Notas de sueños dulces están disueltas en el viento,
Todo está tan tranquilo como mi pecho,
Sereno como mi lecho tibio,
La pena y la soledad son sólo ecos lejanos,
De días que han quedado en el olvido,
Hoy me arrullo con tu voz hasta quedar dormido,
Me enjugo en tu piel como lluvia que cae sobre el prado
tierno,
Hoy la felicidad embadurna mis piernas,
Cual miel de tus besos todos,
Hoy la primavera coloniza mi espalda
Como hormigas caminando presurosas al alba,
Hoy me reconozco como tu nación y tu credo,
El suelo arado con tus manos sobre mis caderas inquietas,
Si este es un hechizo,
No quiero que nadie me libere,
Si este es un sueño,
Que nadie me despierte…
Pues quiero seguir así quieto, muy quieto,
Acurrucado como frente a una chimenea,
Vistiendo tu nombre sobre mi piel limpia y perfumada,
De tu mano quiero desenredar la madeja del destino,
Y hacer nuestro propio camino,
Pero siempre juntos, juntos los dos,
Como el viento y las olas,
Como el sol y el verano,
Hoy me reconozco tuyo,
Como se reconoce la fragilidad del ser humano,
Como se admite la efímera existencia de nuestra vida,
Y aun cuando esta vida sea sólo un segundo en el cosmos,
Será nuestro segundo,
Nuestra historia,
Nuestra vida…
Sí, solos tú y yo,
Mortales pero dichosos,
Mortales pero felices.
No hay comentarios:
Publicar un comentario