miércoles, 26 de diciembre de 2018

Vete ya

El viento se siente seco como una matriz inerte,
Y aun cuando todo parece agreste,
Avanzo como adentrándome en mis propios pensamientos,
Y a través de esa ventana sin lunas,
Se desenrolla un jardín de hilvanadas flores amarillas,
Veo el firmamento como un perro contemplando el infinito,
Y aun cuando todo parece divino y ajeno,
Me siento tranquilo,
Y voy caminando descalzo sobre el pasto recién cortado,
Ligeramente húmedo,
Batallando por sobrevivir a las hojas afiladas de la podadora,
Acariciando la rugosa y destartalada corteza del sauce,
Encorvado sobre la acequia,
Pintarrajeado con telas de araña
Que penden mustias con el peso de los mosquitos pétreos,
El césped cruje con una melodía mortuoria bajo la suela de mis pies,
Y aun cuando trato de encontrar mi centro,
No me hallo,
El sonido del río como martillo acuoso sobre las rocas pulidas,
Me distrae, me desarma, me desintegra
Como los granos traídos en hombros al viejo molino,
Al corazón de esta tierra que gira, que late,
Que cruje y que muele el maíz y todas mis penas,
Desvarío, siento como me mareo,
Vértigo,
Nausea,
Caigo como una hoja seca sin miramientos,
Soltándome de aquello que me da vida,
Me suelto de tus manos,
Ya no puedo caminar más,
Me duele el respirar, el oír,
Me duele el oler, el vivir…
Déjame aquí sobre el césped que se siente fresco y acogedor,
Déjame aquí entre estas flores bellas, como ninguna de mis rimas,
Déjame aquí mirando el sol entre mis dedos,
Déjame aquí hasta que el zumo fresco,
El dimenhidrinato® y el nembutal® se filtren en mis células,
Bésame en la mejilla y vete ya,

Sólo déjame aquí y vete ya.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

Un día más

Me tocas y mis neuronas dejan de hacer sinapsis,
Me tocas y mis pensamientos se hunden en éxtasis,
Me tocas y mi piel toda se siente febril,
Me tocas y mi cordura se siente débil,
Mis piernas y brazos flaquean,
Tiemblo con una emoción refrescante,
Mi espalda parece una hoja de palma cuando amanece en la selva,
Fresca y garabateada con gotas de sudor…me pongo nervioso,
Mis labios tiemblan como mariposa dando pequeños aleteos,
Como batiendo el polen antes de entregarse a su quehacer mundano,
Me tocas y aunque ya lo has hecho antes…tengo miedo,
Miedo de que algún día dejes de hacerlo,
Miedo de que algún día tus manos se sientan distantes
Como mis momentos de lucidez, que son tan pocos,
Me tocas y el dolor parece no importarle a mi cuerpo entero,
Me tocas y mi piel que se sentía quebradiza como hoja seca,
Se siente hasta tersa,
Se siente hasta hermosa,
Y me besas y entonces puedo aferrarme a la vida un día más,
Y me acaricias con lúdica curiosidad y entonces quiero durarte un poco más,
Y de pronto susurras mi nombre,
Y entre dientes dejas escabullir un te amo…
Y por un segundo quisiera vivir para siempre,
Y no me importa aguantar el dolor en cada centímetro de mi cuerpo,
La rigidez de mis articulaciones, el crujir de mis huesos,
La sensación de fatiga y desfallecimiento…
Y entonces vuelves a repetir mi nombre muy suavecito a mis oídos,
Y no me importa sentirme como un cartón reseco,
Como una piedra muy cerca del fuego,
No me importa aguantar las náuseas matutinas,
Lo hiriente que pueden ser las luces,
Lo taladrante que pueden ser los sonidos del mismo viento,
Y entonces me besas, me tocas,
Y me recorres como una nación que se ha rendido al ejército de tus dedos,
Y brinda pleitesía a los caprichos de tus caderas,
Y por un momento creo que puedo seguir viviendo esta vida,
Que puedo sonreír con dulzura
Aunque sea narcótica…aunque sea una sonrisa boba,
Con una mirada perdida como la sensación de equilibrio,
Y me besas y dices mi nombre,
Y me abrazas fuerte,
Entonces creo que puedo resistir el sentirme inmóvil en el tiempo,
Con mis arterias bombeando tramadol y gabapentina,
Olvidándome día con día de mis recuerdos,
Esperando que tu voz me recuerde quien soy, que aún estoy vivo,
Y que puedo sobrevivir un día más,
Y luego otro, y otro más,
Si estás a mi lado,
Sólo si estás aquí conmigo.

