El jardín está limpio,
Los pies están adoloridos,
Las manos están lastimadas,
Las espinas se han escurrido en la piel,
Y allí se han encapsulado,
Las mariposas nos visitan con mayor frecuencia,
Las flores secas se caen y el viento las arremolina,
El té se entibia sobre la mesa,
La flama de las velas se menea seductora,
Tus manos vuelan sobre mis rodillas,
Mi cabeza se apoya en tu hombro…
La noche reclama el firmamento,
Entonces el mundo parece bostezar,
Pero mis piernas siempre inquietas,
Lo único que ansían es albergar tu ser como semilla,
Darle abrigo en esta noche que fresca,
El jardín está limpio,
Las llamas de las velas revelan siluetas sobre los muros,
Tu cuerpo y el mío yendo y viniendo como olas,
Encajando como el mar y la arena,
Acurruquémonos sobre el césped liso,
Que sus hojas rasposas disimulen la pasión impresa de nuestras
caricias,
En las espaldas del otro, como escribiendo nuestros nombres,
Pues soy tan tuyo, como tú eres mío,
Así estuvo escrito, así es, así será…
El jardín está limpio,
Pero nuestras intenciones nunca lo estarán,
Nunca podremos estar juntos sin tocarnos,
Y eso me gusta,
Eso me enamora,
Aún después de tantos años,
Aún después de tanto…siempre.
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