El
agua está suspendida en el aire.
Todo
está tranquilo y opaco,
Como
una quinta vieja y descascarada,
Durmiendo
plácidamente,
Con
indigentes amontonados en los pasadizos
Como
basura arrojada con asco,
Es
como si el mundo hubiese detenido su movimiento frenético,
Y
estuviese tomando una bocanada de aire antes de morir,
Los
blancos se han vuelto lechosos,
La
niebla lo cubre todo,
Lo
va mascando todo, lentamente,…
Con
un placer silencioso, que solo mi piel percibe,
Nada
se resiste a su voracidad,
Bueno,
quizás algunas chispas de neón,
Que
protestan ahogadamente un invierno irascible,
Que
vomita escarcha sobre la ciudad,
Y
ha adormecido el ímpetu felino de los transeúntes,
Shhh,
trato de callar mis pensamientos,
Agudizando
mi oído, quisiera escuchar tu aliento,
En
este viento que silba marchas fúnebres…
Quiero
escuchar tu voz bailando tango con el viento,
Apareándose
con un adiós,
Pero,
nada…
No
hay más que mis manías pecaminosas,
Y
un amor estéril descuartizado,
Sobre
un piso que huele a rata muerta,
A
perro muerto, a hombre muerto!
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