Hoy el silencio se encoge como tubérculo exhausto
Regresa a su letargo y deja que las flores revienten la
piel verdosa de la tierra,
Hoy la tierra se refresca con la lluvia,
Mañana los árboles alabaran al sol en el centro del
cielo,
Sus rayos caerán como bendiciones tibias sobre las hojas,
Ha llegado la primavera…
Perséfone por fin ha regresado,
Los capullos tiernos se dignan a abrirse sin recato,
El invierno cabizbajo regresa a su cueva silenciosa
La tierra se mueve
imperceptible para los hombres,
Sus frutos en vaya son como un rosario de bendiciones,
La tranquilidad tirita con el compás de melodías alegres,
Los huevos se agrieta y la vida inicia nuevamente,
Quédate en silencio, oye como los brotes del pastizal
Crujen bajo la estampida de hormigas,
Quédate en silencio,
Siente como el viento silba alegre y sereno,
Como un latido sincopado,
Quédate en silencio que aún no debemos levantarnos,
Abrázame, acurrúcate a mi lado,
Como si hiciese frío,
Como si un desastre fuese a suceder en cualquier momento,
Sólo quedémonos quietos y juntos,
Deja que tus dedos rueden sobre mi piel como mariposas,
Deja que los míos rueden como hojas meciéndose de lado a
lado,
Mírame, ve como se dibuja lo que más amo en mis pupilas,
Deja que mi rostro se refleje en tus ojos,
Di mi nombre como un hechizo inquebrantable,
Oye el tuyo, susurrado como un rezo ferviente,
Quedémonos en cama un rato más,
Acurrucados como el tiempo y el espacio,
Que nada más importe que el hecho de estar juntos,
Como nuestro primer amanecer hace diecisiete años,
Quedémonos quietos,
Veamos como el cielo se aclara,
Como las sombras se tuercen camino a casa,
El invierno ha acabado,
Es tiempo de flores, de renacimiento para el mundo,
Es tiempo de celebrar que el destino nos unió
Y nos permitió enraizarnos en el mismo prado.
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