Tardío

La piel está limpia,
El alma no tanto,
El cielo esta taciturno,
Y mis emociones se deslizan como por un tobogán sinuoso,
Entonces me doy cuenta que estoy triste,
Y que por más que me quede quieto,
Mirando como las estrellas destellan como luciérnagas en celo,
Aún sigo desesperanzado,
Entonces miro mis pies,
Y por un segundo quisiera tener la energía de dar un paso más,
De dejarme caer cual fruto maduro desprendido sin disimulo,
Del árbol que lo nutrió sin escatimar esfuerzos en su cuidado,
Miro mis pies y están quietos como la misma vida,
Y si tan solo pudiese dar un paso hacia delante,
Y precipitarme al suelo con la misma despreocupación con que subí al tejado,
Fantaseo con golpear el asfalto como se golpea un pecho,
Pidiendo perdón aún a sabiendas de que eso es imposible…
La noche esta tibia y limpia,
No hay nubes en el firmamento,
Fenómeno extraño en el cielo Limeño,
La piel toda se siente fresca y hasta dulce,
El alma no tanto, a decir verdad se siente maloliente,
Hedionda, despreciada tantas veces que he perdido la cuenta,
Miro mis manos y estas tiemblan disimuladamente,
Aletean en sentido contrario y se aferran a mis brazos,
Parece que esta serpa la única muestra de afecto antes de la caída,
Cierro mis ojos, los aprieto como algunas veces apreté mis piernas,
Y me dejo ir en el aire,
Sintiéndome liviano y pesado al mismo tiempo,
Sintiendo que por primera vez soy libre,
Que ya no tengo que estar triste,
Que el último capitulo en esta historia de psicosis y distimia,
Será rojo y dulce, como una sandía jugosa reventándose en el concreto,
Cierro mis ojos, y por fin puedo verlo todo claro,

Debí haber dado este paso hace mucho.

lunes, 17 de diciembre de 2018

Visita

Entre estos acordes dulces del arpa,
Dejo que mis miedos se escabullan,
Dejo que esas manías psicóticas tan mías,
Se vuelvan inocuas,
Como agua recién filtrada,
Entre estas notas intricadas de hadas bailando
Al ritmo vibrante de las cuerdas del cítara,
Dejo que mis pensamientos se entremezclen,
Se crucen como puntadas sobre un bordado incompleto,
Dejo que giren y se arremolinen, que se vuelvan poesía,
Imaginando tus dedos deslizándose sobre mi cabello,
Se cierran mis ojos,
Dejo que esta noche me arrope con su pelaje taciturno,
Deja que la fe en la diosa me lleve a tus brazos,
Y que el sonido intermitente de mis latidos,
Sea convierta en un zumbido, en un arrullo,
Ruego porque mis sueños sean dulces,
Y que en ellos, mis labios susurren tu nombre,
Y quizás un te amo…
Y tú me oigas, allí en el silencio en el que has erigido tu morada,
Mis ojos se cierran lentamente,
Dejo que mi alma fluya como un riachuelo,
En estos vapores de amapola y ayahasca,
Dejo que mi respirar se vuelva sereno como un prado,
He de dejarme guiarte en este sendero de faunos,
De flautas, de violines y de espíritus fatuos,
Por los recuerdos de tu piel desnuda,
Por el aroma de tu piel limpia aun impregnada en mi memoria,
Me dejo ir, me hundo en el mundo de los sueños,
Dejo que los vapores de incienso y salvia,
Santifiquen mi mente,
Para que mi viaje sea sereno,
Me dejo ir hasta donde el susurro del viento se oiga como tu voz,
Y aquí dejo mi cuerpo tibio y quieto
Anclado a este mundo,
Me dejo ir entre estos cánticos,
Entre los chasquidos primarios de estos tambores y panderetas,
Que mis anhelos de verte se vuelvan un puente,
Y que cuando despierte al otro lado del puente,
Tus brazos me estén esperando abierto
Y tus labios le den sentido ulterior a mi búsqueda…
Me abandono entre la música
El humo de este caldero,
La tenue luz de las velas…
Iré del cielo a la tierra, cual viajero silente,
Allá te veré aunque sea un instante…
Y quisiera poder traerte de vuelta,
Quisiera poder hacerte cruzar el puente tomado de mi mano,
Pero sé que no puedes…
Solo tenemos esta noche de luna nueva,
Espérame amor mío,
En unos instantes estaré contigo,
Lo que dure el trance…
Lo que resista mi alma fuera de su caparazón humano.

