Las venas se agitan
Saturadas de nervios,
Palpitan febriles y con ritmo melancólico,
La sangre no es más que una espesa lava
Que me quema,
Que me consume desde dentro,
Y mi piel se tiñe rojiza como las verbenas,
Y aun así siento que me marchito,
Que estoy remando solo en esta barca,
Que se aleja del otrora puerto sereno de tus piernas,
De esas playas tibias que anidaban en tu pecho,
Tengo deseos de mirar a otro lado,
Pero no sé a dónde,
Pues sólo hay vacío en el horizonte,
No hay más que viento traslucido,
Haciéndose fibroso como el algodón cuando la temperatura baja,
Hoy tengo deseos de ya no sentirme vacío,
De vomitar toda mi ira, toda mi pena, toda mi melancolía,
Ver como se enturbia el agua del planeta,
Y se borra tu nombre de la superficie
Y de todos mis recuerdos
Hoy anhelo sobremanera, ser capaz de seguir adelante por propia cuenta,
A donde me lleve esta corriente sin curso aparente,
A donde tus silencios y ausencias no se me claven como espadas,
En este corazón que ya ha sufrido demasiado,
Hoy me sacudo el calor de tus caricias mustias y hasta caducas,
Como un perro sacudiéndose las pulgas,
Y avanzo lentamente a donde los mendrugos de pan se ofrezcan en abundancia,
Y las caricias se propinen sin condición alguna…
Hoy me marcho con toda mi ropa pero sintiéndome desnudo,
Hoy me marcho con todas mis pertenencias pero sintiéndome desamparado,
Ojalá eso cambie pronto,
En serio lo deseo…en serio lo anhelo.
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