He desperdigado versos insulsos como quien riega semen en el abdomen de su amante,
Con emoción épica, y para qué, para reafirmar lo vacío de nuestro amor…
Lo insulso del acto sexual entre dos Adanes…nunca habrá un campo a ser fertilizado,
Las sábanas arrugadas se arremolinan a nuestro alrededor como tumbas,
Alrededor de muertos en vida que se niegan a cerrar los ojos,
Suspiro su nombre y un te amo, y estos galopa como caballo espectral por la habitación,
Chocando fieramente contra las paredes y muriendo sobre las cortinas,
Al no escuchar respuesta de tus labios…
Giro sobre mi derecha y engullo mis suspiros,
Tu giras y tu espalda se mezcla con la mía…
Unos segundos después, yaces roncando y yo dejo que mis ojos se vuelvan cataratas,
¿Algún día dirás que me amas?
¿Algún día dirás que quieres casarte conmigo?
¿O simplemente seguiremos con este juego de estocadas copulativas?
Te amo…pero no volveré a decirlo...
Te amo…pero temo volver a decirlo,
No quiero que te levantes de la cama y me dejes allí solo,
Ya bastante tengo con sentirme solo en las entrañas,
Como para que también me despierte y me vea solo en mi cama!
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