En
días como hoy me reconozco estúpido,
Mi
vergüenza yace como un cuerpo ahogado, Arrastrado a la orilla,
Entretejido con algas, y todo mordisqueado,
Los pescadores se aproximan, me ven y se retiran sin miramientos,
El sol, el viento, la arena y la soledad se encargarán de mí,
La marea subirá y pronto me arrastrará a otras orillas,
Y sí, seguiré nadando inconsciente, perdido dentro de mí mismo,
El barco se ha ido,
El capitán está retozando con su contramaestre,
Susurrando mi nombre entre un rosario de insultos,
Fue más que difícil nadar en el mundo de sus caprichos,
Mis brazos y piernas se entumecieron y me ahoga,
Ojalá encuentre paz con tu distancia,
Ojalá te olvide pronto…pues dueles dentro,
Dueles, pero no de la manera en que me gustaría,
Te guardaré como un recuerdo lascivo y eufórico,
Un recuerdo dulce, como tu piel después de un orgasmo,
Siempre me quedará:
Tu nombre, tu sabor, y tu desprecio.
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