El chirrido metálico sorbiendo el aire
Convirtiéndolo en agua en su estómago de plástico
Me desquiciada,
Perfora mis oídos como aretes oxidados,
Y su murmullo se siente en mi garganta,
Como palabras furiosas fermentándose...
La luz se esparce por el techo,
Como leche derramada,
Y mis ojos pesan lo mismo que mi abdomen rollizo,
Estoy cansado,
Pero el sueño se me escapa de las pupilas,
Como moscas intrépidas viendo acercarce una mano brusca,
La muerte disfrazada...
El ronroneo mecánico ensordece,
Como una esponja absorbe por igual el aire húmedo,
Y la poca paz que aún queda entre estas paredes,
La saliva se vuelve nata en mis pulmones,
Y me ahogo en este paraje seco que es mi cama,
Tengo sueño, todo duele,
Y aun cuando el aire parece escaso es suficiente para seguir viviendo,
Maldita voluntad autómata,
Que se apaguen las luces y que la tierra me cobije,
Tengo sueño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario