Y me has olvidado…
Tan rápido como olvida la arena
A quién sobre ella camina,
Llorando y llorando…
Y me has olvidado…
Tan rápido como se propaga el aroma salado del océano,
Con el tozudo silbido del viento,
Que busca frenéticamente expresar su tan disimulada ira…
Me has olvidado…
tan rápido como el sabor de la libertad detrás de las rejas,
con esa metálica filiación de castigo y culpa,
que a veces desfruté en lo más hondo de mi alma.
Me has olvidado…
Tan rápido como la fe que se desintegra en los pensamientos del enfermo,
Del que sufre de cáncer o sida,
De quien cambió rezos por reproches llenos de ira sanguínea…
Me has olvidado…
Tan rápido como un enigma cuya solución resulta innecesaria…
Me has olvidado…
Tan rápido como se disipa el deseo después del orgasmo…
Me has olvidado…
Tan rápido como se olvida la vergüenza cuando se ama…
Me has olvidado…
Tan rápido como se olvida lo que en verdad nunca se amo.
Me has olvidado,
pero yo aún te recuerdo en la extensión de mi alma…
Me has olvidado,
pero yo aún te siento en la frialdad incómoda de mi sexo…
Me has olvidado,
pero yo aún te amo con el cuerpo, el corazón, el aliento y el espíritu…
Me has olvidado,
pero yo aún susurro tu nombre con las manos y las piernas abiertas.
Me has olvidado,
pero, yo a ti…aún no, aún no…nunca lo haré.
Tan rápido como olvida la arena
A quién sobre ella camina,
Llorando y llorando…
Y me has olvidado…
Tan rápido como se propaga el aroma salado del océano,
Con el tozudo silbido del viento,
Que busca frenéticamente expresar su tan disimulada ira…
Me has olvidado…
tan rápido como el sabor de la libertad detrás de las rejas,
con esa metálica filiación de castigo y culpa,
que a veces desfruté en lo más hondo de mi alma.
Me has olvidado…
Tan rápido como la fe que se desintegra en los pensamientos del enfermo,
Del que sufre de cáncer o sida,
De quien cambió rezos por reproches llenos de ira sanguínea…
Me has olvidado…
Tan rápido como un enigma cuya solución resulta innecesaria…
Me has olvidado…
Tan rápido como se disipa el deseo después del orgasmo…
Me has olvidado…
Tan rápido como se olvida la vergüenza cuando se ama…
Me has olvidado…
Tan rápido como se olvida lo que en verdad nunca se amo.
Me has olvidado,
pero yo aún te recuerdo en la extensión de mi alma…
Me has olvidado,
pero yo aún te siento en la frialdad incómoda de mi sexo…
Me has olvidado,
pero yo aún te amo con el cuerpo, el corazón, el aliento y el espíritu…
Me has olvidado,
pero yo aún susurro tu nombre con las manos y las piernas abiertas.
Me has olvidado,
pero, yo a ti…aún no, aún no…nunca lo haré.
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