sábado, 11 de abril de 2020

Bendición


Los brotes recién resurrectos de las buganvilias abrazan las macetas,
Con un fiereza única,
Con esa necedad con que uno se llega a aferrar a los malos amores,
Mitificando caricias que no valen nada,
Ensalzando besos que no son más que burdas copias de otros,
Procurando mantener el lecho tibio para no sentir al invierno patearte las costillas,
Para no oír a tu propia alma recriminarte otro fracaso,
Para contener las letanías funerarias que son capaces de producir tus ojos,
En verdad me sorprende lo retorcido que puede ser mi propia mente,
La cantidad de dolor que puedo resistir sin borrar mi sonrisa boca,
Sabiéndote tan del mundo como lo es el viento,
En verdad me sorprende que tan obstinadas pueden ser mis piernas
Como para enredarse alrededor de tu cintura que clama ser libre,
Como puedo siquiera besarte ignorando el sabor de otros labios en los tuyos,
Tan solo para no darle a mis nervios volátiles más razones para desquiciarse,
Y es que con esa misma tenacidad con que crecen las buganvilias,
Me aferro a ese sexo tuyo,
Del cual has lavado mi nombre con fiereza,
Con cada estocada en tus amantes de sonrisas desfiguradas por la lujuria,
Como puedo mirarte y siquiera pensar en acomodar tu cabello desordenado,
Y notar los jeroglíficos rosáceos que adornan tu cuello,
Tallados por otros dientes y hacerme el tonto,
Tan solo para no admitir ante el espejo que esto murió como las flores sobre la mesa,
Que yaces a mi lado cada noche como un montículo de penas y asco disimulado,
Tan cerca de mi piel desnuda, tan lejos de las promesas que un día hiciste,
Me sorprende como dejo que mis pensamientos se apilen como cuerpos a ser cremados,
Por la indiferencia de tus dedos cuando retiras mis manos suplicantes de tu pecho,
Me sorprende como me repugna tanto este yugo autoimpuesto,
Y esa falta de firmeza en mis rodillas para decirte que esto acabó,
Para decirme a mí mismo que debo dejarlo todo atrás y seguir mi camino,
Pero se me quiebra la voz para proclamarte libre,
Libre para que disfrutes de los ardores que el mundo pueda ofrecerle a tu pelvis inquieta,
Libre para que dejes de cuidar de un muerto en vida,
Sí, lo sé, he aglutinado todo el egoísmo del mundo en mi garganta,
Así que dilo tú, dilo ya, dilo sin reparo,
Prometo simplemente asentir con la cabeza,
Y sonreír con un gesto regio de resignación en mis magullados labios,
Dilo y prometo besar tu frente y decir adiós…adiós y buena suerte.

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I've lived and loved, I've hugged and kissed, I've done my duty, I've paid my dues, I've erred and also made amendments,...