He lied

This night has spread its wings,
It’s ready to take off, to travel round the globe,
It’s ready to whisper nonsense verses into my ears,
It’s ready to stir the fire,
The cauldron is boiling, the potion is ready,
The knife is sharp, the cup is empty,
Just like my legs,
Jus like my lips…
Like this beating song in my chest…
The night has come,
But, he didn’t…he didn’t and he won’t
Not anymore…
Gods of the wind take my voice and make it rumble,
Into the mist, into these deep, deep woods,
Let my voice reach the owls,
And then make them bring my message to his dreams,
I miss him…
Oh how I miss him,
This night of charcoal and chants is not the same without him,
This night of foreseen nightmares is even creepier
Knowing that him lays still letting his hair getting fussy between the roots,
And his foreheads gets colder touching the marble of his graveyard,
Oh how I miss him…
Oh, sweet night would you do me a favour?
Would you let me cry alone until all water in my body dries?
Would you let me cut my veins in silent without judgmental looks?
Oh just god of the dawn,
Would you let my soul soar over the clouds?
Would you let me see him before the poison works?
Oh sweet goddess of the morning,
Would you let me come back as flowers over his grave?
Would you let me see him before this poison works?
I’m sleepy…
I’m fainting…
I know I was weak,
I know I’m dying,
But, can you judge me?
He left me,
He promised to be with me…forever,
Then he got sick, he died…
He promised to be with me forever,
Then he died…he lied,
He lied…
He lied!

domingo, 9 de diciembre de 2018

Despedida

Escuchen mis versos, escuchen estos suspiros,
Oh dioses de los vientos,
Eleven estas plegarias a los santos,
Y dejen que los confines del mundo,
Se llenen de amor, de esa paz que nunca perdí aun en el dolor extremo,
Dejen que la tierra recoja mis sueños,
Y los haga florecer como mastuerzo naranja,
Brillante bajo los rayos del sol siempre tan obstinado,
Dejad que la anciana, la madre y la doncella,
Me acompañen en esta noche de luciérnagas embriagadas de polen de amapolas,
Que mi voz se vuelva un acorde delicado e intenso en la brisa fría del océano,
Que mis bendiciones lleguen a todos los que amo,
Hallelujah, hallelujah…hallelujah…sí, que por un instante eterno,
Sean benditos todos los que amo,
Que me sientan a su lado cuando me piensen,
Que me vean sonreírles cuando de mí se despidan…
Hasta luego…los veré pronto…vivan bien,
Amen, rían, canten, bailen…sean generosos,
Al otro lado del puente los esperaré…
Con mi sonrisa sincera, con mis brazos abiertos,
Con esta locura inofensiva que siempre me describió,
Con esas ganas de verlos felices…aun en mi ausencia,
Adiós…adiós,
Los amo, perdóneme por no poder seguir adelante,
Estaba muy cansado, muy adolorido…
Estaba harto de ser prisionero de un cuerpo entumecido,
De una mente que nunca dejaba de hablar,
Adiós…los volveré a ver…algún día los veré, lo juro,
Sólo sean felices, tan felices como me hicieron a mí cada día.

