Las calles vacías y serenas,
Incrementan la sensación de soledad de mi alma,
El aullido del viento se siente más fiero mientras se cuela por la
ventana entre abierta,
Y las sirenas de los patrulleros deforman las sombrías almas que
merodean antes del alba,
Me acurruco en el lado fresco de la cama,
Estrujo mis pensamientos en mi mente aun activa,
Y procuro dejarme ir en esta noche que nos alberga por igual a todos,
Quizás si mi respiración se hiciese más lenta, pensaría menos,
Quizás si mi corazón latiese más despacio, lo extrañaría menos,
Sólo me queda esperar el paso hidalgo del tiempo,
Algún día me reuniré con él, algún día volveré a tener una sonrisa
columpiándose en mi boca,
Algún día podrán estas piernas frías recuperar el calor extinto,
Como fogata abandonada,
Algún día volveré a verlo,
Hasta entonces, he de seguir viviendo, si es que acaso podría llamar
así a esta existencia vacía,
Sólo me queda seguir hurgando en mis recuerdos, para no perderme en el
limbo,
Y encontrar el rastro de su aroma cuando cruce el puente,
Cuando la noche sea eterna,
Cuando la carne pese menos que copos cenizos,
Algún día estaremos juntos y esta vez será para siempre…
Hasta entonces, recuérdame, extráñame,
Que yo aquí es lo único que hago.
No hay comentarios:
Publicar un comentario