Paraiso

Parece que el cielo ha disuelto su color azul

Y este se ha vertido en el agua y en el prado,

El jardín del Edén debe de haber lucido así,

Con agua turquesa como lapislázuli líquido  y ondeándose lentamente,

Dejándose formas caprichosas por el viento frio y seco,

Y respondiendo con inusual encanto escarapelando su acuosa piel lisa….

Así debió de haber sido el paraíso…

Con pasto colándose entre los minúsculos espacios vacíos

Que dejan las flores del “tarwi”,

Rozando nuestras rodillas,

Enraizándose en la tierra que huele a fresco como tu cabello,

Como tu piel toda cuando me envuelves en tus brazos,

Me besas y entonces hacemos de este cielo,

Un abrigo traslúcido en el que no existe el tiempo,

Ni los pensamientos lánguidos o lúgubres,

Ni las voces que muchas veces cuchichean dentro y fuera de mi cabeza…

Solo el viento que sisea bienaventuranzas a nuestro cariño,

En este paraje de azules en degrade mi alma esta en paz,

Mis caderas entre tus manos,

Las tuyas entre las mías,

Mi boca ya no me pertenece, es toda tuya,

Y la tuya, es sólo mía,

Como el oxígeno es a la vida,

Como la idea de dios es a la mente del hombre,

En junta medida, somos el uno del otro,

Ayer, hoy y siempre y hasta que el cielo se desmorone,

Sobre la humanidad toda,

Y aun así, tu espíritu y el mío seguirán enredados como el tiempo y el espacio,

Te amo, tú me amas…hay paz en el aire…

Todo está bien, todo estará bien mientras estemos juntos,

Encontré a mi Adán en una ciudad de concreto,

Y con él, de su mano, he regresado al paraíso que nos vio nacer.