(Algún día encontrarán una nota así cerca a mi cuerpo frío pero con una sonrisa)

Ascensión

Al fin ha llegado el día de la entrega,
Machi cura, Machi sana, Machi salva,
Y aquí estoy como ofrenda,
Como manuscrito vacío, esperando que la Madre tierra escriba…
Aquí tendido sobre las pieles cuarteadas del zorro y el oso,
Con los ojos cerrados,
Y con la nariz percibiendo olores dulces del floripondio,
Y notas dulces y serenas de la manzanilla,
Escucho su voz susurrando en araucano a los dioses del viento,
Su voz vibra como el zumbido de abejas trabajando en la colmena,
Y su tambor resuena en mi pecho como la vida misma,
Como aquella esperanza que creí perdida,
Machi cura, Machi sana, Machi salva,
Puedo sentir el calor de su mano recorriendo mi cuerpo,
De la frente a los pies,
Y esa suavidad cálida es un canto a la tierra…
Una canción de cuna,
Un ruego a los espíritus del fuego encendido alrededor de nosotros,
Una súplica a los espiritus del agua que brotan como lágrimas,
Sí, estoy llorando, pero no estoy trsite,
Estoy aquí con la sacerdotisa de la tierra,
Y ella me guiará,
En este camino de aleteos de insectos que parecen un arrullo distante,
En este sendero del dharma, de encontrar el alma para sanar el cuerpo,
Ella me anclará a este mundo
Mientras mi alma se desliza por entre los hilos de telaraña,
Mientras mis pensamientos se disuelven como ayahuasca en mis neuronas,
Mientras mis pesares se vuelven liviano como el humo de la salvia,
Mientras recupero lo que estaba perdido,
Mientras descubro el corazón del universo en mi propia alma,
Recostado, floreciendo como tierra fértil y piadosa,
Bajo el tacto maternal y bendito de la Machi…
Machi cura, Machi sana, Machi salva,
Y en su voz he de regresar al cuerpo que me espera,
Pero sin dolor, sin miedo alguno, sin resentimientos, sin emociones ahogadas,
En el arrullo de su voz, sereno como rio limpio,
He de regresar a mi cuerpo,
Antes de unirme a la tierra, a su culto eterno, a la fe verdadera,
He de regresar a mi cuerpo,
Y encontrar mi propósito…
Machi cura, Machi sana, Machi salva…

La tierra me engendró, la tierra me consagro y hoy me reclama.

Sumisión

El humo del incienso juguetea en el aire,
Va dibujando flores diversas,
Luego se corrompe como el yo más ingenuo,
Y se vuelve serpientes etéreas engullidas por el cielo,
Que se cuelan como el viento en el bansuri de bambú,
Cuarteado con el tiempo,
Corrupto como tú…
Quisiera estar en paz, olvidarme de ti, de nosotros,
Pero vienes como las estaciones y me tocas con malicia,
Vienes y me enamoras una vez más,
Vienes y te cuelas en mi mente como una melodía seductora,
Como el calor por estas ventanas abiertas,
Como el aroma a sal que despide el mar que me arrulla cada noche,
Quisiera poder olvidarte,
Apartarme…
Cerrarte la puerta, mi corazón y mis piernas,
Pero no puedo,
Me haces vibrar como campanas de viento,
Como un cuenco tibetano,
Quisiera apartarme…
Pero soy débil ante el embrujo de tus ojos,
Ante el veneno delicioso de tus labios,
Soy débil ante la maldición gitana de los vaivenes de tus caderas,
No importa si este amor tuyo es mezquino,
O si este afecto es depresivo y lacerante,
No puedo apartarme…
No puedo, no quiero, no puedo,
Así que sigue tocándome sólo cuando estés con ánimo,
Así que sigue poseyéndome cada que pelees con el dueño de tu nombre.
Con el que escogiste para compartir tu lecho,

A mí siempre me tendrás cuando él no desee ser amado.

