Tu cuerpo canta en
silencio los acordes de mis dedos desnudos,
Tu respiración es como
un voltio peligroso,
Sé qué te mueres de
ganas por decirme que me amas, pero no lo haces,
El sortear tus pensamientos
entre las olas,
Te ha dado esa cautela
gatuna…
Que te hace cerrar los
ojos y besarme con demencia,
Antes de dejar que tus
labios pronuncien la sentencia de tu perdición,
Mi nombre y un te amo,
se convertirían en un yugo insostenible,
Para alguien tan joven
como tú….
Te pones en guardia
cuando estamos solos pero te beso y tus defensas,
Caen junto con tus
pantalones,
Podría obligarte a
hacer cosas inenarrables, pero no tengo necesidad de ello,
Sólo tengo que
pedírtelo suave,
Dejar correr mis
deseos en el mar de mi voz,
Que al contacto con
tus oídos se vuelven cuchillos,
Entonces eres mío…y
haces lo que yo deseo,
Y cuando el amor está
resuelto, te acurrucas sobre mí…
Luego giras, y tu
espalda se disuelve en mi pecho,
Te abrazo, y me dices
temeroso…como tartamudeando…te quiero,
Luego embistes mis
labios con los tuyos,
Y vuelves a la acción
meticulosa de satisfacer mis necesidades más lascivas...
Mi corazón es de otro
hombre,
Pero, cuando siento el
tuyo retumbando dentro de tu pecho mientras te toco,
El mío parece
despotricar queriendo latir al son del tuyo.
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