como tambores de
guerra,
Mi mente hace un “Split”
perfecto,
Los problemas se
desvaneces como el sudor, como la lluvia, como el tiempo pasado,
Y mi poca cordura
comienza a hacer piruetas,
Me sofoca la urgencia
de consumar lo que tanto anhelamos,
Ser el uno del otro,
Como el sol es al
desierto…una simbiosis tortuosa,
Como la vejez es al
hombre…una consecuencia inevitable,
Susurras mi nombre y
se resquebraja el silencio que nos acoge cada noche,
Susurro tu nombre y
por primera vez en todo el día mi voz suena hermosa,
Tengo sed de ti, tengo
hambre de ti…
Bendito seas hijo de
Adán…
Este cuarto de sabanas
arrugadas y con olor a vainilla,
Serán nuestro Edén
hasta que la muerte nos separe…
Acariciemos esta noche
como si fuese un afelpada piel de lobo,
Envolvámonos en
nuestros gemidos,
Esta noche se
contorsionara entre nuestras piernas
Y el alba nos traerá
un viaje de 24 horas para seguir amándonos…
Para seguir
disfrutando de habernos encontrado,
Para seguir
disfrutando de nuestra vida juntos!
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