He esperado mucho por este momento,
He tratado de negarme a su llamado,
Pero ya no más,
Hoy me visto de blanco,
Hoy camino descalzo por el sendero trazado,
Por aquel camino que se me ha revelado desde el vientre materno,
Hoy me presento ante ustedes hermanos y hermanas,
Sin antorchas, sin hachas, sin horquetas…
Tan sólo con mis pensamientos limpios y serenos como un estanque,
Con mis pasos que proclaman mi decisión plena…
En esta noche y en esta hora,
El pudor se deja caer como el temor al mañana,
La duda se escurre como el mismo aceite perfumado de la unción,
Me entrego en este altar de flores y velas,
Ofrendo mi ser a aquellos cuyos nombres han sido borrados de la lengua
humana,
Y me entrego así, desnudo y libre,
Libero las cadenas impuestas por los pueblos del sol,
Hoy, aquí y ahora…
Cuando el amarillo anaranjado del sol rebota sobre los nubes,
Enjugándose como un grito desesperado,
Anuncia su rendición como los cazadores de antaño,
Ya nada me preocupa,
La muerte no me importa…
Soy el hijo de las que murieron en el fuego,
Soy el hijo de las que colgaron en las plazas,
Soy el hijo de la tierra misma,
Soy el hijo del fuego y del viento,
Soy el hijo del agua,
Hoy me entrego a mi destino,
Hoy me entrego a este aquelarre,
Con cada latido en mi corazón,
Con cada gota de sangre que mi piel evita que gotee,
Hoy entrego la esencia de mi alma que es luz y oscuridad,
Y ante este humo perfumado,
Ante este festín de carne asada,
Ante este cáliz de agua y sangre,
Me proclamo libre
Me proclamo novicio de la noche,
Me declaro brujo,
Salve seres protectores de los cuatro puntos cardinales,
Salve dioses antiguos como el tiempo,
Revelen su presencia más densa que la oscuridad primigenia,
Bendito sea este encuentro,
Permítanme acercarme a ustedes como su hijo,
Como aquellos y aquellas que los conocieron y veneraron en el pasado,
Hoy entrego mi todo a ustedes,
A la religión antigua,
Acepten esta insignificante ofrenda que es mi todo
Y testificaré su nombre en el mundo,
Proclamaré su poder en cada uno de mis actos
Salve Señora de los Cielos, Diosa Dorada de la Noche,
Salve Señor de la Tierra, Dios Guerrero del Prado y del Yermo,
Bendigo sus nombres con sangre de mis manos,
Con agua y sal de mis lágrimas,
Alabados sean hoy y siempre…
Que así sea,
Hoy hermanos y hermanas soy uno de los suyos.