Mis pensamientos dejaron de ser un ruego,
Mi voz susurra bendiciones,
Mis versos dan gracias a la tierra,
A estas flores que se enredan en mis cabellos
Cuando tumbado en el césped,
Jugueteo con el agua,
Dejando que mis dedos disturben la paz líquida de su superficie,
Alguna vez me sentí extraño en este mundo,
Tambaleándome entre un verso y una pesadilla,
Pero, aquí dónde el viento frígido del sur
Ha soplado las nubes del firmamento,
Me siento parte del todo y parte de la nada,
Lleno de vida, vacío de temores…
Estoy aquí alucinando en vapores de muña,
Sintiendo tu mirada dibujándome lentamente,
Como acariciando cada centímetro de mi cuerpo
Con dulzura y cierta malicia,
Te miro de reojo, te sonrío
Nuestros silencios se entrelazan en el viento,
Te digo que mi amas tan solo moviendo mis labios,
Y tú me respondes lo mismo…
Este mundo está en paz y nosotros también.