“Ha llegado el momento
de partir, y que te dejemos ir,
Con paso firme y sin
temor alguno cruza al otro lado del puente,
Dónde te esperan
nuestros ancestros,
Y dónde nos esperaras
sonriente, cuando el tiempo de reunirnos llegue,
Por la tierra y el
viento y el fuego y la lluvia,
Emprende tu camino sin
temor, nosotros te recordaremos siempre”.
“Hoy egresas al seno
de la madre tierra,
De la cual nacemos y a
la cual volvemos,
Hoy mi hijo/hermano/tío/sobrino/nieto/amigo/amante
cruza el puente sin miedo alguno,
Recordémoslo siempre”
“Hoy dejas atrás las
ataduras del mundo y te vuelves viento,
Conviértete en la
brisa que mece los pastos,
Hoy mi hijo/hermano/tío/sobrino/nieto/amigo/amante
cruza el puente sin miedo alguno,
Recordémoslo siempre”
“Hoy se borran tus
deudas con este mundo y te purificas con el fuego,
Que calienta nuestros
hogares,
Hoy mi hijo/hermano/tío/sobrino/nieto/amigo/amante
cruza el puente sin miedo alguno,
Recordémoslo siempre”
“Hoy fluyes sin ataduras a la paz eterna como
el agua,
Que fluye serena entre
este y el otro reino,
Hoy mi hijo/hermano/tío/sobrino/nieto/amigo/amante
cruza el puente sin miedo alguno,
Recordémoslo siempre”
“Martin, regresamos tu
cuerpo a la tierra,
Martin, dejamos que tu
voz se mezcle en el viento,
Martin, dejamos que
este fuego nos reconforte,
Martin, te dejamos ir
en la lluvia,
Martin, tu recuerdo
nos acompañara hoy y siempre”.
“Ve ya, cruza el
puente, descansa, nos volveremos a ver”.
Nota: No quiero que interpreten esto como una nota suicida, pues nada más alejado de eso. Aun cuando estoy listo para morir, no estoy buscando maneras para acabar con mi vida. Simplemente escribo este poema que me gustaría que mi familia leyese cuando llegue el momento de decir adiós. Declarando como ultima voluntad que se ignoren los ritos funerarios de la iglesia católica, puesto que yo no profeso esa fe.
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