Me encanta el hecho de
que todo huele a ti, al punto de la embriaguez,
Y me sofoca la
necesidad de sentirte cerca,
De dibujarte
lentamente,
De detener el tiempo y
anudarlo entre tus cabellos y mis dedos,
Besarte como si te
estuviera dando mi vida,
Desesperarme, eso
deseo,
Besarte como si te
estuviese saludando y despidiendo al mismo tiempo,
Como el viento
alborotando la marea,
Así me siento entre
tus manos, sin control alguno,
Nervioso pero feliz,
Vigilante al más
mínimo de tus movimientos pero conservando una pizca de sorpresa,
Y es que así me siento
cuando me tocas,
Tan fuera de mí, tan
tuyo…
Eres el único que
puede leerme como un libro abierto,
El que sabe que mis
rodillas se sientes quebradizas cuando besas mi cuello,
Que cierro los ojos
cuando tus manos garabatean mi espalda,
Y que me siento más
ligero que el viento cuando susurras mi nombre,
Que una vez que
tropiezo en tus miradas…me pierdo
Y soy tuyo…irrefutablemente
tuyo.
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