Y huelo a ti…
Siento tu aroma inundando mis pulmones,
Filtrándose en mi torrente sanguíneo,
Siento tu aroma mimetizándose con mi ADN…
Te amo, soy tuyo, no te das cuenta, verdad?
¿Tanto te cuesta aceptarlo?
¿Tanto te cuesta entrelazar mi nombre con tus gemidos,
Aceptar que la sinfonía de tu piel está incompleta sin la mía,
Que mis uñas rasgan las cuerdas de tu razón?
¿Tanto te cuesta aceptar que te has enamorado?
¿Tanto te cuesta rendirte a mis labios,
A las rimas que son tus piernas entre las mías?
¿Tanto te cuesta el saberte amado completamente,
El bajar tus defensas al nivel de las mías?
¿Tanto te cuesta decirme: te amo?
Me dueles dentro, como un secreto teñido de sangre,
Me dueles como la verdad engullida con ahínco,
Me dueles dentro, pero aun así me rehúso a dejarte ir,
Te has clavado en mi ser como un cuchillo,
Y si lo remuevo moriré desangrado,
Está bien…me conformaré con tus ásperos silencios,
Con tus disimulados besos,
Con tus toscas manifestaciones de afecto,
Seré el refugio que buscas en las noches,
Aunque al caer la mañana emprendas viaje,
Está bien…calla si eso deseas, si decirlo te lastima,
Calla, si eso te hace sentir menos vulnerable,
Pero no pretendas que yo lo haga,
No me pidas que deje de gemir tu nombre y un te amo,
Cada que me tocas hasta el alma.
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