Estocolmo

Las telas recién teñidas ondean gloriosas en el viento,
Los pétalos de flores hecho polvo, se deslizan en el firmamento,
Se van raudos como estas escuetas rimas,
Y yo aquí sigo sentado en las piedras,
Cerca del riachuelo cristalino,
Mirando mí reflejo deformarse con la corriente,
Estoy triste como los acordes de un contrabajo,
Estoy sin ganas de nada como un violín sin arco,
Que espera empolvándose a que sus cuerdas se rompan como mis esperanzas,
Estoy aquí sentado procurando guardar silencio,
Procurando conectarme con ese agudo llamado del yo,
Esa voz incandescente de visceral energía…
Estoy aquí escuchando como las pequeñas gotas de agua salpican sobre mi piel,
Tocando una melodía reconfortante como un xilofón bajo la lluvia,
Aquí en este pedacito del mundo…al que tiempo ha encerrado en el olvido,
Estoy sentado, respirando lento
Procurando no agotar el aroma de azafrán y cúrcuma sobre los molinos de piedra,
Estoy aquí sentado, con los ojos cerrados
Pero con el corazón abierto como un templo acogedor y bien ordenado,
Esperando que las voces callen y pueda por fin hablar yo,
Esperando que este asilo me devuelva la paz que te llevaste contigo,
Esperando que mi alma sane, que pueda volver a sonreír aun estando adolorido,
Esperando que tu nombre se incruste en mi ADN mitocondrial y viva conmigo,
Por siempre,
Aun cuando no pueda verte más,
Aun cuando no pueda besarte más,
Aun cuando la tierra haya reclamado la propiedad de tu piel tibia,
Y me haya dejado aquí sólo, triste y destrozado,
Como espejo en la habitación de un paciente con dismorfofobia,
Aquí estoy sentado,
Alejado de fármacos y objetos afilados,
Esperando poder volver a respirar con holgura,
Esperando volver a caminar con entusiasmo como una guitarra en un tango,
Esperando…simplemente esperando,
Sin saber si espero por ti, sabiendo que no volverás,
O si espero por mí, sabiendo que en algún lugar de mi mente yace perdido,

Sin muchas ganas de ser encontrado…maldito síndrome de Estocolmo.

Juntos

Mis rimas se entrelazan como notas en una cítara,
Como serpientes en una orgía,
Como mis pensamientos y mis palabras bajo el efecto de la gabapentina,
Y entonces dibujo mis anhelos en tu cuerpo desnudo,
Garabateo mi nombre en tu espalda,
Entonces nos unimos como una espada en la funda,
Entonces corres dentro de mí como la vida misma,
Como el flujo de la energía a través de los siete chakras,
Entonces mi voz se quiebra y se agita,
Y susurro tu nombre como un mantra,
Y tú repites el mío como un hechizo divino,
Y en esta canción sudorosa de gemidos en que nos hemos convertido,
No hay mal, no hay pecado original, no hay condenación, no hay infierno,
Solo un lecho que nos mece en esta noche fría y silenciosa,
Solo unas sábanas arrugadas como el mismísimo dios del tiempo,
Tus dedos entre los míos como macramés coloridos,
Tu aliento de vida alimentando el mío en un te amo,
Esta noche el mundo ha quedado en pausa
Como si se rompiesen las cuerdas de un arpa,
Como el alma cuando se escapa en un orgasmo,
Y nos quedamos juntos como notas de una misma melodía,
Abrazados, esperando a que nuestros sueños los persiga un nuevo día,
Un nuevo día, juntos…

Siempre juntos.

viernes, 7 de diciembre de 2018

Re-ligare

Si prestas atención, los oirás,
Si te quedas en silencio, los oirás…
Los árboles susurrando los nombres de las diosas antiguas,
Isis, Astarte, Diana, Hecate, Demeter, Kali, Innana,
Una y otra vez, como un salmo,
Como una canción de hojas nuevas,
De flores abriéndose lentamente,
Como de búhos ululando los secretos de la noche,
Si prestas atención, los oirás,
Si te quedas quieto, sentirlo podrás,
Las raíces moviéndose debajo de la tierra,
Los árboles comunicando sus pesares,
Y también sus saberes,
Si prestas atención, los oirás,
Si te quedas en silencio, los oirás,
Los vientos convergen en este claro del bosque,
Como el Memeton respira pausadamente,
Como crujen sus viejas raíces entre las rocas y esqueletos,
Entre los cantos de las brujas,
Entre los murmullos longevos de los druidas,
Entre las proclamas y los cánticos de vidas pasadas,
Si te quedas en silencio, la oirás,
Si serenas tus latidos, la oirás,
La anciana cabalgando en un caldero…cruzando el cielo,
La madre barriendo la casa de este a oeste,
Mientras esta quieta y no corriendo por los bosques sobre sus patas de gallina,
Y la doncella, recolectando flores y raíces,
Si te quedas en silencio y te agazapas detrás del serbal,
Si te quedas mudo y te abrazas al tronco del serbal…
Entonces estarás a salvo,
Escucha, aprende, recita con devoción, reza…
Isis, Astarte, Diana, Hecate, Demeter, Kali, Innana,
Si te quedas quieto, las oirás,
Las brujas están despiertas,
Ésta es su noche…sólo quédate quieto,
Quédate oculto detrás del serbal,

