Mis rimas se entrelazan como
notas en una cítara,
Como serpientes en una orgía,
Como mis pensamientos y mis
palabras bajo el efecto de la gabapentina,
Y entonces dibujo mis anhelos en
tu cuerpo desnudo,
Garabateo mi nombre en tu
espalda,
Entonces nos unimos como una
espada en la funda,
Entonces corres dentro de mí como
la vida misma,
Como el flujo de la energía a
través de los siete chakras,
Entonces mi voz se quiebra y se
agita,
Y susurro tu nombre como un
mantra,
Y tú repites el mío como un
hechizo divino,
Y en esta canción sudorosa de
gemidos en que nos hemos convertido,
No hay mal, no hay pecado
original, no hay condenación, no hay infierno,
Solo un lecho que nos mece en
esta noche fría y silenciosa,
Solo unas sábanas arrugadas como
el mismísimo dios del tiempo,
Tus dedos entre los míos como
macramés coloridos,
Tu aliento de vida alimentando el
mío en un te amo,
Esta noche el mundo ha quedado en
pausa
Como si se rompiesen las cuerdas
de un arpa,
Como el alma cuando se escapa en
un orgasmo,
Y nos quedamos juntos como notas
de una misma melodía,
Abrazados, esperando a que
nuestros sueños los persiga un nuevo día,
Un nuevo día, juntos…
Siempre juntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario