Si se me acabase la vida como lo
hace día a día,
Me iría en paz, abrazando cada
instante que pasamos juntos.
Si se me acabase el papel,
Aun me quedaría esta miel mía,
Gentil, lisa y vasta para
escribir en ella,
Si se me acabase la tinta,
Aun me quedaría mi sangre roja y
espesa,
Diluida con néctar de adormidera,
Y con ella escribiría más versos.
Si se me acabasen las rimas,
Aun me quedarían tus besos dulces
Para recordar esos bellos
amaneceres,
Cobijado por tus brazos,
Entrelazado entre tus piernas,
Tranquilo como un mar sin viento,
Como un nido tibio en una noche
de lluvia.
Y si algún día llegase a perder
mi poesía,
Aun me quedarían mis recuerdos,
Las flores del mundo,
El aroma de cardamomo recién molido,
La suavidad de tu cabello entre
mis dedos,
Y entonces podría seguir
viviendo,
Y este corazón seguiría funcionando.
Si se me acabase la vida,
Aun me quedaría mi reflejo en tus
ojos verdosos,
Tu sonrisa pía animándome y la
certeza de un amor sincero,
Si se me acabase la vida,
Me iría con una sonrisa lisa como
el cielo,
Pues te encontré en este tiempo y
en este espacio,
Y lo nuestros fue intenso, bueno
y verdadero.
Si se me acabase la vida como lo
hace día a día,
Me iría sin miedo sabiendo que al
otro lado del puente nos encontraremos.
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