Ésta es su noche.

Anhelo

Y el viento sopla,
El fuego chisporrotea,
Los brazos serpentean en el aire,
El circulo esta trazado,
Las cuatro torres han encendido sus almenaras,
Danza la noche, y sus hijas desnudas la acompañan,
El vino se desborda de las copas,
Las flores se disuelven en aromas narcóticos,
El muérdago de roble se ha de cortar con una hoja dorada,
La hoz de la vida y la muerta, pulida y brillante,
Centellea al dar la estocada,
Los racimos caen sobre el blanco lienzo,
Es hora de trenzarlo para hacer coronas,
Es hora de arrojar algunos brotes a la hoguera,
Protegidos estaremos,
Las mujeres acariciaran sus vientres,
Sabiendo que la vida pronto crecerá en ellas,
Como todo crece y se nutre de la madre tierra,
El círculo ha sido trazado,
Las velas ungidas,
Es tiempo de los cánticos antiguos,
Es tiempo de los versos románticos,
Es tiempo de enlazar nuestras manos con la cuerda roja,
Es tiempo de saltar tomados de la mano,
Sobre la escoba tumbada en el piso al final del espiral de piedras,
Es tiempo de decirnos nuestros votos eternos,
Como el lobo, la lechuza y el sapo a la noche,
Como el ciervo, el cuervo y la mariposa a la mañana,
El círculo está dibujado en el piso,
Nosotros dentro,
El círculo de estas alianzas alrededor de nuestros dedos,
De hoy y para siempre somos uno solo,
Como el espíritu y el cuerpo,
Como la voluntad y la magia,
Como la vida y la muerte,
Como el destino y el camino…
El círculo esta trazado, quedémonos dentro,
Tomados de la mano,
Quedémonos juntos, como raíces del fresno,
Quedémonos juntos como los hilos en los tapetes de las Nornas,

Desde hoy y para siempre.

Matriarcas

Piedra sobre piedra he de equilibrar,
Susurro y suspiro he de tejer como un telar,
He de estar sereno esta noche,
Silbando suavemente como viento en primavera,
En este círculo de serbal y roble donde todo está quieto,
Mientras el rocío se desliza sobre las hojas,
Golpeando el césped al caer de lo alto,
Como tambor de las sabias encapuchadas….
Las extraño,
Quisiera poder abrazarlas,
Sentir el calor de sus abrazos,
Sus voces diciendo mi nombre…
Quisiera que este fuego me diese el consuelo que necesito,
Pero mis ojos puritanos no tienen permitido verlas,
Así que rezo, así que susurro sus nombres:
Dominga, Graciela, Trinidad y Benita…
Susurro sus nombres y a veces los digo en voz alta,
Esperando que el polen que se desliza en el aire de la noche,
Llegue al otro lado del puente,
Donde los senderos siempre tienen flores,
Donde los riachuelos se deslizan pacientes,
Donde los jardines son perpetuos,
Donde han de estar conversando y riendo,
Las extraño, y aunque no las vea, las siento cerca,
Las extraño y entonces cocino,
Las extraño y entonces canto,
Las extraño y entonces sollozo un poco,
Las extraño…y mucho…pero sé que pronto nos veremos,
Y por eso guardo mis abrazos para dárselos todos,
Las extraño y espero que cuando me vean de nuevo,
Me abracen con tanta fuerza que el tiempo pierda su cordura,
Y podamos cocinar juntos,
Reír y conversar como lo hacíamos…

