Se despegan mis párpados con disimulo…
Seis de la mañana.
El sol humea en el horizonte,
Es hora de enfrentar a esta vida tan bella y tan dura,
Sonreír con esta boca chueca pero sincera,
Con estos ojos cansados pero que brillan con esperanza,
Las nubes bullen en colores rosáceos y naranjas,
Es hora de enfrentar a esta vida tan tierna y tan puta,
Avanzar erguido con la espalda quebrada,
Abrazar a quien está triste con estos brazos acalambrados;
El amanecer se endurece en cielo como yema de huevo,
Es hora de enfrentar a esta vida tan sacra y tan mundana,
Arrodillarme a oler las flores recién abiertas con las rodillas
maltrechas,
Bendecir la tierra que me ha dado tanto y a donde volveré al final del
tiempo.
Se despegan mis labios con un grito desesperado…
Ya basta, ya no aguanto otra mañana más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario