Y se escuchan canticos tribales,
Las manos aletean en el aire,
Las panderetas cascabelean,
Los ojos se cierran,
Entonces ese ruego que late se
vuelve un salmo,
Y ese salmo una canción hermosa,
La primavera llega lenta,
Y mis caderas la perciben fresca,
Me meneo con delicadeza,
Mientras mis rimas se agitan como
tambores de guerra,
Ven y tócame que estoy sereno,
Ven y tócame que ya no tengo
miedo,
Que mis pensamientos son
traslucidos como rio gélido,
Ven y tócame que soy tierno como
la tierra húmeda,
Como esa súplica que uno susurra
de niño,
Antes de dormir,
Ven y tócame,
Siente esta melodía de tierra y
agua que vibra en mis piernas,
Ven y tócame,
Siente esta melodía de fuego y
aire que galopa sobre mi espalda,
Ven y tócame,
Ahora que mis ojos están cerrados
como reciento sacro
No hay mal en esta vida si siento
tus manos deslizándose sobre mi cuerpo,
Como cuando el pasto esta verde y
crecido,
Ven y tócame,
Y veras que mis gemidos son más
dulces que el cascabeleo
De las llamas de la fogata,
Ven y tócame,
Y veras que soy tuyo,
Como la vida es de la madre
tierra,
Como la música es de la noche,
Como la magia es de las brujas,
Como la sabiduría es de la diosa…
Ven y tócame,
Y prometo amarte sin miramientos,
Como de verdad se ama,
Como siempre hemos deseado,
Como siempre hemos anhelado.
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