Las extraño y mucho. 

viernes, 23 de noviembre de 2018

Narcosis


Se mecen mis pensamientos lento,
Suave como bailando un vals gótico,
Se ha disuelto la duloxetina y la oxicodona…
Y entonces me hallo a mí mismo,
Entonces por un momento soy libre,
Por un instante siento el sol y el viento,
Puedo sentir mi piel toda como primavera,
Entonces puedo ver como el mundo se mueve ligero,
Entonces el entumecimiento de mis versos aminora,
Y puedo pensar en cosas bellas,
Puedo ver con recelo los cuchillos que guardo bajo la cama,
Entonces me siento humano,
Mis emociones flamean como cortinas de tul en ventanas abiertas,
La vida recorre todo mi ser y siento mis propios latidos,
Siento como la calidez regresa a mis piernas,
Siento como la inquietud galopante florece en mis caderas,
Entonces te deseo,
Entonces estoy listo para sentir tus manos,
Para ensordecer en los murmullos de tus labios,
Entonces soy libre aun cuando me tengas sujeto muy cerca de tu cuerpo,
Sólo cuando los narcóticos se diluyen por completo,
Y se siente todo el cuerpo como invadido por hormigas,
Que van marchando presurosas
Desde mi nuca…avanzan con ánimo, sin conocer su destino,
Marchan hasta perderse en la punta de mis dedos,
Entonces vuelvo a ser yo mismo,
Aunque sea por unas horas,
Aunque sea hasta que tu libido se evapore en un te amo,
Y luego todo quede en silencio,
Un silencio misterioso y hasta intimidante,
La calma, la hora de volver a rellenar mi cuerpo de oxicodona,
Y sea sólo un títere de carne y hueso,
Deambulando por un mundo que parece en pausa…
Esperando que el efecto pase
Y regrese al altar que es nuestra cama,
A profesar el credo que son nuestros cuerpos amándose,
Repitiendo este ciclo narcótico una y otra vez.


Un minuto más


Este sueño borrosos de versos y de ayahuasca,
Esta sensación de opio fresco diluyéndose entre mis neuronas,
Esta sensación de amapolas floreciendo conforme doy un paso,
Está sobredosis de “tramadol” bien calculada me permite recordarte con más detalle,
Me permite casi sentir tus besos,
Saborear esos encantamientos silenciosos
De tus labios dulces,
De tus labios voraces…
Siento la soledad de la montaña volviéndose un vórtice…
Y entonces te extraño aún más que a mi cordura,
Y se me va enfriando la piel toda,
Y procuro disimular con toda mi fuerza,
Procuro serenar mis pensamientos caóticos,
Mis anhelos suicidas,
Y me abrazo a mí mismo,
Me estrujo como un acordeón roto,
Uno al que el aire lo ha abandonado,
Uno al que la música es sólo un vago recuerdo,
Fijo mi mirada donde yace tu nombre grabado en piedra,
Y siento que esta paz tan reconfortante de las montañas,
(la que siempre amaste)
Me da urticaria…
Como me gustaría contar tus cabellos en lugar de las hojas
Desprendiéndose de este manzano que se ha rendido al tiempo,
Y se deja caer de a pocos sobre esta roca fría que lleva tu nombre,
Esta paz…este silencio de las montañas
Me duele,
Como astillas debajo de las uñas,
Como quisiera poder estar en la cama,
Oírte respirar con entusiasmo,
Rendido después de los labores que impone la lujuria y el deseo,
Quisiera sentirte caliente sobre mi cuerpo,
Como una fogata bien alimentada,
Como quisiera estar en la cama,
Maquinando los movimientos reptilianos de mis piernas entre las tuyas,
Como quisiera estar a tu lado,
Imaginando que el mundo es perfecto,
Que somos eternos y no etéreos,
Como quisiera poder retroceder el tiempo,
Hacer girar las manecillas del reloj a la inversa,
Te hubiese dicho tantas cosas,
Te hubiese dicho que en verdad te amaba,
Y ahora solo puedo susurrarlo entre sollozos,
Sobre la lápida de piedra pulida…
Como quisiera verte aunque sea una vez más,
Y quedarme prendido en tu mirada
Sólo un minuto más…sólo uno más.


