Tus gestos son indescifrables,
Confusos como los salmos,
Fríos como los rasgos de quien ha visto la muerte,
Desesperanzados como alguien a quien su alma ha sido bombardeada,
Con esa mezquina búsqueda humana de placer sin compromiso,
Y yaces allí mirándome con esos ojos vacíos,
Como un monigote sin alma,
Un gólem amasado por la lujuria y luego desechado sin miramiento
alguno,
Y yaces allí sonriendo con la esperanza quebrada en tus labios,
Y quisiera acercarme más pero temo te asustes como cervatillo,
Quisiera acariciar tus mejillas pero temo te desmorones como la economía
del mundo,
Me acerco y retrocedes temeroso como ciervo herido,
Con movimientos lentos como si alguien hubiese extirpado tus nervios,
Y los hubiese tejido en una soga y luego anudado tus tobillos con ella,
No temas, no te hare daño,
Sólo quiero acariciar tu cabello,
Solo quiero dejar que mi mirada se hunda en la tuya,
Quiero pescar esos pequeños fragmentos de tu alma que nadan en el vació
de tu mente,
Y con mis manos minuciosas reconstruirla
Y suplir las piezas faltantes con besos,
Con estas rimas desnudas que retozan en mis pensamientos,
Si dejases que mis dedos se enreden como el destino en tu cabello
ensortijado,
Si dejases que bendijera mi frente con mis besos que palpitan como mis
venas,
Sabrías que no te haré daño,
Estoy aquí, de pie frente a ti con las manos limpias,
Sin armas, sin tretas,
Con esta dignidad desempolvada que luzco sobre mi curtida de inviernos,
Si estoy aquí, es por ti, es porque me gustas, es porque quiero estar a
tu lado,
Dar lo mejor de mi para hacer de esta tierra un pedazo de primavera,
Un rincón florido en esta jungla de cemento pulido,
Si estoy aquí, es por ti, toma mi nao,
No voy a lastimarte…lo prometo…lo juro,
Cree en mi…
Cree en mi.
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