Quédate en silencio,
Muy muy quieto,
Cierra los ojos,
Hazlo ya…
Y podrás oír como mis rimas
crujen en el firmamento,
Como se aglutinan mis versos como
truenos en el oscuro cielo,
Como mis palabras resuenan como
tambores en esta noche,
Como mis latidos retumban como un
mundo quebrándose a la voluntad del clima,
Quédate en silencio,
Muy muy quiero,
Cierra los ojos,
Y acaríciame ya,
Y podrás sentir como mi piel se
mueve en dirección de tus dedos,
Como césped crecido,
Y si me besas podrás sentir que
me entrego como tierra húmeda,
Dispuesta a producir lo que tú
necesites,
Y verás que mis rodillas se
debilitan y se enredan entre las ruyas,
Quédate en silencio,
Muy muy quieto,
Cierra los ojos,
Y bésame ya,
Y te darás cuenta que mis labios
aún tienen historias que contarte,
Y si me dejas susurrar tu nombre
con calma y dulzura,
No querrás que nadie más lo
dibuje en su boca,
Si te quedas muy quieto
escucharás el susurro de mi piel toda,
Suplicándote que te quedes esta
noche conmigo,
Y que me ames para siempre…
Quédate en silencio,
Muy muy quieto,
Cierra los ojos,
Y abrázame ya,
Y sentirás que los latidos de mi
pecho son como un suspiro,
Y mientras más fuerte me sujetes,
ese suspiro se volverá una palabra,
Y la palabra una letanía,
Y luego un salmo que alabará tu
presencia,
Así que quédate en silencio
Y simplemente acaríciame.
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