Los mejores insultos ruedan como canicas en mi cabeza,
Van limando asperezas,
Desbaratando toda cordura de tanto roce…
Me siento desgastado como la piel de un culo aficionado al fisting,
Me siento aire, sin forma definida,
Sin extremidades útiles, tan sólo un falo,
Que se irgue agresivo para mostrar compasión por el amante viejo,
Por aquel que lo ha vestido, lo ha alimentado, lo ha atendido,
Me siento vacío de amor, de afecto,
Lleno como el estomago después de un festín de cumpleaños,
Pero lleno de ganas de huir,
Huir como lo hace el gas con sigilo…
Tan presionado por una sociedad visceral hecha de mierda,
Ya no te amo, lo he dicho,
Pero estoy atado a ti, a tu cariño,
A tu cama siempre tibia, a la seguridad de lo conocido.
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