martes, 1 de octubre de 2019

Firmeza


Hay días en que la desesperanza se pega a la piel,
Como polvo nocivo,
Como mal karma,
Y el mundo se queda en silencio,
En un trance melancólico,
Donde las risas de las flores cesan intempestivamente,
Y el dolor que estaba contenido,
Se desata como fiera clamando libertad,
Entonces el cuerpo cruje,
El alma se quiebra,
Los ojos no aguantas y se desangran en llanto,
La sonrisa se esfuma,
Y la voz se desmorona como estatua de arena,
Y me abrazo a mí mismo buscando consuelo,
Procurando un aliciente a esta pena cruda como el invierno,
A esta impotencia que me somete como esclavo,
Que me azota la piel toda,
Desde dentro,
Que malluga mis rimas,
Y las vuelve un quejumbroso salmo,
Allí inmóvil y escurriendo lástima sobre mi cama desordenada,
Procuro encontrar el eco que mi conciencia,
El arrullo de mi espíritu guerrero,
Cuando el dolor me consume como fuego,
Me ahoga como mar embravecido,
Me deja sin aliento como si el oxígeno del mundo fuese succionado,
Y la vida se desprende como hoja seca,
Procuro encontrar mi centro,
Procuro recordar tu voz susurrando mi nombre,
Procuro recrear el eco de mis sonrisas cuando la lluvia cae,
Procuro ponerme de pie,
Y avanzar, dar siquiera un paso y luego otro y otro más,
Como cuentas de un rosario desteñido,
Que se recorre lentamente,
Cuando el dolor me atrapa en sus fauces y me mastica como chicle barato,
Procuro recordar lo bueno que me ha dado esta vida,
Y sigo avanzando,
Cojeando, arrastrando los pies, apoyándome en las paredes,
Tomando aire con más ahínco,
Pero no me detengo y nunca lo haré.

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I've lived and loved, I've hugged and kissed, I've done my duty, I've paid my dues, I've erred and also made amendments,...