Déjame lloriquear hasta deshidratarme,
Deja que me muerda las uñas desesperadamente,
Deja que me arañe la piel toda con frenesí malévolo,
Deja que me acurruque en el silencio de esta noche,
Deja que despotrique mis angustias,
Que me sacuda las lágrimas como hojas secas en un árbol que se renueva
en primavera,
Déjame disfrutar un poco de esta psicópata tristeza,
Deja que vele a la misma muerte que lleva creciendo en mi desde tanto
tiempo,
Deja que mi voz se quiebre en cada sílaba,
Y que cada verso se vuelva una despedida suicida,
Déjame llorar hasta el cansancio,
Para volver a ponerme en pie,
Acercarme a ti, hasta que mi piel se confunda con la tuya,
Deja que respire el mismo aire que alimenta tus pulmones,
Deja que mis partes se suelden con el calor de tus labios,
De tus manos recorriéndome como un pergamino misterioso,
Repasándome una y otra vez…y otra más…
Deja que explote en emociones,
Que llene mis vacíos con tus susurros, con tus promesas,
Déjame llorar, para luego besarte con más fuerza,
Déjame diluir mis lágrimas al punto que no quede tristeza alguna,
Y abrazarte con desesperación,
Impaciente y sin razón…déjame decirte que te quiero,
Deja que grite que te amo, y no digas nada…sólo bésame.
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