jueves, 27 de septiembre de 2018

Normal

Hay días que transcurren más suaves que el invierno,
Donde los lánguidos minutos se estiran más que mis suspiros,
Y todo avanza en cámara lenta,
Como mis pensamientos tan sedados,
Como mis latidos adormecidos,
Como estos versos con sabor a opioides sintéticos…
Hay días que se deslizan como hielo sobre una superficie lisa,
Como las ganas de dar un paso con las piernas dormidas,
Como la urgencia de moverse aun cuando el cuerpo no responde,
Y se siente frágil y vacío como los restos de una hormiga,
Hay días en los que mi cerebro se apaga como un bombillo viejo y quebrado,
Como los sueños de un niño que madura en la adversidad de la vida,
Como un celular sin batería…y sin un tomacorriente cerca,
Y me muevo sintiéndome extraño,
Encarcelado en esta prisión epitelial en que se confinado a mi alma,
Y camino lento, perdiendo y recuperando el equilibrio,
Y mis palabras se elongan y se enredan como ovillo de lana,
Y todo es confuso, los sonidos son deformes,
Las luces hieren como agujas insertadas en la pupila,
El roce de la ropa corta raspa como lija,
Y aun así sonrío con la mirada,
Aún con mis neuronas nadando en un cocktail de pregabalina,
Y con los sentidos disminuidos,
Sigo en pie, tratando de sentir el sabor al chocolate,
A ver si así despierto…
Y trato de percibir el melódico crujir de las hojas secas,
Tan solo para saber que sigo en este mundo,
Trato de enfocar mi vista en un solo punto,
Y le doy cuerda a mi corazón como un reloj analógico,
Intento que mi cerebro se sacuda el entumecimiento,
Y procuro ser un adicto funcional,

Y sentirme por segundos vivo y hasta normal.

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It's time

I've lived and loved, I've hugged and kissed, I've done my duty, I've paid my dues, I've erred and also made amendments,...