Mediocre

Mis nervios vibran como al son de una canción epiléptica,

Me da miedo que sepan que sigo siendo un cazador,

Una “cualquierita”…

Me quedo quieto como después de un orgasmo,

Y pienso en lo que soy…puta, mediocre, my puta, muy mediocre,

Existo, aunque el simple hecho de existir más allá de mi mente me asusta,

Me fascina la dulce morbosidad de fantasías con el suicidio,

Los malabares audaces entre la estupidez mediocre,

Y la locura mediocre,

En resumidas cuentas soy mediocre,

Como este amor que te profeso,

Tan lleno de insulsa poesía,

Tan vació de fidelidad corpórea,

Te deseo, te toco, te disfruto, pero no soy sólo tuyo,

Soy como el agua que no se le niega a nadie,

Como el viento, al alcance de quien se anime a respirar con mayor ahínco,

Soy promiscuo,

Soy un puto, o una puta dependiendo de si me dominan,

O si yo los trato peor que bailarina del Cucardas…

(I love when the say my name…bitches!)

Me dices que me amas, y te respondo con la convicción pía de un monje

Que se dedica a masturbarse cuando nadie lo ve,

Me dices que me amas y yo también lo hago,

Me amo, y soy indulgente con mis propias pasiones sodomitas,

Y mis anhelos más esquizoides…

Me amo, y si, a mi modo, también te amo,

Con esa mediocridad con que se vive, se eyacula copiosamente,

Se viste y se abandona el hotel sin siquiera saber el nombre del amante

Que yace tendido en la cama sonriendo en la esperanza de volver a gozarme,

Te amo, mediocremente, pero te amo,

Pero más amo el que me digan: “sigue papi, sigue, reviéntame, asi, dale!”,

Putos mediocres,

Ellos, el encargado del hostal, yo, el mundo…

Mediocre amor!!!!

Impotencia

¿Cómo puedo responder a mí mismo, si no me conozco lo suficiente?

¿Cómo puede haber algo tan severamente insidioso en mi destino?

Casi siempre…bueno, en realidad siempre…

¿Cómo puedo escoger palabras para referirme a mí mismo?,

Sí, lo que menos entiendo es cómo se articula mi alma a mis personalidades múltiples,

¿Cómo puedo concebir un objeto de adulación y repulsión al mismo tiempo?

¿Cómo puedo anhelarlo, tenerlo y perderlo en una misma respiración?

¿Cómo estar e irme?

Sin siquiera oscilar en la disposición misma del mundo con respecto a mí ser,

¿Cómo puedo dormir si no tengo sueños?, sólo pesadillas…

Fantasías caníbales y orgias sadomasoquistas,

Y cómo conciliar la paz de los que duermen,

Si ruedo en la cama en lugar de quedarme quieto a sincopar tu respiración con la mía,

Si en lugar de procurar asfixiar mis penas con el calor de tu pecho sobre mi espalda,

Me la paso mirando las paredes decoloradas en la penumbra de la noche,

Como acechando la remota posibilidad de que las almas que me acosan,

Por fin muestren su rostro, me sonrían y me digan ven a bailar con nosotros,

Sobre la baranda del balcón de nuestra casa, y luego dejarme caer,

Sobre los autos que pernoctan frío alrededor del edificio,

¿Cómo voy a ser feliz si no sonrío a plenitud desde que he nacido?,

¿Cómo he de vivir, si la muerte me lame las tripas?

¿Cómo he de hacerte feliz, si no puedo ni siquiera hacerte gemir?

Impotencia…

Eso siento,

Me siento impotente al no logar que tu vida sea el cuento de hadas que mereces,

Me siento impotente al no ser el príncipe azul que mereces,

Me siento mierda por no ser el hombre que mereces bajo tu techo y en tu lecho.

Mío

Siento que me he vuelto parte del suelo,

De la arena, de la grava por dónde vas haciendo camino en la vida,

Me siento parte de la naturaleza,

Parte del movimiento imperceptible del vida misma…

Grito mis iras y mis labios se estiran como los continentes,

Cesa la pena y sonrió…

Pienso en ti y mis miedos se alejan como las nubes en el viento,

Divago…

Respiro en intervalos irregulares,

 - Contigo no hace falta mucho oxigeno extra -

Me nutres, me das fuerza, me proteges de las almas en pena,

Mi incertidumbre merma,

Te sé mío, pero más que nada, me sé tuyo,

Y en esa verdad única encuentro respuesta a lo que soy,

Un ser humano…

El objeto de tu deseo, la perdición de tu cordura,

Sólo en ti…soy yo mismo,

Y mis arrebatos se vuelven dóciles como el pasto tierno en tus dedos,

Soy tuyo…parte de ti, soy en ti,

Como el arrullo de mi nombre en tu voz,

Como el color de tu piel y de tus ojos…

Soy tuyo y cuando me lo dices entre ardores de seda y sudor,

Simplemente me elevo, muero y resucito,

Luego gimo y puedo dormir en tus brazos siendo solo un suspiro suave,

Apagándose como tu sombra al caer la noche…

Soy tuyo…y tú eres mío.

