Heme aquí,
Tumbado sobre el pasto
verde
Y fresco por la sutil
caricia de la lluvia de Junio,
Heme aquí,
Silente como un
sepulcro vacío,
Oyendo el tenue
zumbido de las hormigas,
Que se escabullen
entre las hojas quebradas del pasto
Donde yace mi cuerpo
más no mi mente,
Y ese delicado ruido
Me recuerda al dolor
que se extiende desde la cintura a las piernas,
Desde los hombros
hasta los dedos de las manos,
Desde el cuello hasta
la mitad de mi espalda,
Como viento,
Como esporas de diente
de león, maduras y listas para conquistar nuevas tierras,
Como el frío,
Como los versos
rodando decadentemente entre mis neuronas,
Heme aquí,
Procurando concentrarme
en la sensación fría y reconfortante de la naturaleza,
Oyendo como se agitan
las copas de los árboles,
Como mis cabellos
limpios y suaves,
Dejando que mis
lágrimas rueden por mis mejillas,
Esperando que sean
aceptadas como ofrenda a la madre tierra,
Hoy quiero levantarme
y caminar sin crujir como hoja seca,
Hoy quiero deslizarme
por el tiempo sin ser percibido,
Sin que el dolor me case
como un ratón y me clave sus colmillos en la nuca,
Hoy quiero levantarme
y sonreír sin disimulo,
Hoy quiero no sentirme
derrotado,
Quiero un día pleno…sin
sentirme preso en mi propia carne,
Sin estar aturdido por
el opio sintético que me recorre las venas,
Hoy simplemente,
quiero vivir,
Si…quiero vivir,
Plenamente, como lo
hacía hace una década,
Y hoy de eso, solo me
queda el recuerdo.
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