Adiós ilusión, adiós sonrisa, adieu, oh vida,
Fuiste una campaña de protesta en esta ciudad,
Pero todo se acaba, como el sustento, como la calma,
Como el agua en los países del primer mundo,
La rápida marcha de la muerte nos ha tomado por sorpresa,
Me siento como la Bastilla, tomada por asalto,
Mis deseos de continuar confrontas a la realidad del final presuroso,
En esta contienda sanguinaria tengo las de perder,
Mis pocas rimas escapan hacinadas en trenes oxidados,
Como judíos enviados a un campo de concentración
Donde seguramente morirán, y serán abono para mejores poetas,
Poetas que de seguro no tendrán mi sangre,
Pues no he de multiplicarme, no he de poblar la tierra,
Mis ancestros morirán conmigo,
Mi apellido se perderá cuando el pulso se detenga,
Ya falta poco, es como una sinfonía sincronizada,
Siempre me consideré más aguerrido,
Supongo que esperaba demasiado de mi,
De mi insulsa naturaleza cuasi humana,
Mi misión nunca será completada,
Mi belicosa manía atacarlos con una sonrisa no sirvió,
El gritar, el lanzar piedras, el encadenarse tampoco,
Ahora estoy muriendo lentamente,
Mi pesebre a la otra vida será una fosa común,
Donde van los parias como yo,
Los sin nombres,
Los hijos de la peste…pronto endulzaré sus vidas con mi partida,
Con dulzura sin culpa como la de Stevia en sus mermeladas dietéticas,
Pronto partiré…ojala alguien llore…aunque sea sólo uno!
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