Podrías quedar boquiabierto,
Podrías mirarme con ingenua incredulidad,
Y otros pensarían que es una bobada…
El develar mis intenciones suicidas tan frescamente planeadas,
Podrían parecerles una simple artimaña para llamar la atención,
El mundo me ve como un joven son una sonrisa perpetua,
Aun cuando yo me siento viejo y agotado,
Con un gesto por demás relajado para cualquier cristiano,
Que se sienta en su puerta y chupa limón con ira misérrima…
Y es que no tiene sentido alguno, al menos no para mi,
Que esta vida me deforme a su antojo,
No quiero darle a la vida el derecho de decidir la corrosión de mi propio ser,
Y no es que esté marchito,
Por el contrario, mi alma reverbera con planes y sueños,
Más frondosos que los jacarandas de Moquegua…
Pero mi vida está resuelta y la siento plena,
A mis treinta años, no anhelo más que cerrar mis ojos y despedirme de este mundo,
Todo lo bueno que tengo me hace vulnerable,
La vida toma ventaja de la felicidad que uno siente,
De la dicha que uno procura y luego te da de zarpazos donde más duele…
Lo inevitable llegará, pero no a su tiempo, sino al mío,
Irreverencia egocéntrica que siempre me caracterizo,
Yo decido, no ella, no nadie más, sólo yo…
Y es que yo ya desenrede la madeja de lo que es la vida en realidad:
Desengaños, decepciones, mentiras, ausencias, abandonos, maltratos, muertes…
Quisiera que vieran lo que yo veo,
Pero todo les resultaría diferente, repentina e irrevocablemente diferente,
Hasta aberrante, si sólo pudiesen ver los días como yo los veo,
Que viesen lo que realmente significan,
Un atentado, un dardo que envenena el cuerpo con cansancio con vejez…
En donde se filtran como en un prisma,
Imágenes enredadas de un pasado y un futuro, ambos polvorientos…
Empiezo a sentirme incomodo en este esqueleto tan mío,
Sentarme a contemplar como cae la noche es algo más que macabro,
Lo brutal de mi pasado fluye en pequeñas imágenes que lo reducen todo a un impulso,
Esta idea que hoy me obsesiona comenzó hace mucho tiempo,
Al principio fue un jugueteo mental...
Una suave artimaña de seducción,
Un estado ambivalente y conflictivo anidando en mis neuronas…
Contemplando mi vida como una penitencia, un sabotaje a la cordura,
Una caminata sonámbula hacia la autodestrucción…
Aun así sólo ocupaba parte de mis pensamientos,
Sin embargo hoy lo es todo,
Es la variable y la constante,
El alfa y el omega de mi pensamiento holístico hasta el momento,
Ahora la idea de no despertar corroe mi mente de manera brutal,
Serpenteando, oscilando violentamente entre la decisión y la cobardía…
Esta mugre existencia, es algo que yo he comprendido primero que mis contemporáneos,
¿Seguirá el revólver de mi papá en el mismo lugar?
¿Será fácil de limpiar la sangre de la mayólica blanca del baño?
¿Se espantará mi gato al oír el disparo?
Carajo, ¿por qué mierda me criaron tan metódico?
¿Me servirá el revólver para escupirle a la vida en la cara como se merece?
La vida apesta, lo sé,
La muerte ronda a la vuelta de la esquina, ¿acaso no la ves?
Esta recostada compartiendo el cigarro del fumón del barrio,
Y saltando en un taco aguja junto a la travesti que ronda la avenida…
La vida apesta, ¿lo has notado últimamente?
Si las madres traicionan a sus hijos, y se suicidan después de envenenarlos,
Si los padres violan a sus hijas recién nacidas y luego las estrangulan,
Entonces, ¿que podría esperar de los amigos?
¿Que podría esperar de los amantes?
Me aseguraré de ser exitoso en mi intento suicida,
No dejaré que la vida me haga lo que ella plazca,
Moriré por mi mano, no por la suya…nunca por su puta mano!
Sólo tengo que recordar dónde mierda puso mi papá las balas!!!
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