Mis pasos están atados al suelo,
Como una barca encallada en la orilla,
Esperando a los apóstoles rebeldes,
Aquí me he quedado,
En este espacio vacío
Degradado como mi mente,
Vasto como mis pensamientos melancólicos,
Esperando a que regrese tu boca,
Esperando a que el viento traiga tu cabello desordenado,
A que el tiempo gire como trompo en sentido contrario,
Y volvamos a estar juntos,
Tomados de la mano,
Con nuestras piernas echando raíces las unas con las
otras,
Perdiéndonos en la gloriosa eternidad de un te amo,
Aquí estoy atascado en este suelo aburrido,
Sin poder darle a mi piel la gracia benévola de tocar la
tuya,
Aquí estoy esperando
A que las trompetas de los cuatro puntos cardinales
Resuenen como montañas quebrándose,
Y que el sol se caiga como una yema de huevo cuajada del
cielo,
De ese celeste manto que lo sostiene enclenque,
Y el velo que nos separa
Se disuelva en el viento,
Aquí estoy esperando para verte nuevamente,
Para darte los besos que te he guardado todos estos años,
Y poder volver a encontrarme
En tus hermosos ojos verdosos…
Me haces tanta falta,
Te extraño,
Si alguna vez te aburres de nadar en la fuente de las
almas,
Ven, aquí te espero,
Siempre te espero…y siempre lo haré.
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