miércoles, 21 de noviembre de 2018

Rendición

Yerma…así está mi mente…
Las rimas se han secado en el invierno de los años,
Las doncellas que cantaban a la luna llena,
Y le dedicaban rimas a la diosa,
Son hoy día todas una viejas achacosas,
Y ahora solo susurra canticos fúnebres,
Un salmo que sabe a nieve,
Un llanto asolapado que sabe a final anticipado,
Una confesión de todos los pecados,
Un ruego por el perdón de los mismos,
Yerma…así está mi alma,
Desolada, adolorida, enclenque sosteniéndose a duras penas,
Aferrándose obstinadamente a esa sonrisa que un día tuve,
Y hoy se desprende como pintura mohosa
De las paredes de esta casa que es mi cuerpo,
Yerma…así está mi vida,
Como un haiku sin alma,
Resignada a lo que venga,
Como quien grita pidiendo auxilio sabiendo que nadie oye,
Que nadie responderá…
Yermo…
Así está mi destino,
Ya nada tiene sentido,
Solo el dolor que se siente como clavos en un muñeco vudú,
Solo el ardor que se siente como azotes esclavistas,
Solo la penuria como de huesos raídos,
Solo el deseo de una muerte…
Yermo…
Así se siente mi destino,
Ya nada tiene sentido,
Así que dulce muerte…ven que te espero…
Con los brazos abiertos y sin resentimiento,
El reloj suena pausadamente cucú, cucú, cucú,

Y mi corazón suspira: ya no puedo más.

Dolor

Y se han ido mis rimas como mariposas asustadas,
Las persigue el invierno,
Como a mí me persigue la muerte,
Quisiera poder decirte que estoy bien sin mentirte,
Quisiera sonreír sin tener que esforzarme,
Quisiera poder agradecer cada día en que respiro,
Pero todo duele,
Como una lija repasándose con coraje sobre un portón viejo,
Todo quema como si la piel la acariciase un carbón encendido,
Las costillas se sienten tensas como cuerdas de una citara a punto de romperse,
Entonces falta el aire,
El corazón se agita como un cascabel en la cola de una serpiente,
Y mi garganta se seca como aspirando humo…
Quisiera poder mirarte a los ojos sin procurar que no veas en ellos,
Como duelen las plantas de mis pies como si las frotase con vidrio molido,
Como duelen las pantorrillas como si las masajeara con anzuelos oxidados,
Tratando de pescar filamentos para tejerlos en un macramé macabro,
Quisiera poder besarte,
Y dejar que me abrazases toda la noche sin sentir que mis articulaciones,
Son reemplazadas una a una, lentamente y sin anestesia,
Quisiera poder disfrutar de la peregrinación de tus labios y tu barbilla,
A lo largo de mi espalda,
Sin sentir que mis vertebras las atornillan simultáneamente,
Quisiera poder pedirte que me toques,
Que me acaricies,
Pero todo duele, quema, arde, y se siente como desgarrándose,
Quisiera poder agradecer un día más a tu lado,
Pero a veces lo único que anhelo es que todo acabe,
Que mi pecho se comprima tanto que el aire me abandone,
Que la sangre detenga su recorrido como detenida por un dique,
Hay días en que sólo anhelo que llueva para llorar con mayor disimulo,
O cerrar los ojos y nunca más abrirlos…
Sí, estoy deprimido…lo sé…
Y aun cuando crujo como una hoja de aluminio arrugándose con malicia…
Tú me amas…lo sé…
Pero todo duele,
Y a veces olvido que la mañana puede cantar de manera hermosa,
Que la noche puede danzar de manera hipnotizante,
Como una vela encendida en la sala,
Como tus pupilas cuando me miras…
Y a veces olvido que quiero vivir mucho tiempo más a tu lado,
Y es que todo duele,
Como látigo hecho de ortiga cayendo despiadadamente,
Una y otra vez, y otra vez más…todo duele,
Y te amo,

Pero a veces ni eso es suficiente para querer seguir viviendo.

It's time

I've lived and loved, I've hugged and kissed, I've done my duty, I've paid my dues, I've erred and also made amendments,...