El día bosteza entre las hojas de los árboles,
Y entre las voces de dentro y fuera
De mi mente laberinto…tú te escabulles en mis pensamientos,
Sigilosamente, como queriendo pasar desapercibido,
Pero eso es imposible,
Mis piernas tiemblan si te recuerdo,
Mi fuerza toda se desvanece como la vida a cada segundo,
Me declaro tuyo, en un silencio pétreo…
Te pienso y me olvido de todo,
De este frio que hormiguea sobre mi piel bronceada,
Me olvido del lenguaje de mi pueblo,
Solo articulo tu nombre…
Así me tienes…tonto, enamorado,
Desesperado por que tus labios se derritan en los míos,
En mi piel toda,
Que tus manos descifren los secretos de mi desnudez,
Y que tu aliento derrita este invierno con un te amo,
Susurrado jadeantemente a mis oídos tan sordos al bullicioso mundo,
Tan atentos a los tenues galopes de tus caderas entre mis piernas…
Y esta tortura pseudo-placentera de pensarte sin sentirte,
Pronto cesará,
La noche nos acecha, nos acoge con ternura…
Pronto me acurrucaré en tu pecho,
Te dormirás enredando tus sueños entre mis cabellos,
Y yo, desfalleceré en el arrullo de tu voz diciendo: te amo!
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