En esta noche sorda,
Mis ideas brillantes solo
atraen miedos,
Como polillas a la lampara
encendida,
Ensordeciendo la razón con
su aleteo fúnebre…
En esta noche decadente,
Mis ojos atraen la lluvia,
Como los pétalos rugosos de
las amapolas…
En esta noche que me
envuelve,
Como carne, como fardo, como
capullo de seda,
Quisiera quedarme,
Quieto, tan quieto como la
tierra seca de las tumbas viejas,
Quisiera poder prescindir del
oxígeno como las rocas
Con las que tropiezan los
que logran huir de este manicomio que llamo vida…
Esta noche ha venido pedante
y regia,
A tomar posesión de lo que
cree que es suyo…
El tiempo, mi tiempo, tu
tiempo, nuestro tiempo,
El espacio,
La profundidad de mis
temores,
La ligereza de mis palabras,
Este templo vacío que es mi
pecho,
Y este credo impío que es tu
nombre en mis labios…
La noche ha llegado,
Ojalá echase raíces y se
volviese eterna,
Ojalá me engullese con sus
colmillos de olvido…
Sí, estoy cansado,
Sí, estoy triste…
Y no…ya no quiero dar otro
paso más.
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