La impaciencia volverá como uno de mis tantos
arrebatos,
Como el hambre que retuerce el estómago,
Como vuelve el amor cuando es sincero,
Sin anunciarse,
Simplemente se aparece…
Entonces me culpo de todo y de nada,
Entonces te culpo de todo y de nada,
Esa intersección entre el amarte
Y el no querer necesitar de más nadie
Que de mí mismo para sobrevivir, se hace
borrosa,
Sé que soy complicado como matemática cuántica,
Sé que puedo indescifrable como sumerio
antiguo,
Pero nunca te he causado más dolor del que me
suplicaras,
Nunca he hincado mis dientes en tu piel más de
lo que me pedía,
Y es que a si somos,
Como un poema hilvanado con versos sádicos,
Con rabia diluida en ternura líquida,
Y si nos tocamos,
Nuestras pieles reconocen en las manos del
otro,
Al dios de su credo,
Al milagrero impío, al santo profano…al adán
contemporáneo,
Gira y gira,
Toca, roza, acaricia,
Esta noche del lobo, se amansa entre nuestras
piernas,
Esta noche de luna,
Te pierdes en mí
Y yo en ti…
Como la vida se pierde en un cualquier humano,
Como la cordura se vuelve fofa cuando llega la
pobreza,
Y uno trata de aferrarse a ella,
Como yo a ti con mis piernas,
Como tú a mí con tus promesas…
Algún día se cumplirán todas como profecías,
Algún día tu nombre acompañará el mío,
Y al morir podrán ser grabados juntos en la
misma lápida,
Algún día…
Algún día.
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