De rodillas…cansado, pero no destruido,
Me quedo quieto comprimiendo mi cuerpo lo más que puedo,
Estoy en tierra de nadie,
De cara al sol, pero con los párpados pesados como roca…
Aún así sonrío bobamente…
Y serpentean las notas de la flauta,
Y sobre la lluvia se deslizan ondulantes las dudas,
Las despido sin miramientos…sin remordimiento alguno,
La vida se apacigua como despidiéndose del cuerpo,
El silencio ensordece mis sentidos…
Entonces solo oigo mis latidos
Que se han vuelto una melodía en mi corazón adolorido,
Todo se mueve y todo se siente ligero,
Entre vapores de opio y flores de loto,
Deslizo mi mano sobre mi frente y trazo un “Tilaka”,
Entonces el ojo del mundo parpadea y se abre,
Puedo ver más de lo que imagine sin siquiera moverme,
Sobre el tatami tejido con paciencia,
Como “Mandala” pulida….pétalos y más pétalos…
Reposo casi inerte, moviéndome por dentro con impaciencia,
El aire que me llena, se libera como un suspiro,
Y entonces todo es calma,
Mi mentón reposa sobre mis manos ensortijadas,
Sobre la “Mudra Llave de Venus” tejida con mis dedos engarrotados…
Respiro, me siento libre, siento el sonido de la lluvia,
Y puedo ver su color…verde,
Sentir su sonido…fa…
“Anahata”…
“Yam, yam…yam”…palpita mi corazón como un mantra…
Y por fin la encuentro,
Era allí donde estaba mi alma,
Revoloteando en el éter,
Surcando los cielos como mariposa,
Escondiéndose entre las ramas de los árboles santos,
Ocultándose para no ser lastimada,
Es aquí donde estaba mi alma,
En este mundo de reflejos de acuarela diluida,
En este mundo donde la luz se desfragmenta en colores y sonidos,
Es aquí donde yacía la paz que mis piernas y brazos cansados
Urgían, la que reclamaban como un grito de guerra…
Es aquí donde el dolor es solo un rastro de humo desprendido de las
velas,
Un aroma sutil como el pólen huyendo al vacío horizonte,
Es aquí donde quiero pasar aunque sea un día,
No, categóricamente no!
Quiero estar aquí, anidar aquí,
Echar raíces aquí…una semana, un mes, una estación, un año, mi próxima
vida,
Sin sentir que todo el mundo duele,
Sin sentir que no importa cuanto lo intente,
Este cuerpo maltrecho,
Dolerá como si estuviese siendo torturado,
Es aquí donde estaba mi alma,
Y quiero recuperarla,
Ven a mí, oye mi ruego…
Es tiempo de romper el lazo de mis dedos,
Y que se forme la “Mudra del Vacío”,
Y que mi alma se vuelva una esfera luminosa y se pose sobre mis manos,
Es tiempo de recuperar mi alma,
Y regresar a mi mundo,
Aun cuando no quiero…aun cuando deseo quedarme aquí para siempre,
Es tiempo de regresar a mi mundo,
A esa realidad que yo he de pintar color naranja,
Y la he de hacer resonar con un RE…
“Svadhisthana”…
“Vam, vam…vam”… así resonará,
Es tiempo de regresar a luchar un día más,
Procurando una sonrisa,
Pues no importa cuánto duela este cuerpo, esta vida…
Soy más que el dolor, soy más que la angustia
Soy más que la pena y la agonía,
Soy luz, soy amor, soy gratitud y soy esperanza…
Yo soy más que el dolor ardiente de mis músculos,
Yo soy más que el dolor punzante de mis huesos,
Yo soy más que las náuseas matutinas,
Yo soy más que la migraña a toda hora,
Yo soy más que el adormecimiento como de cuero viejo y curtido,
Y por eso sonrío,
A veces sin muchas ganas, a veces con mucho esfuerzo,
Pero no dejaré de hacerlo,
Y sí, mírame, abrázame despacio y veme sonreír,
Sí, voy a sonreír!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario