A estas alturas del partido me resulta sumamente normal fingir una
sonrisa,
Estirar las comisuras de mis labios hacia lados opuestos,
Intentando iluminar lo sombrío que hay en mi propio mundo,
Los senderos inciertos que son mis pensamientos,
Los recovecos cuasi espeluznantes que son mis culpas pasadas,
Los cañones mortales que son mis miedos más enraizados,
A veces, hasta yo me trago la idea de que sonrío sinceramente,
Me creo esa imagen impostada imposible de resquebrajar,
Y hasta he aprendido a manipular el brillo escueto de mi mirada,
Para que las lágrimas reflejen la luz de tal manera que parezca alegría
estancada,
A estas alturas del partido es fácil manipular mis gestos,
El aparentar que soy un lienzo de la época alegre de Van Gogh,
Aun cuando no sea más que un remedo del azul de Monet…
Es sencillo columpiarme de recuerdos menos agrios macerándose en mi
memoria,
Y usarlos como un antifaz pintoresco,
De embustero seductor, con mirada lujuriosa,
Con palabras que reptan como serpientes exudando lascivia,
A estas alturas de mi vida he aprendido a caminar procurando cordura,
Moverme como una cortina de seda ondulando suavemente,
Invitando a ser acariciada, palpada sinuosamente, olfateada con ahínco,
Aun cuando mi piel toda se estremezca ante la idea de un abrazo,
Que prefiera enfriarse como una lápida de mármol pulido,
Dibujada con el viento del tiempo que añeja los sentimientos más loables…
A estas alturas de mi vida, me resulta más que sencillo,
El decir que todo estará bien, que el mundo no es una mierda pudriendo
nuestras almas,
Aun cuando sé que la bondad del ser humano es invento filosófico,
Y que cualquiera te mataría por el precio justo…
Relamiéndose los labios con la sola idea de poder acariciar a su dios
dinero,
A estas alturas de mi vida sólo creo en que respiro por inercia,
Aun cuando quisiera que cada bocanada de aire me cortase por dentro,
Como las hojillas metálicas que escondo en la mesa noche…
Que la saliva se espese como el engrudo seco y cerrase mi garganta,
Para ver mi piel sedienta de sol, ponerse azul como cielo despejado,
Y sentir esta vida que me pesa alivianarse mientras me abandona….
A estas alturas de mi vida,
Acaricio con pasión la idea de morirme,
La idea de que mis extremidades se pongan rígidas como hojas secas,
Y que el tiempo haga crujir bajo su látigo furioso…
A estas alturas de mi vida, sonreír cuesta y cuesta mucho,
Todo el mundo es una mierda,
Mis ideas se han estancado como agua en un pantano hediondo,
Mis rimas burbujean somnolientas como masa con levadura,
Y aquí estoy aún robando tiempo, espacio y oxígeno a los que lo merecen,
Aquí estoy aún vivo sintiendo como los químicos proliferan en mi sangre
Como mis sueños, alguna vez lo hicieron…
Aquí estoy enjugando valor para lanzarme del balcón,
De cara al pavimento y sin siquiera cerrar los ojos,
Con una breve nota de despedida y una disculpa mediocre como mis versos,
Aquí estoy, oyendo el replicar del segundero,
Esperando que la muerte se digne visitarme pronto…muy pronto.