Soneto(obvio)

Si tú me miras, yo me vuelvo hermoso…

Pierdo vergüenza de mi boca desganada y de mi voz triste,

Pierdo temor de desnudarme,

Pues tus ojos se deslizan con dulzura sobre toda mi piel.

Si tú me miras, yo me vuelvo hermoso,

Pierdo la cordura que aún ostento…

Y hasta creo ser hermoso y cuando te acercas

Tu aliento derrite el poco pudor que hay en mi ser.

Si tú me miras, yo me vuelvo hermoso,

Mi boca crepita susurrando tu nombre,

Y proclamo todo mi ser…tuyo.

Si tú me miras, yo me vuelvo hermoso,

Y Cuando susurras mi nombre junto a un te amo,

Yo ansió vivir, respirar y ser siempre tuyo...obvio!!!

Respirar

Y casi sin querer tu nombre se cuela en mi mente,

Y sin mucho esfuerzo, como cuando uno respira,

Te toco con mis pensamientos,

Que vuelan como el tiempo,

Como el viento que acaricia las palabras del mundo,

Los pensamientos ajenos,

Los continentes que jamás tocaré con los pies desnudos,

No hay nada ya,

No hay anda ya…en mí,

No vuelvo a hablar,

No hay cordura, no hay sensatez, ni siquiera yo mismo,

Se me ha escapado el alma,

Soy solo de aire,

Como el dulce y cálido aliento que se filtra por tus labios cuando hablas,

Sin ti, yo…yo no existo,

Sin ti, yo…yo no soy más nada que aire,

Solo una deuda pendiente en el plan de Dios,

Sólo un arrullo que disimula miedos en una canción de cuna,

Te extraño, te necesito pero no quiero hacerlo,

Intento resistirme a la tortura de pensarte,

Y nuevamente te me cuelas en la mente,

Tu nombre oscila en mi mente como con luces de neón…te extraño,

Con el dolor más insidioso tengo que aceptar que te sigo amando…

Sí, lo dije, te sigo amando,

He mordido mis labios hasta sangrar para no pronunciar esas palabras,

Pero me rindo…te amo,

Y es que amarte es un acto reflejo, es involuntario como respirar.

A tu lado

 Tu cabello se está volviendo cano,

El mío se está yendo hacia donde el viento se lo lleve,

Pronto sólo mis dedos podrán jactarse de amanecer enredados entre cabellos,

Los tuyo acariciaran la piel lisa….

Tus ojos son marrones claros con una veta verdosa,

La misma que me recuerda la primavera abriéndose camino entre el otoño,

Los míos como el café recién pasado,

Pero en ambos, nos reflejamos con una dulzura que se mantiene en el tiempo,

Los años garabatean tu rostro como grafitis dejando en claro que envejecemos,

Mis manos las curte la lejía y son cada día más ásperas,

Yo nunca fui hermoso,

Mis modales son rudos,

Mis arrebatos incitan son guerras campales,

Y tú. ..tú no eres perfecto, pero eres mío…sólo mío,

Y aunque a veces me siento pequeño en tus ojos que han visto el mundo,

Sé que me amas…

Quizás no seas el príncipe encantado

Pero los orgasmos que contigo tengo,

Son aquellos que las princesas tienen en los cuentos de hadas,

Por eso viven felices para siempre…

Como yo a tu lado!

Virus

La noche del come almas ha iniciado,

Se estira maliciosamente con esa burlona sonrisa ganadora,

Va dando un bocado aquí, un bocado allá,

Debo aceptarlo…hacerle frente es iluso,

Resistir en la esperanza de la salvación es estúpido,

Me estoy muriendo,

Se me está agotando la vida,

Como el tiempo marcado con un hilo descendente de arena,

Lo admito, le tengo miedo al desmoronarme en plena batalla,

Sé que perderé,

Sé que me destripará mientras el mundo me mira y se ríe de mí,

La marca rosa revelará la vergüenza y la sentencia…

Tengo miedo, pero también los huevos bien puestos y he de luchar,

Intoxicaré mi cuerpo y al residente maldito al mismo tiempo;

Las drogas carcomen la presencia fantasma que me fagocita desde dentro,

Pero también me debilita,

Me marea, me llena de sensaciones nauseabundas,

Que se hilan con dolores de cabeza y sueños eróticos,

Es un rosario catatónico de lisuras con acento inglés,

Y versos que me rasgan la piel con culpa, con odio, con un macramé de emociones,

Lloro con la cabeza hacia atrás, colgando de la cama,

Para que las lágrimas se pierdan en mis cabellos,

Trato de disimular a más no poder la angustia,

Pero ya no aguanto,

La noche del virus estás bostezando

Y en su garganta me estoy resbalando,

Me digerirá con paciencia,

Mientras se agudiza el dolor de mi alma y la soledad de esta plaga,

La noche del virus empieza aquí y ahora, y hasta que la muerte me reclame, amén!